Andrew McCarthy: el sue?o roto de una ¡°pandilla de mocosos¡± que acab¨® entre adicciones y fracasos
El actor, que perteneci¨® al grupo de actores llamado ¡®Brat Pack¡¯, cuenta en sus memorias que no ten¨ªa relaci¨®n con otros de su quinta, como Demi Moore o Rob Lowe, y c¨®mo tuvo que pasar por rehabilitaci¨®n
Hollywood es un monstruo que busca ansiosamente talentos para fagocitarlos y, casi con la misma celeridad y fuerza, destruirlos. Generaciones enteras de actores han vivido momentos de gloria para despu¨¦s ser olvidados por la industria y por el p¨²blico, o para ser solo nombres a medio gas, viejas glorias que cayeron demasiado j¨®venes para nunca remontar. Ese es el caso de Andrew McCarthy, uno de los actores con m¨¢s proyecci¨®n de los a?os ochenta que qued¨® en eso, en un proyecto, ni exitoso ni fallido. Uno de tantos nombres m¨¢s que, para la mayor¨ªa, el olvido se trag¨®.
McCarthy fue uno de los integrantes de eso que en los a?os ochenta se vino a llamar Brat Pack, literalmente ¡°la pandilla de mocosos¡± o ¡°malcriados¡±. Una denominaci¨®n que empez¨® en un art¨ªculo de la revista New York Magazine de 1985 como un insulto ante un grupo jovenc¨ªsimo de ocho actores concretos y que acab¨® definiendo a toda una generaci¨®n de esos int¨¦rpretes que triunfaron en ¨¦xitos comerciales de la ¨¦poca. Entre sus cong¨¦neres est¨¢n desde Demi Moore a Rob Lowe, por citar a los m¨¢s conocidos de la lista oficial, que luego se ampli¨® a otros nombres como Kevin Bacon, Sean Penn, Matt Dillon o Matthew Broderick. Ahora, Andrew McCarthy repasa los no tan id¨ªlicos a?os ochenta en un libro entre la cr¨®nica y la autobiograf¨ªa titulado Brat: An ¡¯80s Story (Ni?atos: una historia de los a?os ochenta), que saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo 11 de mayo y que supone una desmitificaci¨®n tras otra.
Lo primero que McCarthy (de ahora 58 a?os) baja del pedestal es a ese grupo que nunca lo fue. Porque para empezar ni siquiera formaban tal pack. Aquella fue ¡°una ¨¦poca sensacional¡±, hab¨ªa dicho en alguna ocasi¨®n, pero ahora tambi¨¦n confiesa que ellos no eran amigos, y que con algunos ni siquiera lleg¨® a coincidir nunca. Aunque reconoce que el concepto Brat Pack les benefici¨®: el poder de esa etiqueta (¡±que era un estigma y se transform¨® en un apodo adorable¡±, explica) alarg¨® la sombra de muchos de ellos, como se lee en un avance del libro publicado por el New York Post.
El grupo se cre¨® al hilo de un par de pel¨ªculas adolescentes de la ¨¦poca: St. Elmo, punto de encuentro (de Joel Schumacher,1985) y El club de los cinco (de John Hughes, 1985). McCarthy apareci¨® en la primera y tambi¨¦n en otra de las cl¨¢sicas de este Brat Pack, La chica de rosa (escrita tambi¨¦n por Hughes, de 1986). En aquel entonces, era un chaval llegado de Nueva Jersey a estudiar en Nueva York tras descubrir su amor por las tablas con una producci¨®n escolar del cl¨¢sico Oliver. Consigui¨® entrar en la Universidad de Nueva York (NYU) con la condici¨®n de mantener unas notas de notable.
Entonces empez¨® a apuntarse a castings, algunos con las nuevas tecnolog¨ªas del momento. En 1983 le pidieron grabar una audici¨®n en una revolucionaria cinta de v¨ªdeo, todo un hito para la ¨¦poca. Cuando le vieron en Los ?ngeles, a los responsables no les gustaba, pero no supieron c¨®mo hacer avanzar la cinta, as¨ª que al final acabaron convencidos, le volvieron a llamar y aquello se convirti¨® en su primer papel y su primer ¨¦xito, Class.
?l pensaba que todo ser¨ªa coser y cantar. Dej¨® de lado sus estudios, baj¨® el nivel y le echaron de la NYU. Pas¨® un a?o sin trabajar, desesperado, a excepci¨®n de un anuncio de Burger King que grab¨® con una entonces jovenc¨ªsima Elisabeth Shue, que poco despu¨¦s triunfar¨ªa en Karate Kid. La invit¨® a tomar algo pero su cita no result¨® y no se vieron nunca m¨¢s.
Por suerte, grab¨® un par de proyectos en 1984 y 1985. Ese a?o y el siguiente llegaron sus dos grandes ¨¦xitos, St. Elmo... y La chica de rosa. Para entonces ya era aficionado al alcohol ¡ªbeb¨ªa desde los 12 a?os¡ª y llevaba fumando marihuana desde el instituto. Al comienzo del rodaje de St. Elmo... los productores le regalaron una botella de vino. Se la llev¨® a casa y se la bebi¨® entera. ¡°Marc¨® la primera vez que beb¨ªa solo¡±, revela en su libro.
En 1987 ¡°beber en exceso era un h¨¢bito pr¨¢cticamente diario¡±, dice, y de hecho ese mismo a?o ya era adicto a la coca¨ªna, que casi le causa un infarto. Cuenta que en el rodaje de Golpe al sue?o americano tuvo que tirarse a una piscina y justo antes hab¨ªa tomado coca¨ªna. El golpe de agua fr¨ªa en el pecho casi le hizo colapsar. Poco despu¨¦s se embarc¨® en un viaje en coche por todo EE UU con dos amigos, bebiendo y consumiendo drogas en hoteles de mala muerte. Un polic¨ªa les dio el alto con el coche en marcha, y a ¨¦l le sali¨® disparada la coca¨ªna que estaba consumiendo por todo el asiento trasero: ¡°El polic¨ªa nos deslumbr¨® con sus luces en el asiento trasero y por toda mi cara. Intent¨¦ parecer como si me acabara de despertar en vez de como si el pecho estuviera a punto de explotarme¡±.
McCarthy hab¨ªa dejado de ser aquel ¡°chaval sosito¡± que John Hughes hab¨ªa descartado para La chica de rosa pero que su coprotagonista, Molly Ringwald, hab¨ªa elegido personalmente porque le gustaba (aunque nunca lleg¨® a hacerse amigo de ninguno de los dos). Tampoco era ya el que una vez intent¨® ligar con ¡°una chica joven mon¨ªsima de pelo corto¡± que result¨® ser Courteney Cox. El alcohol hab¨ªa pasado ¡°de ser una diversi¨®n adolescente a la fuerza dominante¡± en su vida. Pas¨® as¨ª toda la d¨¦cada de los ochenta, hasta que a primeros de los noventa se despert¨® en su apartamento ¡°con una resaca violenta, roto por las convulsiones¡±. Consigui¨® llegar al ba?o, cay¨® de rodillas y llor¨® ¡°por lo que la vida se hab¨ªa convertido¡±.
En 1992 entr¨® en rehabilitaci¨®n para por fin estar limpio durante el resto de su vida. En 1999 se cas¨® con quien hab¨ªa sido su novia del instituto 20 a?os despu¨¦s de su primera cita y tres a?os despu¨¦s tuvieron un hijo, Sam McCarthy, que ha seguido los pasos del padre y ahora es actor de series como Dead to me o C¨®ndor. En 2005 se divorciaron y poco despu¨¦s se uni¨® a Dolores Rice, con quien tiene dos hijos.
Su etapa m¨¢s intensa en el cine acab¨® cuando empez¨® su verdadera vida. A mediados de los noventa aparec¨ªa en pel¨ªculas para televisi¨®n de bajo presupuesto y algunas series de menor calado, aunque sin parar de trabajar en ellas. Ahora lo hace desde el otro lado y con un mayor ¨¦xito: ha dirigido cap¨ªtulos de series como Gossip Girl, Orange is the New Black, Halt and Catch Fire, New ?msterdam o Grace and Frankie. Pero sobre todo se ha centrado en escribir de viajes. Desde hace unos 15 a?os, Andrew McCarthy ha publicado en medios de calado como National Geographic Traveler (donde escribe con frecuencia), la revista The Atlantic o los diarios The New York Times o The Wall Street Journal. De hecho, en 2010 la Sociedad de Escritores de Viajes de EE UU le dio un premio y le nombr¨® Escritor de viajes del a?o. Parece que el mundo estaba deseoso de que lo viera y lo contara, aunque fuera desde un cierto anonimato y no desde la fama de ese Hollywood duro y esquivo.
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