Cuatro vicepresidentas
Es momento de curar nuestra mala educaci¨®n machista. La mujeres ya no est¨¢n solas
Cuatro vicepresidentas flanquean al presidente del Gobierno en una foto hist¨®rica. De inmediato la imagen, con todos sus protagonistas dando la espalda al fot¨®grafo y ascendiendo por las escaleras del Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno, me record¨® aquella imagen de la entonces princesa Letizia recibiendo a Carla Bruni, entonces primera dama de la Rep¨²blica Francesa, y que fue tan criticada porque parec¨ªa sexista, al incluir en sus objetivos las espaldas y traseros de las dos protagonistas. S¨ª, era sexista. S¨ª, ten¨ªan raz¨®n las mujeres que elevaron su queja ante esta imagen. S¨ª, la nueva imagen de cuatro vicepresidentas escoltando a su presidente masculino vuelve a abrir el debate, vuelve a poner en primera plana los alcances y logros que han conquistado las mujeres como colectivo y tambi¨¦n plantea un tema muy moderno: ?retratan mejor nuestras espaldas que el frente? Yo pienso que s¨ª, que la espalda es la nueva cara y que se ha vuelto obsoleta aquella frase de que a partir de una edad hab¨ªa que escoger entre cara o culo. Se acab¨®, no hay nada que escoger. Tanto cara como culo son importantes, retratan y hay que saber conservarlos. Y usarlos.
Desde luego que ser¨¦ feliz cuando los cinco personajes de la foto sean todos mujeres. Pero de momento, celebro esta imagen. Porque tambi¨¦n permite comentar indumentaria, cargo, importancia, acierto y error de todos los que aparecen en la fotograf¨ªa. Opino que Nadia Calvi?o es la mejor vestida de todo el conjunto y que Pedro S¨¢nchez ha cambiado el paradigma mediterr¨¢neo de combinar zapatos avellana con trajes azules. ?l lleva zapato negro de cord¨®n, porque la verdad que un presidente en mocasines o zapatillas puede generar m¨¢s polarizaci¨®n al pim pam pum pol¨ªtico. Y, qu¨¦ duda cabe, tiene una espalda y cintura en forma triangular que contribuye a cambiar el paradigma sobre el culo masculino: tambi¨¦n retrata, tambi¨¦n hay que presentarlo bien y con el respeto que se merece. En c¨ªrculos conservadores, que siempre est¨¢n cerca, me han dicho que el estilismo presidencial lo lleva Bego?a, su esposa. Creo que ese tipo de aseveraci¨®n correr¨¢ la misma suerte de la frase de elegir entre culo y cara.
La tecnolog¨ªa nos ha vuelto m¨¢s mirones. Y al hacernos m¨¢s mirones, vemos informaci¨®n por todas partes. Me est¨¢ pasando que veo a Antonio David Flores, quiera o no, por todas partes. En efecto se ha convertido en el gran protagonista en su nuevo rol como el villano nacional. Tambi¨¦n me pasa que recuerdo horas de televisi¨®n a su lado, fuimos colaboradores en Cr¨®nicas Marcianas de Telecinco y siempre detect¨¦ su estrategia de querer revelar a nosotros, el p¨²blico, el inmenso culebr¨®n en que se hab¨ªa convertido la vida y familia de Roc¨ªo Jurado, eso que ¨¦l hab¨ªa presenciado desde dentro, como una especie de venganza y negocio. Ahora, dos d¨¦cadas despu¨¦s, entendemos que esa estrategia combinaba tanto dolor como manipulaci¨®n y que descubrirlo, por su exhibici¨®n, empuja a las mujeres a saber definir mejor y m¨¢s r¨¢pido la agresi¨®n. Las llamadas al tel¨¦fono de ayuda 016 aumentaron un 40% tras la emisi¨®n de los cap¨ªtulos de la docuserie sobre el caso de Roc¨ªo Carrasco. Y considero torpe ningunear este resultado. Por eso seguir¨¦ los siguientes cap¨ªtulos pensando en lo que hemos hecho sufrir a mujeres como Carmina Ord¨®?ez (que tambi¨¦n acudi¨® a Cr¨®nicas Marcianas) que se atrevieron a expresar su problema, a mostrar su herida y los programas no supieron, no supimos, defenderlas de las cr¨ªticas que recibieron. A Carmina se la acus¨® de ¡°fr¨ªvola ante un tema muy serio¡±, o que se lucraba con su intimidad, impidi¨¦ndole esa reparaci¨®n que buscaba. Cuando lo m¨¢s importante de una herida es la cicatriz.
Ahora que hay cuatro vicepresidentas es momento de curar nuestra mala educaci¨®n machista. La mujeres ya no est¨¢n solas. Tenemos a cuatro de ellas en el Gobierno.
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