La ¡®abuela¡¯ negra de Isabel II de Inglaterra

Netflix lo ha vuelto a hacer. Una serie de su factor¨ªa ha disparado de nuevo la fascinaci¨®n por una reina brit¨¢nica y reabierto el debate sobre la raza en la Casa Windsor. No se trata de Isabel II y la pol¨¦mica por la dramatizaci¨®n de su vida en The Crown, ni tampoco Meghan Markle, una actriz birracial recibida, en su d¨ªa, como un soplo de aire fresco en una de las monarqu¨ªas m¨¢s antiguas de Europa. Cuando el d¨ªa de Navidad se estren¨® Los Bridgerton, una de sus apuestas recientes m¨¢s potentes, muchos espectadores se preguntaron si la elecci¨®n de una int¨¦rprete negra para encarnar a la reina Carlota era una licencia m¨¢s de la plataforma de streaming. Esta vez, sin embargo, el gigante de ficci¨®n habr¨ªa elegido ser fiel a la Historia, o al menos a la interpretaci¨®n de una amplia corriente de acad¨¦micos, que mantienen que la esposa de Jorge III era mestiza.

Aunque la soberana no es la protagonista de la serie, que refleja las luces y las sombras de los bailes de debutantes en el Londres de los tiempos de Regencia, su vida ofrece material para varias temporadas. Para los no iniciados, Bridgerton est¨¢ ambientada en 1813, dos a?os despu¨¦s de que la precaria salud mental de Jorge III lo apartase del trono, en favor de su primog¨¦nito, quien en 1820 se convertir¨ªa en Jorge IV.

La reina Carlota es, de hecho, uno de los platos fuertes de la adaptaci¨®n televisiva, ya que no aparece en las novelas en las que se basa. Su escritora, Julia Quinn, no solo ha apoyado la incorporaci¨®n, sino sobre todo la decisi¨®n ¡°consciente¡± de Netflix de elegir a una actriz negra, Golda Rosheuvel, para darle vida. No en vano, la disputa sobre su color sigue dividiendo hoy en d¨ªa a los expertos, pero tanto los retratos que existen de ella, que muestran una tez m¨¢s oscura, as¨ª como el cabello rizado, como referencias de personajes destacados de la ¨¦poca, evidencian rasgos de origen africano.

El estudio m¨¢s pormenorizado de su ¨¢rbol geneal¨®gico, el que mostrar¨ªa, efectivamente, la ascendencia negra, corresponden al historiador estadounidense Mario de Vald¨¦s y Cocom, quien inici¨® sus pesquisas en1967. Su investigaci¨®n logr¨® rastrear los antepasados de Carlota hasta llegar a Margarita de Castro e Souza, una arist¨®crata del siglo XV que descender¨ªa del hijo ileg¨ªtimo del rey Alfonso III de Portugal y su amante, Ouruana, que muchos acad¨¦micos creen que era un mora de raza negra, procedente del norte de ?frica.

Entre las pruebas que sostienen su teor¨ªa figura el hoy desafortunado t¨¦rmino del m¨¦dico real, que hab¨ªa empleado la palabra ¡°mulata¡± para describir la apariencia de la reina, as¨ª como los estereotipos racistas empleados por un primer ministro de la ¨¦poca, que habr¨ªa escrito que ¡°su nariz es demasiado ancha y sus labios, demasiado gruesos¡±.

Otros, sin embargo, consideran que la distancia generacional es tal que hace virtualmente imposible que heredase los rasgos y vi?etas de por entonces que en la actualidad guarda el Museo Brit¨¢nico no reflejan ning¨²n indicio que invite a pensar que era mestiza. Tampoco sorprender¨ªa, no obstante, que cualquier particularidad hubiese sido obviada por los artistas contempor¨¢neos y la propia casa real no ha querido zanjar el debate, en la ¨²nica ocasi¨®n en la que se posicion¨®. Un portavoz oficial declar¨® que se trata de una cuesti¨®n ¡°rumoreada durante a?os y a?os y es un asunto para la historia¡±.

Y analiz¨¢ndola, su vida, de hecho, resulta fascinante m¨¢s all¨¢ de su color de piel. Nacida Sof¨ªa Carlota de Mecklenburg-Strelitz , hija de un duque y una princesa alemanes, se convirti¨® en reina de Gran Breta?a e Irlanda a los 17 a?os, tras casarse con Jorge III en Londres, apenas seis horas despu¨¦s de conocerse, seg¨²n la p¨¢gina web de la Familia Real. Esta premura a la hora de contraer matrimonio no afect¨® a la felicidad de la pareja, al menos, no en los primeros 25 a?os, de acuerdo con Historic Royal Palaces, si bien los problemas mentales de su esposo acabar¨ªan haciendo mella en la relaci¨®n.

Conocido como El Rey Loco, Jorge III tuvo que ser depuesto, pero Carlota siempre le mostr¨® fidelidad. Fueron padres de 15 hijos y se convirtieron en aut¨¦nticos mecenas de las artes, con el monarca como uno de los cofundadores de la Royal Academy of the Arts (Real Academia de las Artes), una de las grandes instituciones brit¨¢nicas, y su pasi¨®n compartida por la m¨²sica. La propia Carlota cant¨® junto a Mozart cuando, con ocho a?os, el compositor austr¨ªaco visit¨® Inglaterra y el primer baile de debutantes se organiz¨® en su honor.