A la modernidad de la joyer¨ªa a trav¨¦s del arte isl¨¢mico
Una exposici¨®n en el Museo de las Artes Decorativas de Par¨ªs analiza la influencia de la artesan¨ªa ¨¢rabe en Cartier
?Qu¨¦ tienen en com¨²n Grace Kelly, Cole Porter y el arte isl¨¢mico? La respuesta pasa por algo tan inesperado como las joyas. Concretamente las de la casa francesa Cartier, que desde principios del siglo XX encontr¨® en la artesan¨ªa, arquitectura y textiles de Persia, India o Armenia inspiraci¨®n para sus dise?os. Un v¨ªnculo que ejemplifica la influencia de esta tradici¨®n en el arte europeo de las d¨¦cadas diez y veinte del siglo pasado, y que ahora explora Cartier y el arte isl¨¢mico: en busca de la modernidad. La exposici¨®n que acoge hasta el 20 de febrero el Museo de Artes Decorativas de Par¨ªs es un proyecto organizado conjuntamente por esta instituci¨®n y el Museo de Arte de Dallas, y que ha contado con la colaboraci¨®n del Louvre para recopilar las m¨¢s de 500 piezas a trav¨¦s de las que se trata de revelar los or¨ªgenes del inter¨¦s joyero por los motivos orientales.
Qu¨¦ lleva a una maison fundada en 1847 y ep¨ªtome del buen gusto franc¨¦s a crear broches que reproducen los arcos de la mezquita de C¨®rdoba es la primera pregunta que responde la muestra y dos de sus comisarias: Evelyne Poss¨¦m¨¦, comisaria jefe de Art Nouveau, Art Dec¨° y antigua y moderna joyer¨ªa del Museo de Artes Decorativas; y Judith H¨¦non, asistente de direcci¨®n del departamento de arte isl¨¢mico del Louvre. ¡°Louis Cartier, el nieto del fundador, buscaba referentes e ideas para sus dise?os. No solo era joyero sino tambi¨¦n anticuario y su tienda, situada en la rue de la Paix, estaba rodeada de comercios de importadores armenios. De ah¨ª, su importante colecci¨®n personal de arte isl¨¢mico¡±, explica H¨¦non. Los libros eran la pasi¨®n de Louis Cartier, y de los tratados sobre arquitectura y elementos decorativos surgen detalles y patrones que pueden rastrearse en pitilleras, pulseras e incluso tiaras datadas en la primera d¨¦cada del siglo XX. Estas piezas responden al entusiasmo por la est¨¦tica isl¨¢mica que recorri¨® Europa, y especialmente Par¨ªs, a partir de dos exposiciones determinantes: la que organiz¨® precisamente el Museo de Artes Decorativas en 1903 y la de M¨²nich de 1910. ¡°Ahora empezamos a entender c¨®mo de importante fue el descubrimiento del arte isl¨¢mico para los artistas de la ¨¦poca. La muestra de 1903 les abri¨® los ojos a nuevas formas y colores. Henri Matisse acudi¨® a la de 1910 y escribi¨® sobre ella y la influencia que hab¨ªa tenido en todo el arte moderno. Su peso fue muy importante, desde el teatro a la publicidad, y parece que lo hemos olvidado¡±, reivindica Poss¨¦m¨¦.
Cartier no fue la ¨²nica casa joyera ni de moda que abraz¨® este ascendente ¡ªPoiret o Chopard tambi¨¦n lo hicieron¡ª, pero s¨ª la que lo integr¨® de una forma m¨¢s relevante. H¨¦non es categ¨®rica: ¡°La influencia isl¨¢mica fue lo que permiti¨® a la firma entrar en la modernidad¡±. La marca pas¨® de su famoso estilo guirnalda ¡ªprofuso en lazos y formas redondeadas propias del romanticismo renacentista¡ª a dise?ar piezas inspiradas en los dibujos geom¨¦tricos del arte isl¨¢mico. La l¨ªnea recta empez¨® a dominar su cat¨¢logo, y elementos como las decoraciones de ladrillo esmaltado de Asia Central o los merlones escalonados forman la base de un repertorio precursor del Art Dec¨°. Tambi¨¦n pueden identificarse elementos arquitect¨®nicos, como los tri¨¢ngulos de la fachada del palacio de Mshatta, erigido en Jordania en torno al a?o 143, en una tiara de principios del siglo XX. ¡°Todo esto situar¨ªa a Cartier en un mundo muy moderno muy temprano¡±, completa Poss¨¦m¨¦.
La India resulta tambi¨¦n una influencia fundamental. Jacques Cartier, otro nieto del fundador, viaj¨® all¨ª en 1911 en busca de perlas, lo que permiti¨® entrar en contacto con los maharaj¨¢s y comprar joyas tradicionales para venderlas, usarlas como inspiraci¨®n o desengarzarlas, como hizo con un cintur¨®n de plata que transform¨® en un juego de pendientes y pulseras para la dise?adora Elsa Schiaparelli. De India tambi¨¦n se importaron t¨¦cnicas, nuevos engastes y ensamblajes que dotaban a las piezas de una flexibilidad, que se ha convertido en se?a de identidad de la casa francesa.
Uno de sus m¨¢ximos exponentes son los dise?os Tutti Frutti, compuestos por peque?as piedras de colores articuladas y entre los que destaca el brazalete propiedad de Linda Lee Thomas ¡ªmujer de Cole Porter¡ªque se muestra ahora en Par¨ªs. Ese vocabulario pervive hasta la actualidad, seg¨²n defiende Pierre Rainero, director de Patrimonio de Cartier. Lo hace, fundamentalmente y en sus palabras, ¡°gracias a la riqueza de sus patrones geom¨¦tricos¡± que ya forman parte de la tradici¨®n joyera global.
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