?Ataque al coraz¨®n!
Alejada del coraz¨®n de la pol¨ªtica, Roc¨ªo Carrasco anunci¨® en Mediaset su nueva pol¨ªtica: se prepara un documental sobre su verdad

El lunes estaba yo maquillado por la maravillosa Patricia, h¨¢bilmente microfonado por los t¨¦cnicos de TVE, esperando junto a mis compa?eros tertulianos para discutir y revisar c¨®mo nos sent¨ªamos ante la separaci¨®n de Iker Casillas y Sara Carbonero, cuando de repente todo empez¨® a moverse en nuestro plat¨®. No fue un terremoto, porque en Madrid solo se dan en pol¨ªtica pero la sensaci¨®n fue id¨¦ntica. A un tertuliano pol¨ªtico que ya hab¨ªan despedido lo volv¨ªan a microfonear. Los monitores por donde seguimos el directo en nuestra secci¨®n se giraban y eran trasladados a toda prisa (menos mal que tienen ruedas) hacia el otro set, no menos serio, de pol¨ªtica. Tuve una corazonada: el rey em¨¦rito ha regresado repentinamente. ?Nada que ver! Pablo Iglesias acababa de anunciar su candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid y la pol¨ªtica provocaba as¨ª un fulminante ataque de coraz¨®n a la prensa rosa.
Hay que asumirlo. No es tan f¨¢cil. Los nuevos famosos y los nuevos contenidos son los pol¨ªticos. Por eso se empe?an en ser j¨®venes, llevar melenas, hablar de ellos todo el tiempo y ser esencialmente protagonistas antes que idealistas o gestores. Desde mi carrerita de tertuliano rosa en jaque no lo puedo ver de otra manera. No es que imiten a S¨¢lvame en el Congreso, es que son el combustible para casi todos los shows. Por eso me alivi¨® I?igo Errej¨®n, cuando consigui¨® introducir un debate sobre las enfermedades mentales agravadas por la pandemia en medio del espect¨¢culo narcisista de sus compa?eros diputados. Aunque noble y profesional gesto, no cambi¨® mucho las cosas. El nuevo chisme, el nuevo an¨¢lisis de conducta, fue el comentario idiota de: ¡°?Vete al m¨¦dico!¡±, hecho por otro diputado. La nueva informaci¨®n sobre nosotros, c¨®mo somos, de d¨®nde venimos y, sobre todo, qu¨¦ nos ponemos est¨¢ en la pol¨ªtica. Ya no en el coraz¨®n.
En cierta manera, me alivia que Sara e Iker atraviesen su separaci¨®n menos perseguidos que otros. Agradezco que no tuve que hablar de ellos porque me puse al hilo de la supuesta filtraci¨®n de una conversaci¨®n ¨ªntima de Casillas, que podr¨ªa haber detonado la ruptura, pero como en ?Hola! dec¨ªan ¡°la filtraci¨®n del portero¡±, entend¨ª que hab¨ªa sido el portero del inmueble donde vive la pareja y no la profesi¨®n, vaya por Dios, del futbolista. ?Es que son tantos datos! Iker y Sara son una historia de amor de cuando ¨¦ramos mejor pa¨ªs. Ganamos el Mundial, nadie pensar¨ªa que llegar¨ªamos a estar divididos entre comunismo y libertad. O que la pol¨ªtica se convertir¨ªa en coraz¨®n.
Con esta mochila encima, suger¨ª a mis amigos que estas elecciones hay que vivirlas con ¨¢nimo. Casi como si fueran una fiesta, siendo en Madrid, como un San Isidro adelantado. Defiendo esta postura porque una de las bases del auge del populismo es convertirlo todo en trascendente. A m¨ª me pone nervioso lo trascendente, porque soy un esclavo de la frivolidad y reconozco que ha sido una esclavitud bien disfrutada. Muy bien disfrutada. Quiz¨¢s deber¨ªa enseriarme un poco, pero no deja de inquietarme que me hagan enseriar unas se?or¨ªas que est¨¢n todo el d¨ªa hablando de s¨ª mismos. Y que cuando viene alguien como Errej¨®n a pedir una colaboraci¨®n en pro de la sociedad, le gritan: ¡°?Vete al m¨¦dico!¡±.
Alejada del coraz¨®n de la pol¨ªtica, Roc¨ªo Carrasco anunci¨® en Mediaset su nueva pol¨ªtica: se prepara un documental sobre su verdad. A muchos les result¨® curioso que lo hiciera precisamente en la cadena donde m¨¢s la han golpeado. Pero es un s¨ªntoma de esta nueva ¨¦poca. Precisamente, all¨ª donde m¨¢s te atacan, es donde mejor puedes defenderte y seguir alimentando la pol¨¦mica. Espero que los asesores de Ayuso e Iglesias sintonicen con este documental. Y que el coraz¨®n tenga oportunidad de demostrar su divina importancia y que la pr¨®xima noticia bomba no me desaloje tan abruptamente del plat¨®.
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