La memoria borrada de Carmen Sevilla en su 90 cumplea?os
La artista celebra su aniversario retirada de la vida p¨²blica por su enfermedad. ¡°Est¨¢ cuidada y protegida. Creo que ya no recuerda nada¡±, dice su amigo Moncho Ferrer
Tan novia p¨ªcara de un pa¨ªs, como sufrida esposa de dos hombres que intentaron atarla. Tan estrella rutilante del cine, la canci¨®n y la televisi¨®n anta?o; como mujer hoy apartada a la fuerza del mundo por la enfermedad. Mar¨ªa del Carmen Garc¨ªa Galisteo (Sevilla, 1930) cumple este viernes 90 a?os tras haber convertido su vida ¡ªen parte, queriendo, en otra, sin querer¡ª en esa famosa copla a la que uni¨® su carrera: ¡°Carmen de Espa?a, valiente/ Carmen con bata de cola/ Pero cristiana y decente¡±. Carmen Sevilla resiste a¨²n como la ¨²ltima testigo viva de aquella generaci¨®n folcl¨®rica en la que una simple reuni¨®n de amigas era capaz de juntar a divas tan fulgurantes como Roc¨ªo Jurado, Lola Flores, Paquita Rico o Marujita D¨ªaz. Aunque ni la misma protagonista pueda ya recordar tal privilegio.
¡°De m¨ª se prendaban los hombres porque ten¨ªa una especie de ingenuidad p¨ªcara. Un misterio que les pon¨ªa a tope", reconoc¨ªa Carmen Sevilla hace a?os en una entrevista rescatada por el programa Lazos de Sangre que se emiti¨® el pasado 18 de junio. Consciente de ese potencial, tan innato como cultivado, la artista explot¨® al m¨¢ximo esa mezcla de candidez, tradici¨®n y seducci¨®n a lo largo de una carrera que arranc¨® en 1947 y culmin¨® en 2010, con un par¨®n impuesto por su segundo marido. En ese largo lapso, Sevilla fue capaz de participar en m¨¢s de 80 pel¨ªculas, m¨¢s de 20 discos y otra veintena de programas de televisi¨®n.
Con la teatralidad inherente a toda folcl¨®rica que se preste, hace tambi¨¦n la cifra redonda de diez a?os que Carmen Sevilla se despidi¨® de Cine de Barrio, el ¨²ltimo trabajo de presentadora con el que cerr¨® su carrera art¨ªstica. El alzh¨¦imer que asol¨® a su madre ya hab¨ªa comenzado a hacer mella en la cantante y ella apost¨® por una retirada a tiempo a los 80 a?os. Cinco a?os despu¨¦s ingres¨® en una exclusiva residencia de ancianos en Madrid, donde vive apartada de cualquier contacto ajeno a su ¨²nico hijo Augusto Alguer¨® y a su amigo Moncho Ferrer, las ¨²nicas dos personas que la visitan. ¡°Carmen est¨¢ mimada y protegida. Es mejor que la recuerden as¨ª. Creo que ya no recuerda nada¡±, asegur¨® Ferrer en declaraciones a ese ¨²ltimo homenaje televisivo emitido este verano.
Al amigo le gusta cantarle la letra de ¡®Violetas imperiales¡¯, canci¨®n hom¨®nima a la pel¨ªcula que protagoniz¨® en 1952 y que, parad¨®jicamente, habla de recuerdos del amor. La obra evoca esos tiempos en los que Carmen Sevilla se convirti¨® en la novia de Espa?a, esa famosa estrella en tiempos del franquismo que lo mismo visitaba a las tropas, que cantaba una copla o anunciaba un televisor. La artista tocaba la cima tras haber sido descubierta en un tablao por Estrellita Castro, a quien el padre de la sevillana le compon¨ªa letras para sus actuaciones. ¡°Si su hija quiere ser puta es igual que est¨¦ encima de un escenario que detr¨¢s de un mostrador¡±, espet¨® Castro ante las reticencias del progenitor a que su hija se dedicase a la far¨¢ndula.
Carmen Sevilla alcanz¨® tal ¨¦xito que la productora Paramount le ofreci¨® un contrato de cinco a?os en Hollywood, que ella rechaz¨® por la morri?a de sentirse lejos de su entorno. Pero esa imagen empoderada en la pantalla se tradujo en una vida personal mucho menos libre. Desde 1961 y hasta 1974 estuvo casada con el compositor Augusto Alguer¨®, padre de su hijo que naci¨® en 1964, pero se acab¨® separando por las infidelidades de este, que ella misma confes¨® en distintas entrevistas. En 1985, volvi¨® a casarse con Vicente Patuel, con quien se mantuvo unida hasta que enviud¨® en 2000.
Si Alguer¨® lleg¨® a cronometrar tras la c¨¢mara los tiempos que duraban los besos de su mujer en las pel¨ªculas, Patuel la oblig¨® a retirarse directamente de este trabajo. ¡°?T¨² quieres el cine o yo? Y termin¨¦ totalmente y ya no hice m¨¢s pel¨ªculas¡±, explic¨® ella misma a?os despu¨¦s. Sevilla se retir¨® a una vida campestre en Herrera del Duque (Badajoz), hasta que su marido le permiti¨® volver al trabajo en 1991 por motivos econ¨®micos, en este caso en televisi¨®n.
Auspiciada por el productor Valerio Lazarov, Sevilla inici¨® una nueva y exitosa etapa profesional en la que no pareci¨® quedarle un programa de variedades por presentar. Las principales cadenas del momento ¡ªTelecinco, Antena 3, Televisi¨®n Espa?ola y las auton¨®micas¡ª le ofrecieron contratos para presentar c¨¦lebres espacios como el Telecup¨®n, las campanadas de Fin de A?o, programas de entrevistas o Cine de Barrio. Para todos ellos, la artista ide¨® un personaje readaptado de su etapa anterior: divertido, p¨ªcaro y c¨¢ndido, pero con nuevas dotes de despiste. La actriz marc¨® a una generaci¨®n joven que, entre los 90 y 2000, abraz¨® con ganas a sus c¨¦lebres ¡°ovejitas¡±, el esparadrapo del cuello para camuflar las arrugas y sus desternillantes lapsus. C¨¦lebre fue la an¨¦cdota de esa entrevista a Lolita Flores en la que alababa ¡°los g¨¦rmenes¡± [en lugar de los genes] de su familia.
Amiga de la propia Lola Flores, Roc¨ªo Jurado, Marujita D¨ªaz y, con sus m¨¢s y sus menos, de Sara Montiel; Sevilla contempl¨® y sufri¨® el fallecimiento de cada una de ellas. A todas les sobrevino la muerte en actividad. En el caso de ella no ser¨¢ as¨ª. Testigo de aquella etapa de brillos ca?¨ª que ya culmin¨®, de Carmen Sevilla solo queda el recuerdo de un p¨²blico que dif¨ªcilmente la olvidar¨¢ en algunas de sus facetas. Para algo era la novia de Espa?a. Hasta cuando presentaba el Telecup¨®n en pantuflas.
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