La losa de racista persigue a Anna Wintour
La todopoderosa editora de moda intenta mitigar las acusaciones llenando el n¨²mero m¨¢s importante de 'Vogue¡¯ de modelos, fot¨®grafos y artistas negros
Anna Wintour pens¨® en clave de moda desde que se dedic¨® a adaptar su uniforme de la elitista escuela North London Collegiate al estilo imperante del swinging London del momento. Su carrera la ha llevado a ser conocida como la editora de moda m¨¢s poderosa del mundo y con ella aument¨® el prestigio de Vogue, la revista donde es editora jefa desde 1988 y directora art¨ªstica de Cond¨¦ Nast desde 2013. Ser l¨ªder editorial de todos los t¨ªtulos de uno de los grupos editoriales m¨¢s importantes del mundo con cabeceras como Vanity Fair, GQ, AD, Glamour y Cond¨¦ Nast Traveller, adem¨¢s de la propia Vogue, le ha dado carta blanca para encumbrar y truncar carreras de dise?adores, para decidir lo que se lleva y lo que no, para marcar tendencias e imponer uniformes a los fashionistas irredentos. Tambi¨¦n para organizar una de las galas, la del MET, en la que mata por estar todo aquel que aspira a ser reconocido oficialmente como un triunfador digno de figurar en la lista de invitados que supervisa personalmente Wintour.
En 2019, cuando cumpli¨® 70 a?os, manten¨ªa el trono sin signos de retirada. Un a?o despu¨¦s la mujer que se oculta tras unas enormes gafas oscuras y que inspir¨® la pel¨ªcula El diablo se viste de Prada, se revuelve como la tigresa que esconde bajo su glamurosa fachada para defenderse de las acusaciones de racismo que desvelaron algunos de sus empleados coincidiendo con las protestas del movimiento Black Lives Matter en Estados Unidos, tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un polic¨ªa blanco.
El pasado 4 de junio ya se vio obligada a publicar un comunicado pidiendo disculpas: ¡°Quiero decir claramente que s¨¦ que Vogue no ha encontrado v¨ªas suficientes para elevar y dar espacio a editores, redactores, fot¨®grafos, dise?adores y todo tipo de creadores negros. Adem¨¢s, hemos cometido fallos y publicado im¨¢genes e historias que han sido da?inas e intolerantes. Asumo toda la responsabilidad por los mismos¡±, admiti¨® la brit¨¢nica, y continu¨®: ¡°No debe ser f¨¢cil ser un trabajador negro en Vogue, y sois muy pocos. S¨¦ que no basta con decir que lo haremos mejor, pero lo haremos. Y por favor, sabed que valoro vuestras voces y vuestras respuestas a medida que avanzamos. Estoy a la escucha y me gustar¨ªa o¨ªr vuestros comentarios y sugerencias si dese¨¢is compartirlos¡±.
Ahora un amplio art¨ªculo publicado en The New York Times (NYT), revela que algunos empleados negros de Vogue han preferido hablar con la publicaci¨®n bajo el paraguas del anonimato que hacerlo con su editora jefa. Entre las 18 personas negras que han hablado con el diario estadounidense la conclusi¨®n es que el perfil del empleado ideal de Vogue estaba muy claro: alguien delgado, blanco, de familia adinerada y educado en escuelas de ¨¦lite. Un exmiembro negro del personal de la revista de moda manifiesta a NYT: ¡°La moda es una mierda, as¨ª es como se supone que debe ser. Pero en Vogue cuando se eval¨²a una sesi¨®n o un determinado estilo, dec¨ªamos: ¡®Esto es Vogue o esto no es Vogue¡¯ y lo que significaba realmente era: delgado, rico y blanco. ?C¨®mo trabajas en ese ambiente?¡±.
Once de los trabajadores consultados han opinado que Anna Wintour ya no deber¨ªa estar a cargo de Vogue y tendr¨ªa que abandonar su puesto de l¨ªder editorial de Cond¨¦ Nast. Una opini¨®n que relacionan con correos electr¨®nicos de Wintour en los que utiliza un t¨¦rmino ofensivo para referirse a los negros y controversias con incidentes de apropiaci¨®n cultural, como utilizar a la modelo Karlie Kloss para representar a una geisha en una sesi¨®n de fotos, o minimizar la importancia de un art¨ªculo poco afortunado publicado en la revista que analizaba la aparici¨®n de Kendall Jenner con dientes de oro falsos en un evento y lo relacionaba con un posible beso de su supuesto novio, el rapero negro ASAP Rocky. La mayor¨ªa de los entrevistados coinciden en que el racismo al que se enfrentaron fue sutil pero contundente. Y la principal acusaci¨®n que comparten es que Anna Wintour cre¨® un entorno de trabajo que margina especialmente a las mujeres negras, hasta el punto de que algunos empleados hablan de que se vieron en la necesidad de crearse una especie de alter ego laboral y que adaptaban su vestimenta y su forma de presentarse para ser m¨¢s acordes a las exigencias de la editora, en un ejercicio diario que califican de ¡°mentalmente agotador¡±.
La editora tambi¨¦n cuenta con apoyos poderosos entre empleados que afirman que Cond¨¦ Nast ha realizado cambios positivos y que Wintour ha ascendido a personas negras a puestos importantes dentro de la estructura. Tambi¨¦n con las declaraciones a su favor de la modelo Naomi Campbell que apareci¨® en la portada del n¨²mero de septiembre de 1989: ¡°Ella ha sido un factor muy importante en mi carrera y en mi vida, ha sido honesta y luch¨® por m¨ª para conseguir esa portada¡±. El hecho es que los enfrentamientos dentro de la empresa han provocado la dimisi¨®n de editores clave y la promesa del editor ejecutivo, Roger Lynch, y de la propia Wintour de cambiar las pr¨¢cticas de contrataci¨®n. Pero las cifras sobre las escasas portadas con personas de color ¨Csolo tres de 81 entre 2000 y 2005, un dato que Cond¨¦ Nast ha dicho haber mejorado afirmando que entre 2017 y 2020, el 32% de las portadas de Vogue han incluido a mujeres negras¨C y manifestaciones como la de Andr¨¦ Leon Talley, quien fue otro de los grandes en Vogue, lo cuestionan. Talley, que dej¨® la revista en 2013 tras un enfrentamiento con Wintour manifest¨® entonces: ¡°Ella forma parte de un ambiente colonial. No creo que jam¨¢s deje que nada se interponga en su privilegio blanco¡±. Actualmente otro negro prominente del grupo, Edward Enninful, director del Vogue brit¨¢nico desde 2017, es se?alado como sucesor potencial de Wintour en la edici¨®n estadounidense pero tambi¨¦n como uno de los editores de cabecera del grupo que no tienen lo que se dice una relaci¨®n fluida con la reina Anna.
Wintour no se ha limitado a responder con palabras a las acusaciones de racismo y lo ha hecho con hechos en el n¨²mero de septiembre de la revista, el m¨¢s importante del a?o. ?C¨®mo? Llenando sus 316 p¨¢ginas de artistas, modelos y fot¨®grafos negros y utilizando un t¨ªtulo que suena a declaraci¨®n de intenciones, Hope. La misma esperanza que puede que ella tenga de poder redimirse ante quienes se ha retratado como s¨ªmbolo del racismo m¨¢s elitista y para quienes opinan que el gesto realizado ahora en la revista es solo una disculpa hip¨®crita y calculada.
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