La nueva vida en Madrid de Sara Carbonero: ¡°Me apunto a un bombardeo¡±

Lleva la profesi¨®n en la sangre, no lo puede negar. Ojea las fotos que acaba de sacarle la fot¨®grafa, le gustan; est¨¢ pendiente de la libreta de la periodista y del m¨¢s m¨ªnimo movimiento del bol¨ªgrafo; y hasta sugiere al acabar una frase que acaba de dar el titular de la entrevista. Sara Carbonero est¨¢ contenta, serena, tranquila, con un cierto halo de felicidad. No atiende demasiado a los medios; su reciente separaci¨®n de Iker Casillas, al que llevaba unida m¨¢s de una d¨¦cada, la ha situado demasiado en el disparadero como para enfrentarse a casi cualquier cosa que tenga que ver con la prensa. Todo ello aderezado con una vuelta a Espa?a despu¨¦s de cinco a?os fuera y con un c¨¢ncer del que se est¨¢ recuperando.

Aun as¨ª, se sienta a hablar cuando el proyecto que trae entre manos le ilusiona. Y tiene varios que le queman, de los que est¨¢ deseando contar y explicar. Uno de ellos es lo que la trae hasta aqu¨ª: el nuevo proyecto de su firma de moda Slow Love, que mont¨® hace cinco a?os con su amiga y socia Isabel Jim¨¦nez. ¡°Aquello que nos imaginamos en una comida de amigas en el comedor de Telecinco...¡±, recuerda. Aquello se ha convertido en una empresa en toda regla que ahora las socias han vendido al grupo Tendam (propietario de Springfield, Woman¡¯ Secret, Pedro del Hierro o Cortefiel, donde se podr¨¢ comprar, adem¨¢s de a trav¨¦s de su propia web) pero de la que siguen manteniendo por completo el control creativo. De hecho, la colecci¨®n de primavera que cuelga en los percheros alrededor de la presentadora (y de su socia, que esa tarde tambi¨¦n merodea por las oficinas de la firma) son puro Carbonero: es el tipo de ropa que le gusta, que viste a diario y que la ha llevado a convertirse en un icono del estilo patrio con casi tres millones de seguidores en Instagram.

Ella se siente ¡°muy contenta y con emoci¨®n¡± de que este proyecto ¡ªla primera colecci¨®n tras la uni¨®n con Tendam, que se firm¨® hace escasas semanas¡ª vea la luz. ¡°Es nuestro ni?o¡±, dice cari?osamente de Slow Love (que significa ¡°amor lento¡±), y de ello se quedan ahora ¡°con la creaci¨®n, con la parte m¨¢s bonita¡±. ¡°Era un sue?o y ahora que lo estamos viendo de verdad estoy muy feliz¡±, explica sobre ese proyecto al que le ha puesto tanta ilusi¨®n, que siempre vio ¡°diferente, como todo un estilo de vida¡±. ¡°Cuando creamos la marca no sab¨ªamos muy bien qu¨¦ iba a pasar, pero lo mejor es que no hemos perdido nada de identidad. No solo en los dise?os sino en todo el proceso, la fabricaci¨®n, unos valores que nos empe?amos en mantener: la sostenibilidad, el compromiso con la naturaleza¡±. Y por supuesto, que tuviera su esencia: ¡°Me lo pondr¨ªa todo¡±, dice mirando las prendas amarillas, blancas, coloridas. ¡°Hay ganas de calor, de verano, de normalidad. Tenemos todos la tristeza instaurada y esto te ilusiona, te anima¡±.

Reconoce que durante su lustro en Oporto fue complejo gestionar la firma, y que lo hizo con ¡°reuniones, muchas¡± con su socia, a base de videollamadas. ¡°Cuando me fui a vivir a Portugal era dif¨ªcil. Pero este es un momento muy bueno, ha coincidido con mi vuelta y me apetece. Tengo ganas, pero es que tengo ganas de todo. ?Me apunto a un bombardeo!¡±, se r¨ªe. ¡°Este es un buen momento, hay veces que estamos como en una etapa m¨¢s para adentro y otras, ahora, que estamos m¨¢s en explosi¨®n. A ver cu¨¢nto dura¡±.

A Carbonero le sobran buenas palabras para su socia, Isabel Jim¨¦nez, a la que considera ¡°una muy buena persona¡±, adem¨¢s de ¡°muy inteligente¡±, y con la que comparte filosof¨ªa y valores. ¡°Ella es el cerebro de esto y la art¨ªfice de que estemos hoy aqu¨ª, en esta uni¨®n con Cortefiel. Se le meti¨® en la cabeza. Es optimista por naturaleza, sue?a a lo grande. Yo le doy un poco el contrapunto¡±, r¨ªe, reconociendo que ella tiende a poner los pies en el suelo. Por eso se llevan tan bien, porque son puro equilibrio. ¡°Nunca nos hemos peleado, la verdad¡±, reflexiona. ¡°Es mi copiloto perfecto de vida ahora mismo. Es buena socia, buena comadre y buena amiga¡±. Cuenta que es clave en su vida profesional pero, sin querer entrar en detalles y dando por asumida su situaci¨®n, ¡°para los personales es todav¨ªa m¨¢s importante¡±.

La comunicadora compagina este trabajo con su nueva etapa en Radio Marca y tambi¨¦n con su familia, cosa que hace ¡°como tantas, tant¨ªsimas mujeres¡±. ¡°Y probablemente yo con m¨¢s suerte porque tengo ayuda en casa¡±, reflexiona. ¡°Quitando horas de sue?o; aunque ahora me cuido m¨¢s y el sue?o es importante. Lo que pasa es que lo que hago tiene visibilidad, pero es lo mismo que ocurre con cualquier mujer que trabaja. ?Me apa?o!¡±, r¨ªe. Cuenta que sus jornadas van variando, pero que suele llevar a sus hijos, Lucas y Mart¨ªn, al colegio, y que trata de recogerlos adem¨¢s de pasar con ellos ¡°el m¨¢ximo tiempo de calidad¡±. ¡°Estamos en una ¨¦poca muy casera, como acabamos de mudarnos disfrutando un poco de la familia... pero casi no podemos vernos¡±, explica.

El proyecto que la ilusiona es su retorno a la radio donde empez¨®, en lo que est¨¢ muy enfocada. ¡°Empec¨¦ hace 15 a?os, ah¨ª, como una becaria. Volver fue un poco locura, me lo propuso un compa?ero. En la misma t¨®nica de fluir y de ¡®me apunto a todo¡¯ vi que Radio Marca era el sitio, porque era casa. No quiero estr¨¦s. Lo de volver a un lugar conocido lo estoy disfrutando como una ni?a¡±. Sobre todo le encanta poder hacer entrevistas con muchos amigos, como David Cantero o Pedro Piqueras, ¡°al que enga?¨¦¡±, r¨ªe, y tambi¨¦n a muchos m¨²sicos, ya sean m¨¢s o menos conocidos.

Porque la m¨²sica es su pasi¨®n. Como tambi¨¦n lo es viajar, o el mar, que adora tras su etapa lusa. ¡°Me provoca mucha saudade¡±, reconoce, pese a ser ella ¡°muy manchega¡±. ¡°Mi sitio est¨¢ en Madrid por mil motivos, pero vivir en una ciudad como Oporto, con esa calidad de vida, con otro ritmo... te hace dudar. Eso s¨ª que es slow love, slow life [vida lenta]¡±. La pandemia, afirma, se le est¨¢ ¡°haciendo bola¡± y solo pide ¡°que acabe todo esto¡±. ¡°E irnos un finde, como antes, cuando no lo valor¨¢bamos¡±, sobre todo ahora, despu¨¦s de que la salud, como la de su abuela de 96 a?os, ya est¨¢ asegurada con la vacuna. Eso quiere: escapadas de fin de semana, mar y conciertos. Es lo que m¨¢s echa de menos. ¡°?Hasta las multitudes!¡±, afirma. Tiene todos los ingredientes para apuntarse, pr¨®ximamente, a cualquier bombardeo.