Francesca Thyssen Bornemisza: ¡°Me encanta que en Espa?a se puede discutir y levantar la voz y no pasa nada¡±
La fil¨¢ntropa celebra cinco a?os (cuatro a?os m¨¢s uno, como dice ella en esa expresi¨®n que intenta eludir el peor a?o de la pandemia) de acuerdo de colaboraci¨®n art¨ªstica con Espa?a con un veredicto sorprendente: ¡°Creo que tengo genes latinos¡±
La noche anterior a recibir el premio de ARCO por sus actividades filantr¨®picas, Francesca Thyssen-Bornemisza (Lausana, Suiza, 63 a?os) organiz¨® una fiesta en el teatro en el que Alfonso XIII sol¨ªa llevar a su amante. Estaba rodeada de seres queridos ¡ªentre los que se encontraba Borja Thyssen, con quien tiene una excelente relaci¨®n¡ª, artistas de los que es mecenas y personajes relevantes del mundo del arte: cant¨®, bail¨® y dio muestras de que ha dicho una y otra vez, tambi¨¦n el mi¨¦rcoles por la tarde, cuando nos recibi¨® en su casa del centro de Madrid recuper¨¢ndose a¨²n de la ¡°resaca¡± de la fiesta y esperando a la siguiente: ¡°Esta ciudad es la m¨¢s excitante del mundo ahora mismo para emprender proyectos art¨ªsticos¡±.
Pregunta. ?Fil¨¢ntropa era lo que so?aba ser cuando era joven y visitaba los estudios de artistas como Lichtenstein junto a su padre?
Respuesta. Ni se me pasaba por la cabeza porque no ten¨ªa dinero. Ten¨ªa una paga muy peque?a y no piensas en filantrop¨ªa si no te la puedes permitir. Aunque debo decir que la filantrop¨ªa es un estado mental que desarrollas cuando ves el mundo que te rodea y te das cuenta de que quieres apoyar a otros y facilitarles que hagan cosas. Hay fil¨¢ntropos incre¨ªbles que pasan desapercibidos porque aunque den la mitad de lo que tienen, no son muy ricos.
P. ?Y recuerda entonces el momento exacto en que sinti¨® que esa vena benefactora?
R. Pues creo que fue a los 16 a?os, es decir, hace unos 50. Mi padre hab¨ªa hecho una donaci¨®n muy importante al Dalai Lama para su centro cultural en Dharamshala y nos reunimos con ¨¦l, que estaba incre¨ªblemente agradecido. Entonces era solamente un monje desconocido del Himalaya, as¨ª que fue todo un gesto por parte de mi padre. Creo que esa conversaci¨®n, donde escuch¨¦ decir lo importante que era ese dinero para preservar su cultura me abri¨® los ojos y me hizo ver hasta qu¨¦ punto ese tipo de regalo tiene un valor muy especial que no tiene que ver necesariamente con el dinero.
P. ?Y por qu¨¦ estaba presente en esa conversaci¨®n?
R. Porque mi padre fue mi mentor mediante la experiencia. No era alguien que se sentase contigo y te explicase las cosas. Te dejaba estar all¨ª y que aprendieses a trav¨¦s de ¨¦l y de la gente a la que ¨¦l ten¨ªa acceso.
P. Me ha sonado muy curioso eso de que ten¨ªa una paga muy peque?a¡
R. S¨ª, s¨ª. Me asignaban poco dinero. Por eso me tuve que poner a trabajar como modelo para poder viajar.
P. ?Pero lleg¨® a pasar necesidad?
R. No es que me planteara poner copas, pero bueno, si me quer¨ªa comprar alg¨²n capricho ten¨ªa que trabajar para conseguir ese dinero extra.
P. Ha contado que su padre llev¨® su colecci¨®n de impresionistas a Rusia en plena Guerra Fr¨ªa como gesto diplom¨¢tico. ?Considera que es diplom¨¢tica su actividad tambi¨¦n?
R. A lo que yo hago le llamo diplomacia cultural y consiste en usar el lenguaje del arte para derribar prejuicios, ayudar a la gente a ver las cosas desde otro punto de vista. Cuando montamos TBA21 [su fundaci¨®n] lo hicimos con af¨¢n de experimentaci¨®n, para crear nuevos m¨¦todos. Yo no colecciono artistas muertos, trato con gente viva y creo redes de gente, propicio la uni¨®n entre artistas de muy diferentes disciplinas y de todas partes del mundo¡
P. Llegar a un acuerdo con el Gobierno como ha hecho usted y tomar la decisi¨®n de venirse aqu¨ª requiere de alguna forma habilidades diplom¨¢ticas¡
R. Ya, pues yo soy una persona extremadamente poco diplom¨¢tica. Digo las cosas como me vienen, sin pa?os calientes.
P. Y esa caracter¨ªstica de qui¨¦n la ha heredado, ?de su padre o de su madre?
R. De una vida anterior¡
P. ?Cree que gestionar las relaciones con la viuda de su padre [Tita Cervera] es un tipo de diplomacia?
R. Es extremadamente importante ser amable. Yo es que no me parezco en nada a ella, soy otro tipo de persona que opera en un ¨¢mbito completamente diferente. Ella vive totalmente aislada y yo soy lo opuesto. Me gusta estar en el medio de todo. Seguramente tiene que ver con el tipo de educaci¨®n que recibimos cada una.
P. ?La experiencia con el Museo Thyssen estos ¨²ltimos cinco a?os ha sido frustrante?
R. ?Al contrario! El esp¨ªritu colaborativo ha sido espectacularmente bueno a todos los niveles: desde la comunicaci¨®n hasta la ejecuci¨®n de exposiciones. Nos encanta reunirnos con el director, tenemos una relaci¨®n cordial y muy generosa. De hecho, Evelio [Acevedo, director gerente del Thyssen] estaba sentado a mi lado en la cena de anoche pas¨¢ndoselo en grande.
P. ?Dir¨ªa que el car¨¢cter espa?ol es el motivo por el que este acuerdo ha funcionado tan bien?
R. Hay dos motivos. Los espa?oles llevan nuestro apellido en sus corazones y es un amor mutuo. Pero es que adem¨¢s yo respondo mucho mejor a las vibraciones latinas que a las de los anglosajones y centroeuropeos. Ellos son superespecialistas en estar deprimidos. Freud invent¨® la melancol¨ªa en Viena. Y yo creo que tengo genes latinos: me encanta que aqu¨ª la gente sea tan directa, poder tener discusiones y levantar la voz y que no pase nada. Digamos que la gente tiene una mente muy abierta y hay una atm¨®sfera muy f¨¦rtil en este pa¨ªs, que disfruto mucho.
P. Quiz¨¢ Espa?a la aprecian m¨¢s los que saben disfrutar de la vida. ?Se considera usted una persona feliz?
R. ?Te parezco una persona feliz?
P. Bueno, tiene usted fama de tener muy mal pronto¡
R. No me definir¨ªa como una persona con mal genio sino muy impaciente. Si las cosas van despacio y no salen cuando yo espero, es la impaciencia lo que me hace saltar. Pero te dir¨¦ que la meditaci¨®n me ha ayudado mucho con mi famoso ¡°temperamento¡± [risas]
P. O sea que s¨ª es una persona feliz¡
R. Lo hablaba ayer con Janet [Cardiff, una de las artistas invitadas por ella a Matadero]. Si eres una mujer de sesenta a?os y te dedicas m¨¢s o menos a lo que te gusta y tienes una buena pareja, eres mucho m¨¢s feliz que a los treinta o a los cuarenta, porque ya no tienes que demostrar nada. Solo sentarte y disfrutar.
P. Ninguno de sus tres hijos parece haber heredado de usted la pasi¨®n por el arte, ?c¨®mo es posible?
R. Bueno una de mis hijas es dise?adora de joyas y solo trabaja con piedras preciosas extra¨ªdas de forma ¨¦tica; mi hijo es conductor de F¨®rmula E y ha convencido a su equipo para reducir totalmente la huella de carbono en la competici¨®n y para comprar grandes ¨¢reas de la selva ecuatoriana para protegerla; y mi otra hija, acaba de producir un documental titulado Navalny, sobre el l¨ªder de la oposici¨®n a Putin y est¨¢ muy involucrada en causas pol¨ªticas, especialmente en Oriente Pr¨®ximo y ahora tambi¨¦n en Rusia y Ucrania... lo que quiero decir es que mientras se involucren de forma activa en el mundo en el que viven y con conciencia social, no me preocupo.
P. Pero acaba de tener un nieto, no me puedo creer que no tenga cierta esperanza depositada en ¨¦l...
R. Es que cuando le llegue el momento de dedicarse a algo probablemente no exista el trabajo que yo hago ahora como tal.
P. Es usted una gran defensora de los animales, de los oc¨¦anos y de las causas medioambientales. ?Qu¨¦ opina del espect¨¢culo de los toros?
R. Fui a verlos una vez en Sevilla. Debo decir que me gustan los colores y el folclore, pero el sacrificio efectivo del animal, no me gusta nada ni lo disfruto. Pero la pregunta es complicada y he de tener cuidado: lo que los espa?oles decidan hacer con su propia tradici¨®n, es asunto suyo.
P. ?Y qu¨¦ es la cosa m¨¢s extra?a que ha comido en Espa?a y que jam¨¢s pens¨® que comer¨ªa?
R. An¨¦monas fritas. Me las pusieron aqu¨ª al lado de casa, donde tambi¨¦n me dieron a probar los percebes. ?No las hab¨ªa comido en mi vida ni sab¨ªa que se pod¨ªan comer!
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