Ch¨¢beli Iglesias, de ni?a a mujer de 49 a?os

Ch¨¢beli Iglesias cumple este jueves 49 a?os. La ni?a a la que su padre dedic¨® una de sus m¨¢s famosas canciones es hoy una mujer que lleva una vida an¨®nima en Estados Unidos, lejos del foco medi¨¢tico al que la fama de sus progenitores la coloc¨® nada m¨¢s nacer. La ¨²ltima vez que apareci¨® en p¨²blico fue hace cinco a?os en una fiesta de una joyer¨ªa. Este papel an¨®nimo de la primog¨¦nita del cantante contrasta con su figura en la familia. Sus hermanos Julio Jos¨¦ y Enrique ven en ella una especie de madre que se ocupa de ellos y promueve reuniones familiares. Ch¨¢beli, cuentan, es la favorita de su padre quien le dice a su padre lo que nadie se atreve. En momentos de diferencias entre los hermanos y el cantante, ella siempre ha sido el nexo de uni¨®n.

No hay im¨¢genes recientes de ella ni de sus dos hijos. El mayor, Alejandro ya tiene 18 a?os y pese a sus famosos apellidos su cara es desconocida para el p¨²blico. Su ¨²ltima foto divulgada es de 2010. De la menor, Sof¨ªa, nacida en 2012, no hay ninguna. Ella se ha ocupado de sus hijos no tenga la vida que a ella le toc¨®, protagonista de portadas un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n apoyando las exclusivas de su padre para promocionar su carrera musical y vender la imagen de feliz padre de familia.

Ch¨¢beli tiene poco que ver con la vida que llevan sus padres y hermanos. A ella lo que le gusta es el campo. Su hermana Tamara lo contaba hace poco a este peri¨®dico. ¡°A mi me gusta el campo pero lo que hace Ch¨¢beli es otra cosa. Puede estar meses sin ver a nadie, solo con su marido y sus ni?os¡±. A Ch¨¢beli, que trabaj¨® como periodista y prob¨® suerte otros destinos que la llevaron hasta la decoraci¨®n, lo que la gusta es ser ama de casa y cocinar para los suyos. Ahora compagina su vida en el campo en Carolina con estancias en Miami, condicionadas por los estudios de sus hijos.

Lejos queda aquella boda medi¨¢tica con el arquitecto Ricardo Bofill que apenas dur¨® 18 meses. Despu¨¦s apareci¨® en su vida Christian Altaba con el que se cas¨® seis a?os despu¨¦s. Un episodio oscuro puso en peligro su matrimonio en el que intervino la polic¨ªa. ¡°Christian y yo tuvimos una discusi¨®n muy gorda, y yo me asust¨¦ porque nunca le hab¨ªa visto tan alterado y dici¨¦ndome las cosas tan fuertes que me dijo¡±, le cont¨® a ?HOLA!, su revista de cabecera. ¡°Tras denunciar a mi marido, nuestro matrimonio es mucho m¨¢s s¨®lido¡±, confes¨®. A Altaba no le gust¨® nunca la exposici¨®n medi¨¢tica y ello tambi¨¦n propici¨® el retiro social de su esposa.

Pero hubo un tiempo en que Ch¨¢beli fue vista como la heredera de su madre. Fue la primera de los hermanos en acompa?arla a fiestas y desfiles. Pero a ella nunca le gustaron los focos ni los tacones. Tampoco hered¨® de su progenitora su pasi¨®n por la moda y sus kilos de m¨¢s le han dado lo mismo. No echa de menos las c¨¢maras, todo lo contrario intenta que su vida sea un secreto. De hecho el nacimiento de su hija Sof¨ªa lo fue. Vivi¨® un embarazo que pocos conocieron quiz¨¢ escarmentada por los problemas que tuvo su hijo Alejandro, un beb¨¦ prematuro, para venir al mundo.

De vez en cuando visita Miraflores, la casa de su madre en la madrile?a urbanizaci¨®n de Puerta de Hierro pero intenta que su presencia pase inadvertida. Se refugia con sus hermanas, Tamara y Ana tras sus muros. Las tres se mantienen muy unidas pero es quiz¨¢ con Tamara con quien tiene m¨¢s en com¨²n ya que convivieron m¨¢s tiempo. Ch¨¢beli pronto dej¨® Espa?a junto a sus hermanos Julio Jos¨¦ y Enrique para vivir con su padre en Miami tras el secuestro a manos de ETA de su abuelo el doctor Iglesias Puga.