Melania Trump, m¨¢s influyente y menos v¨ªctima de lo que se cree
Una nueva biograf¨ªa escrita por Mary Jordan, ganadora de un Pulitzer, descubre que la primera dama retras¨® su mudanza a Washington para renegociar su acuerdo prenupcial
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Cuando el 7 de octubre de 2016 se filtr¨® una grabaci¨®n en la que el entonces candidato republicano Donald Trump presum¨ªa de que ¡°cuando eres una estrella, te dejan hacerles cualquier cosa. Agarrarlas por el co?o...¡±, su esposa Melania estaba renegociando su acuerdo prenupcial. Afinar los detalles de los documentos, y no la necesidad de que su hijo Barron acabase su curso escolar en Manhattan, fue la raz¨®n por la cual ambos demoraron seis meses su mudanza a la Casa Blanca, donde ya se hab¨ªa instalado su esposo. El contenido de la conversaci¨®n machista que sacaron a la luz los medios y que levant¨® una ola de protestas feministas, le sirvi¨® a la flamante primera dama para usarlo a su favor y conseguir un trato m¨¢s ventajoso para ella. Todo esto al menos es lo que cuenta la nueva biograf¨ªa no autorizada sobre Melania, titulada The art of her deal, un juego de palabras que hace referencia a la autobiograf¨ªa de Trump que se titul¨® The art of the deal (El arte de negociar).
La autora del libro lanzado este martes es Mary Jordan, periodista de The Washington Post y ganadora de un premio Pulitzer, y para escribirlo ha conversado con m¨¢s de un centenar de personas. El volumen revela a una Melania mucho m¨¢s influyente y calculadora que la extra¨ªda de la imagen de v¨ªctima que sirvi¨® de base para la creaci¨®n del concepto ¡°liberen a Melania¡±. Aunque en general los halagos hacia la primera dama salen de fuentes con nombre y apellido, y la informaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica proviene de conversadores an¨®nimos, The art of her deal logra revelar detalles que hasta ahora eran rumores o no eran de conocimiento p¨²blico. Uno de ellos es precisamente esa renegociaci¨®n del acuerdo prenupcial que exist¨ªa entre el matrimonio. ¡°Ella quer¨ªa pruebas por escrito de que, en lo que respecta a las oportunidades financieras y la herencia, Barron ser¨ªa tratado como un igual a los tres hijos mayores de Trump¡±, escribe Jordan.
Tambi¨¦n se perfila la relaci¨®n que existe entre la esposa de Trump y su hija Ivanka. Mientras Melania todav¨ªa viv¨ªa en Nueva York, Ivanka Trump, quien tambi¨¦n es asesora del presidente estadounidense, hac¨ªa uso de las zonas privadas de la residencia presidencial ¡°como si fueran su propia casa¡±. Visitaba el teatro privado y gozaba de todas las ventajas de la Casa Blanca. Algo que, seg¨²n se afirma en el libro, no gust¨® a Melania e hizo que impusiera ¡°l¨ªmites firmes¡± en cuanto se mud¨® definitivamente a Washington. En esos primeros d¨ªas de acomodo de la familia del magnate, Ivanka propuso cambiar el nombre de la Oficina de la Primera Dama por el de Primera Oficina familiar, algo que Melania rechaz¨®, narra la autora de la obra. La rivalidad entre las dos mujeres ha estado presente en varios de los libros que se han publicado sobre la enigm¨¢tica tercera esposa de Trump, que ha construido un muro insondable para los medios, que parecen obsesionados con descubrirla.

Al parecer su vida es m¨¢s sencilla de lo que desear¨ªa la prensa. La primera dama pasa gran parte de su tiempo con su hijo Barron y con sus padres. El joven de 14 a?os habla esloveno y tiene doble nacionalidad. Y en este idioma se comunican madre e hijo en muchas ocasiones, hasta el punto de que ¡°Trump se ha quejado a otros de que no tiene idea de lo que est¨¢n diciendo", cuando lo utilizan. El libro tambi¨¦n pone en duda los cinco idiomas que dice manejar Melania Trump, de 50 a?os. La autora cuenta que no pudo comprobar que hablase con fluidez alg¨²n otro que no fuese ingl¨¦s y su lengua materna. Eso a pesar de que Melania estudiaba primer a?o de Arquitectura y Dise?o en la Universidad de Liubliana cuando gan¨® un concurso que la llev¨® a Mil¨¢n, donde trabaj¨® varios a?os. Un hecho que no ha permitido confirmar que sepa algo m¨¢s que saludar en italiano.
Despu¨¦s de su paso por la capital de la moda, Melania se mud¨® a Nueva York. De aquella ¨¦poca, Mary Jordan habl¨® con su excompa?era de piso, quien afirm¨® que antes de que conociera a Trump, le gustaba ver Friends, com¨ªa siete frutas y verduras al d¨ªa, no beb¨ªa alcohol y caminaba con pesas en los tobillos. En 2001 recibi¨® una visa de residencia popularmente conocida como Einstein, la que se otorga a personalidades extranjeras con ¡°habilidades extraordinarias¡±. En la Gala MET de 2004, el evento anual m¨¢s glamuroso de Nueva York ¡ªsi no del mundo¡ª, Trump le pidi¨® matrimonio y la pareja se cas¨® en 2005. Para 2006 Melania ya ten¨ªa la nacionalidad estadounidense y era madre de su primer y ¨²nico hijo, el quinto de quien hoy es el presidente de Estados Unidos y antes un poderoso empresario.
Para el entorno oficial de la primera dama la obra de Jordan es ¡°otro libro sobre la se?ora Trump con informaci¨®n y fuentes falsas. Este libro pertenece al g¨¦nero de ficci¨®n¡±, han sido las palabras que ha utilizado para describirlo Stephanie Grisham, jefa de gabinete de Melania Trump. Pero ni esta afirmaci¨®n, ni el hecho de que en Amazon est¨¦ catalogado en la secci¨®n de Moda, ha impedido que nada m¨¢s salir sea el m¨¢s vendido en tapa dura y el segundo m¨¢s vendido en su versi¨®n para Kindle. Y es que la gente quiere saber detalles de la pareja presidencial. Si la primera dama y su esposo duermen en habitaciones separadas, como confirma Jordan. O si es cierta la enemistad con Ivanka, a quien ha llamado ¡°la princesa¡± en un par de ocasiones, seg¨²n el volumen reci¨¦n publicado. Aunque el que quiera confirmar si la primera dama es o no feliz, no ver¨¢ despejado el misterio porque seg¨²n afirma la autora ¡°muchos [misterios] en el mundo de Trump est¨¢n gobernados por los acuerdos de confidencialidad¡± y Melania, una vez m¨¢s, no quiso hablar.
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