James Rhodes: ¡°Me encanta pagar impuestos¡±

James Rhodes espera a la salida del ascensor y la entrada de su magn¨ªfico piso en una no menos estupenda zona de Madrid. Descalzo, vestido con pantal¨®n de pijama y camiseta con mensaje (¡°Croquetas¡±), saluda efusivamente y nos presenta a la actriz argentina Mica Breque, su flamante esposa, que asiste a la charla para ejercer, eventualmente, de int¨¦rprete del descacharrante spanglish ¡ªmezcla de acentazo guiri y deje porte?o¡ªsalpicado de tacos y giros coloquiales de su marido. El d¨ªa que nos vimos acababa de dimitir Boris Johnson, y hab¨ªa que romper el hielo por alg¨²n sitio.

Ha dimitido su primer ministro. ?Aliviado o preocupado?

No es mi primer ministro. Para ser espa?ol renunci¨¦ a la nacionalidad brit¨¢nica, la decisi¨®n m¨¢s sencilla de mi vida. A Boris le digo: ¡°Hasta luego, Marijhonson¡±. Es un Trump inteligente, que es incluso m¨¢s peligroso. La ¨²ltima rata en dejar el barco.

?No a?ora su pa¨ªs de cuna?

Inglaterra est¨¢ bien para un finde, pero all¨ª est¨¢n mis traumas, mis relaciones t¨®xicas y toda esa mierda. Llegu¨¦ aqu¨ª hace cinco a?os con cuatro palabras de espa?ol y tres maletas, y fue como llegar a Disneylandia. La gente sonr¨ªe por la calle, te da los buenos d¨ªas, tiene el coraz¨®n ?caliente? Eso no ocurre nunca en Londres. Los brit¨¢nicos se creen el centro del mundo, las reglas no van con ellos. Nadie usaba mascarilla, por ejemplo. Conozco ingleses que llevan 30 a?os viviendo en Benidorm y no saben una palabra de espa?ol. Flipo con eso. Yo tengo hambre de absorber esta cultura.

Para ser tan cari?osos, los espa?oles le ponen fino en Twitter.

Twitter es un espejismo, no la vida real, ni de co?a. Algunos tuits m¨ªos han tenido 15.000 comentarios chungos, desde ¡°puto guiri vete a tu pa¨ªs¡±, a ¡°pijippy¡±, a ¡°das puta pena¡±. Sin embargo, en la calle, en el metro, en cinco a?os, nadie me ha dicho nada feo.

?Qu¨¦ necesidad tiene de meterse continuamente en charcos en las redes?

Yo, desde ni?o, y hasta hace 21 a?os, era muy t¨ªmido, siempre lleno de miedo y ahora, cuando veo a alguien haciendo bullying, siento que no voy a dejarlo pasar. Una vez alguien me dijo que ten¨ªa cara de violador. A m¨ª, que fui violado de ni?o. Cuando veo algo as¨ª, tengo dos opciones. Dejarlo pasar, que lo hago el 99% de las veces. Pero, si es algo demasiado fuerte, voy a hacer lo que quer¨ªa hacer cuando ten¨ªa 8 o 9 a?os, de manera respetuosa: poner al otro en evidencia. Para m¨ª, merece la pena.

Fue usted quien me llam¨®. ?Por qu¨¦ quiere salir en EL PA?S?

Porque estoy superemocionado de presentar mi fundaci¨®n. No quiero ser conocido como la v¨ªctima de abusos y el t¨ªo violado. He dejado a los pol¨ªticos aparte. La ley de protecci¨®n de la infancia casi me mata, casi acabo en un psiqui¨¢trico. Us¨¦ los medios y las redes sociales para que se aprobara m¨¢s r¨¢pido. En Moncloa me daban largas y, despu¨¦s de m¨¢s de tres a?os, no hac¨ªan nada. No creer¨ªas c¨®mo se desbloque¨® el asunto.

?C¨®mo?

Pues, harto, escrib¨ª a Pablo Casado, que era entonces el jefe del PP, el partido que hab¨ªa iniciado los trabajos para la ley, y le dije que, al d¨ªa siguiente, yo iba a G¨¦nova y me hac¨ªa fotos con ¨¦l, si quer¨ªa, criticando la tardanza de Moncloa. La gente no lo sabe, pero Casado y Pablo Iglesias son amigos. Diez minutos despu¨¦s, literalmente, me llam¨® el vicepresidente y se desbloque¨® el asunto. [¡±Fue como House of Cards¡±, acota Mica. ¡°Y, si las cosas funcionan as¨ª, decidimos jugar as¨ª. Y funcion¨®¡±].

Vaya decepci¨®n con los pol¨ªticos, ?no?

Lo m¨¢s gracioso es que todo el mundo da por seguro que soy s¨²per de izquierdas, y no. Pero, nadie, ni una vez, me ha preguntado a qu¨¦ partido votar¨ªa.

?A qu¨¦ partido votar¨ªa?

Por f¨ªn. A Vox [r¨ªe], imag¨ªnate, qu¨¦ pedazo de exclusiva te he dado: soy como Abascal, un verdadero hombre, con su caballo y su enorme pecho. No. La fundaci¨®n es porque siempre estoy intentando mejorar la vida de la gente, pero soy muy impulsivo. Me doy cuenta de que dono bastante dinero cada a?o, quer¨ªa canalizar esa tendencia de manera organizada. Es algo bastante ego¨ªsta. Es una manera de romper con mi pasado y sentir algo de orgullo por m¨ª mismo. Somos la primera generaci¨®n que hemos empeorado el mundo para la siguiente.

Dona mucho. ?Tanta pasta tiene?

Ni de co?a. Empiezo la fundaci¨®n con la venta de un piso que ten¨ªa en Londres. Prefiero acostarme tranquilo pensando que puedo dar psic¨®logo gratis a equis personas que comprarme un coche chulo que no necesito. Seguro que recibo un mont¨®n de cr¨ªticas, pero creo que cada uno de nosotros tiene una responsabilidad de cambiar las cosas y yo lo hago. Y animo a hacerlo al resto, vote a Vox o a Podemos: usar tu tiempo, tu voluntad y tu dinero para mejorar la vida de la gente.

Hay quien le llama San James.

Ni de co?a, soy un monstruo. Tengo mis momentos, preg¨²ntale a Mica. Antes que todo, soy m¨²sico, el piano es el amor de mi vida. Pero si tengo un micr¨®fono lo voy a usar para ayudar. Cuando tengo un correo de mi contable diciendo que hay que pagar impuestos me pongo contento. Me encanta pagar impuestos, si no van al hermano de [Isabel D¨ªaz] Ayuso y s¨ª a mejorar la vida de la gente. Mi mujer no entiende nada.

En Twitter confiesa sus crisis emocionales. Est¨¢ enamorado, tiene una casa preciosa, le encanta lo que hace. ?Qu¨¦ le falta?

Lo tengo todo, s¨ª y eso lo hace todo incluso peor. Soy superconsciente de mi casa, mi chica, mis conciertos, mi piano, y a¨²n as¨ª realmente quiero suicidarme. En serio, tengo un plan, lo tengo todo en orden, tengo testamento. Es que no s¨¦ c¨®mo explicarlo. Pero sucede as¨ª. Solo acierto a decir que es la condici¨®n humana. A las cuatro de la ma?ana, despiertos, con los lobos aullando y el ruido de tus pensamientos, somos todos iguales.

?No le da pudor desnudarse de esa forma en p¨²blico?

Yo tom¨¦ la decisi¨®n de abrirme al m¨¢ximo, no del todo, hay cosas de las que no voy a hablar, pero al m¨¢ximo para que otra gente sienta como la catarsis de hacer lo mismo. Hay temas tab¨² y hay mucha gente con esa verg¨¹enza compartida. Hay que normalizar estas cosas. Tenemos que poner luz sobre las enfermedades mentales, la medicaci¨®n, los tratamientos. Para m¨ª ser¨ªa muy sencillo hacer de influencer con mi nueva c¨¢mara de fotos, mi blog, mis cosas bonitas, que claro que las tengo, y soy tan afortunado. Pero, para m¨ª es mucho m¨¢s interesante la cantidad de mensajes privados que recibo cuando confieso que la medicaci¨®n me atonta, que estoy hecho mierda o que me va bien con mi nuevo psic¨®logo.

Luego, sin embargo, es un disfrut¨®n. Se pone ciego de todo.

Pues claro, c¨®mo no disfrutar de las croquetas, de la Thermomix. Ahora estoy cocinando a otro nivel, Maribel, cosas como gazpacho o garbanzos con cosas. Claro que disfruto, entre momento y momento malo, y me tomo mis pastillas.

Como espa?ol de pura cepa, ?es m¨¢s Quijote o m¨¢s Sancho?

[Interviene Mica y le explica la pregunta] Pues no s¨¦. Tengo muchos sue?os y muchas cosas que quiero hacer, pero tengo mis l¨ªmites. Soy m¨¢s bien pulpo en garaje. Creo que estoy en mi mejor momento a mis 47 a?os. El d¨ªa de mi boda estaba como ahog¨¢ndome en amor, tengo a mis amigos, a mi mujer, mi piso, a tanta gente buena. Estoy espa?ol, estoy mejorando mi castellano y mi gallego. Es como si a los seis a?os hubiera querido ser Messi, y estuviera jugando en el Camp Nou. Y me da igual que los viejos de la m¨²sica cl¨¢sica me odien, soy consciente de ello, y lo entiendo.

?Por qu¨¦ cree que lo odian?

Porque, seg¨²n ellos, soy peligroso, no voy a tocar bien en mi vida, soy un fracaso, un ejemplo de puro marketing y un asco total. Peligroso es mi insulto favorito, es como si yo fuera algo as¨ª como hero¨ªna y es como, por favor, vete a la mierda. Casualmente, tiene que ver con mis opiniones pol¨ªticas o los pol¨ªticos con los que me fotograf¨ªo. Es todo tan transparente.

Hugh Elliott, embajador de su ¡®expa¨ªs¡¯ en Espa?a, tambi¨¦n ama las croquetas. ?Le ha perdonado su ¡®deserci¨®n¡¯ de Gran Breta?a?

Jajaja. Me cae superbien, el t¨ªo. Tiene un marr¨®n encima y tiene que ser diplom¨¢tico, es su puto trabajo. Desde que renunci¨¦ al pasaporte brit¨¢nico no me ha invitado a ninguna fiesta, y lo entiendo.