Miguel y Bos¨¦

Unos d¨ªas antes de la emisi¨®n de la entrevista entre Jordi ?vole y Miguel Bos¨¦, el propio Bos¨¦ envi¨® un whatsapp a un amigo com¨²n recomend¨¢ndole que no lo viera solo. Que mejor lo hiciera en compa?¨ªa. Pero por las restricciones y cierres perimetrales a ra¨ªz de la pandemia, este amigo no pudo hacerlo con nosotros. Sin embargo, la advertencia nos hizo sonre¨ªr. Puro humor Bos¨¦. Y una extraordinaria capacidad de generar expectativa. En ese sentido, la primera parte de la entrevista no defraud¨®. Durante toda la emisi¨®n constat¨¦, una vez m¨¢s, que Miguel Bos¨¦, esa persona compuesta de dos, Miguel y Bos¨¦, sigue siendo un maestro del espect¨¢culo. Y que para desnudarse, puedo confirmar, que no existe mejor lugar que la televisi¨®n. Un striptease siempre llama la atenci¨®n.

Me halag¨® que ?vole recuperara una entrevista m¨ªa a Bos¨¦ donde ¨¦l explicaba que era dos, Miguel y Bos¨¦, casi al final. M¨¢s me gust¨® que ¨¦l respondiera a Jordi que de momento la batalla la va ganando Miguel y perdiendo Bos¨¦. En las redes sociales muchos se llevaban, otra vez, las manos a la cabeza ante la afirmaci¨®n de que se hab¨ªa desprendido de sus adicciones sin ayuda alguna, por el mismo. Bueno, Miguel y Bos¨¦ tienen una voluntad de hierro. A m¨ª me atrajo m¨¢s el reconocimiento de esos casi veinte a?os ¡°salvajes¡±, que, haciendo c¨¢lculos, coinciden con lo mejor de su producci¨®n musical, incluyendo XXX y Bajo el signo de Ca¨ªn. A?os de una vida muy p¨²blica, llena de inter¨¦s precisamente por esa mezcla de misterio, intimidad y espect¨¢culo y esc¨¢ndalo. En esos a?os, Miguel fue ¡°matado¡± varias veces, la m¨¢s conocida cuando varios periodistas aseguraron haberlo visto muerto por sida en un hospital madrile?o. Hubiera preferido que la charla ahondara m¨¢s en esto y en la relaci¨®n de Miguel con sus padres. Ese esfuerzo innato por no permitir a dos figuras tit¨¢nicas como su padre, el torero m¨¢s c¨¦lebre de su tiempo y Luc¨ªa Bos¨¦, una mujer poderosa, adelantada a su tiempo, que no le dejaran ser ¨¦l mismo. Muchos hijos de figuras similares jam¨¢s alcanzan a desprenderse del ¡°es hijo de¡±. Miguel, o Bos¨¦, convirtieron a Domingu¨ªn y a La Bos¨¦, en ¡°padres de¡±.

Desde el primer minuto compart¨ª con ?vole la preocupaci¨®n de entrevistar a un amigo en un momento cr¨ªtico para su figura. Me pareci¨® que Miguel y Bos¨¦ pensaban igual. Y, de nuevo, ambos permitieron que el escenario dominara la narraci¨®n. La Ciudad de M¨¦xico, desde las alturas, tan contaminada como avasallante. Y ¨¦l vestido de negro, con ¡°el mejor perfil de hombre de Europa¡±, como reconoci¨® Luz S¨¢nchez-Mellado en Twitter. Es muy dif¨ªcil resistirse a ese control esc¨¦nico. Te envuelve y termina por convencerte. Me habr¨ªa gustado decirle a ?vole al o¨ªdo: ¡°No solo lo hace Bos¨¦ sino que Miguel tambi¨¦n¡±. Igual que hizo Diana de Gales en su hist¨®rica entrevista, cuando alguien muy seductor y popular te tiene enfrente, dejas de tener control sobre ¨¦l y es su poder el que lleva el relato.

Miguel y Bos¨¦, insisto, saben administrar como nadie su verdad. Fue muy sincero cuando habl¨® de su voz, ¡°que viene y se va¡±. Reconoci¨® que ha vivido unos a?os emocionalmente cargados en los que, curiosamente, encontr¨® el verdadero amor: sus hijos. Si la atenci¨®n no hubiera estado tan centrada en su reciente proceso judicial, ?vole podr¨ªa haber descubierto algo m¨¢s de ese hijo que se realiza completamente cuando cierra el c¨ªrculo y se hace padre. Un evento, una parte de su vida que, por cierto, Miguel Bos¨¦ mantuvo oculto a casi todas sus amistades cercanas sin ofrecer mayores explicaciones que el nacimiento de sus primeros hijos. De muchos de los momentos que he compartido con ¨¦l, jam¨¢s olvidar¨¦ la mirada de amor absoluto entre ¨¦l y su hijo mayor cuando nos lo present¨®. ¡°Es la conexi¨®n m¨¢s pura¡±, me dijo. La misma sensaci¨®n me dio cuando en la entrevista defini¨® que un amor se pierde, se acaba cuando se acaba la admiraci¨®n y que muchos espectadores sintieron que eran dirigidas a la relaci¨®n que ha terminado en juicio. Miguel y Bos¨¦ son muy duros de roer. Eso quiz¨¢ podr¨ªa explicar muchas de sus luchas actuales y que veremos en la siguiente entrega.

Miguel y Bos¨¦ hicieron un gran trabajo. Y me fui a dormir m¨¢s tranquilo. El domingo que viene, no s¨¦ si ser¨¢ igual.