El cuestionado valor de Cantora, la finca que enfrenta a Kiko Rivera con su madre Isabel Pantoja
Hipotecas y ¨®rdenes de embargo pesan sobre la propiedad con escaso valor para el cultivo, que se us¨® para dar de pastar a reses bravas y ahora se arrienda como coto de caza
Se ha convertido en el centro de la batalla entre Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera, y aunque todo el mundo habla de ella, es un b¨²nker aislado. En Cantora, la finca que su entonces marido, Francisco Rivera Paquirri, compr¨® en 1983, impera una calma tensa. Solo se oye el ruido de los coches que pasan por la carretera comarcal A-396 entre Medina Sidonia y Barbate (C¨¢diz). Tampoco hay movimiento de personas, salvo algunos periodistas que hacen guardia bajo el sol. Ninguno de los trabajadores entra o sale, por orden de Pantoja.
La finca est¨¢ ubicada en el t¨¦rmino municipal de Medina Sidonia. Paquirri la fue ampliando progresivamente hasta alcanzar las 380 hect¨¢reas. ¡°El terreno es muy malo para el cultivo, aqu¨ª todos saben que las tierras las ha tenido alquiladas durante mucho tiempo para ganado¡±, cuenta un vecino de esa localidad gaditana que conoce la situaci¨®n de Cantora, informa Jes¨²s Ca?as. Durante muchos a?os el ganadero ?ngel Vilari?o tuvo buena parte de los terrenos de Cantora arrendados para dar de pastar a sus reses bravas. En 1990, los Vilari?o adquirieron otra finca aleda?a que tambi¨¦n era propiedad del diestro, El Guatito, y alquilaron 360 hect¨¢reas de Cantora, que explotaron durante 20 a?os, seg¨²n ha contado el hijo del empresario, David, en varios medios de comunicaci¨®n.
Como todo lo que rodea no solo a la finca que sirve de refugio a la tonadillera, sino a la herencia de Paquirri, hay claroscuros sobre cu¨¢nto se pag¨® o los beneficios que report¨® esa transacci¨®n. Algunos medios informan de que en las escrituras de la compra de El Guatito y la ganader¨ªa del torero se abonaron 105 millones de las antiguas pesetas. Este diario ha tratado de ponerse en contacto con la familia Vilari?o, sin ¨¦xito. El tasador agr¨®nomo Gonzalo Brezmes dio detalles sobre la extensi¨®n y valor de la parcela en Telecinco. De la superficie actual de la finca solo 96 hect¨¢reas se destinan al cultivo de cereales en secano y el resto son terrenos para el pasto del ganado.
Seg¨²n el tasador, la calidad de los terrenos no es muy buena, y si se alquilara para su uso ganadero, el importe aproximado anualmente ser¨ªa de 20.000 euros. En Medina Sidonia, donde era habitual cruzarse con Paquirri, algunos vecinos sostienen que en Cantora ahora pastan los toros de N¨²?ez del Cuvillo, pero desde la ganader¨ªa aseguran que nunca han utilizado esos terrenos para criar a sus reses, informa Antonio Lorca.
Al igual que Tara a Escarlata O?Hara o Manderley a Rebecca, Cantora es indisociable de Isabel Pantoja. Y aunque forme parte ya del imaginario colectivo, todo lo que pasa entre sus muchas m¨¢s de cuatro paredes tiene un halo turbio. Ah¨ª se refugi¨® la tonadillera cuando falleci¨® el torero; de ah¨ª sali¨® camino de la c¨¢rcel de Alcal¨¢ de Guada¨ªra para cumplir su condena de dos a?os por blanqueo de capitales y all¨ª se encerr¨® cuando recuper¨® la libertad. Tambi¨¦n es el lugar en el que se confin¨® durante los peores meses de la pandemia. La vivienda tiene gimnasio, sauna, bodega, trastero, caballerizas, garajes, oficinas, gallinero y perreras, seg¨²n consta en el inventario de los bienes del torero que se realizaron tras su muerte en 1984. Tambi¨¦n muchas habitaciones cerradas y llenas de recuerdos, entre ellos los trastos de matar que el diestro leg¨® a sus dos hijos mayores, Francisco y Cayetano, y que 36 a?os despu¨¦s de abrirse el testamento a¨²n no han recibido. Su hallazgo este verano por parte del hijo de la tonadillera ha sido la puntilla que ha azuzado la guerra familiar.
Los 1.200 metros cuadrados construidos, que incluyen naves y una plaza de toros, se valoran en unos cinco millones de euros, asegura Brezmes. Adem¨¢s de la explotaci¨®n ganadera, la finca tambi¨¦n se utiliza como coto de caza. ¡°Con lo que saca dinero es con el coto de caza, que lo tiene arrendado¡±, comenta un vecino en la Venta La Cabrala, a tres kil¨®metros de Cantora. De hecho, los terrenos de Cantora son uno de los cotos de caza menor m¨¢s privilegiados de Andaluc¨ªa, coinciden varios expertos consultados. Pantoja sol¨ªa acompa?ar a Paquirri cuando sal¨ªa a cazar, un h¨¢bito que luego retom¨® durante su relaci¨®n con Juli¨¢n Mu?oz. Ella misma ha sido cazada en alguna ocasi¨®n por los paparazis disparando conejos o perdices en Cantora. El propio David Vilari?o, en 2001, sufri¨® un accidente mientras estaba en una cacer¨ªa en la finca que entonces explotaba su familia.
Pese al ruido medi¨¢tico que la rodea, Cantora permanece herm¨¦tica. En su interior, a la cantante solo le acompa?a su madre, do?a Ana, su hermano, Agust¨ªn, y un muy reducido grupo de empleados. Fuera, en el muro de entrada, resiste, como una muestra de aliento, una pintada de agosto de este a?o: ¡°La m¨¢s grande de Espa?a¡±.
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