Hugh Elliott: ¡°Busco la croqueta perfecta¡±
El embajador brit¨¢nico en Madrid usa Twitter como arma de trabajo y confiesa que a¨²n no ha logrado averiguar cu¨¢ndo duermen los espa?oles
Para llegar a su despacho en una de las cuatro torres m¨¢s altas de Madrid hay que pasar tantos controles y vericuetos que acabas mareada, pero, al final, cuando arribas a su guarida, se te quita el mareo de cuajo con las vistas. ?l mismo tuitea a menudo los sublimes atardederes que otea desde su mesa. Lo que no se ve son los virus que nos tienen en vilo. Nos vimos el pasado martes, cuando la reclusi¨®n domiciliaria a¨²n no era preceptiva. Hoy, el personal de la embajada teletrabaja y se han adoptado todas las medidas decretadas por las autoridades. Pero nos vimos a las 11 a.m. del 10 de marzo, recuerden. Aunque a¨²n no est¨¢bamos en estado de alarma, el embajador est¨¢ muy preocupado por los acontecimientos, saluda mirando sonriente a los ojos, llev¨¢ndose la mano al pecho a m¨¢s de un metro de distancia del pr¨®jimo y rompiendo el hielo comentando lo raro que se le hace actuar as¨ª en Espa?a, ¡°donde sois tan calurosos y cercanos¡±, dice. Habr¨¢ que acostumbrarse.
?Los ¡®british¡¯ son m¨¢s fr¨ªos?
Bueno, tenemos esa fama, pero hemos evolucionado mucho, nos hemos europeizado en eso. Ahora tenemos todo un complejo de opciones: no sabemos si dar dos besos, uno, la mano... No creo que exista frialdad cuando se habla de humanos, pero es cierto que Espa?a es un pa¨ªs especialmente c¨¢lido en los saludos y despedidas.
El famoso ¡®me voy a ir yendo¡¯ pero no nos vamos. No nos acabamos de despedir nunca.
S¨ª, sois muy espont¨¢neos, y eso tiene encanto. El que uno no sabe nunca exactamente qu¨¦ va a pasar. Ese improvisar encantador. All¨ª, para ir a ver a un pariente, avisas una semana antes por tel¨¦fono, y acuerdas la hora exacta. En Espa?a suena el timbre, se te presentan 10 a comer y no pasa nada.
Hablando de despedidas, el 60% de los espa?oles est¨¢ preocupado con el Brexit. ?Estamos como unos reci¨¦n divorciados?
Es una buena manera de verlo. Estamos reci¨¦n separados institucionalmente, pero en todo lo dem¨¢s seguimos siendo qui¨¦nes ¨¦ramos, con nuestros defectos y bondades como pueblos, como pa¨ªses. Nuestras relaciones han sido y son buen¨ªsimas y no tienen por qu¨¦ no seguir si¨¦ndolo.
?Cu¨¢ntas veces le han llamado guiri desde que lleg¨® aqu¨ª?
He perdido la cuenta. De eso y del ¡°jo, qu¨¦ alto¡± cuando me ven.
?Cu¨¢nto mide, exactamente?
Bueno, ya me ves. No dir¨¦ el dato, por si mido m¨¢s que el Rey. Eso no ser¨ªa muy diplom¨¢tico.
Hispan¨®filo y tuitero
Hugh Elliott (Londres, 54 a?os) es embajador desde agosto de 2019, pero ama a Espa?a desde muy joven. Fue profesor en la Universidad de Salamanca, su esposa y sus dos hijos son espa?oles y tuitea a menudo comentando su labor diplom¨¢tica en un pa¨ªs en el que se siente en casa. Solo confiesa un conflicto diplom¨¢tico: cuando el Real Madrid, el equipo de sus hijos y el segundo suyo tras el Liverpool, juega contra otro conjunto brit¨¢nico. "Ah¨ª ya no es cuesti¨®n de colores, ah¨ª entra la responsabilidad, y un embajador ha de tener clara las suyas".
Seg¨²n su cuenta de Twitter no para en la embajada. ?Est¨¢ dando la vuelta a Espa?a para marcar el territorio?
Es importante para cualquier diplom¨¢tico no quedarse solamente en Madrid. Espa?a es muy rica y muy diversa y adem¨¢s, ten¨¦is unos trenes magn¨ªficos y puedes estar en cualquier sitio en un pisp¨¢s
?Le da envidia el AVE?
Bueno, digamos que me gustan mucho los trenes espa?oles, son muy fiables y eso me encanta,
?Le critican sus hijos como pap¨¢ tuitero?
Son mis peores cr¨ªticos, y con eso me ayudan a mejorar. Tengo dos equipos de comunicaci¨®n: el de la embajada y el familiar.
LLeg¨® en agosto. ?Podr¨ªa llamar a un ministro espa?ol a las tres de la ma?ana? El diplom¨¢tico Jorge Dezcallar dice que esa es la prueba de que uno ya domina la plaza.
Supongo que podr¨ªa, aunque no lo he necesitado. El pol¨ªtico es un aspecto de mi labor, y es una labor continua porque en todos los pa¨ªses los pol¨ªticos cambian, y aqu¨ª tambi¨¦n bastante, por cierto. Pero la labor del diplom¨¢tico tambi¨¦n ha cambiado. Es m¨¢s p¨²blica. La embajada es una ventana al y del pa¨ªs que representas, y aqu¨ª, adem¨¢s, tenemos unas ventanas maravillosas,
Tambi¨¦n dice Dezcallar que, para llegar a eso, hay que haberse comido antes ¡°muchos c¨®cteles co?azo¡±.
Bueno, el c¨®ctel es la forma de establecer relaciones humanas, pero no necesariamente tiene que ver con el alcohol, eh. Estamos en Cuaresma y yo no estoy bebiendo.
No le he preguntado por eso.
Ya lo digo yo. Conocer gente es lo m¨¢s interesante de mi trabajo, y hablo de conocer a personas de todo tipo, no solo de ministros o ministras.
?Por qu¨¦ a las ocho de la ma?ana los ingleses tienen ya todas las hamacas de las piscinas de los hoteles cogidas?
Jaja. Bueno, en la embajada intentamos adaptarnos al horario espa?ol, aunque las cenas a las 11 de la noche no me tienen del todo convencido. A¨²n no he descubierto cu¨¢ndo duermen los espa?oles. Es vuestro secreto mejor guardado.
Ponga a su servicio de inteligencia a investigar el asunto.
Igual, simplemente, dorm¨ªs menos horas, pero muy bien aprovechadas.
?Pas¨® noches en vela como encargado de comunicaci¨®n en el ¡®ministerio del Brexit¡¯?
Fue duro, me ha hecho replantearme muchas cosas, reflexionar sobre lo que es realmente la democracia. En Espa?a todo el mundo me dec¨ªa: ¡®est¨¢is equivocados¡¯, en vez de decir ¡®?por qu¨¦?¡¯. Dec¨ªan que los ingleses hab¨ªan sido vilmente enga?ados, en vez de pensar qu¨¦ pas¨® realmente ah¨ª. Un pa¨ªs democr¨¢tico hace un refer¨¦ndum y luego no cumple los resultados: eso s¨ª ser¨ªa sorprendente.
Confiese un placer culpable.
Las croquetas.
Ese no vale, es universal.
No para un brit¨¢nico, y depende de la cantidad. Lo m¨ªo con las croquetas es culpable de verdad.
?Con las croquetas de qui¨¦n?
Esa es una pregunta muy delicada. Es como preguntar de qu¨¦ equipo de f¨²tbol eres en un c¨®ctel.
?Lo dice por las de su suegra?
Esas las primeras. Son extraordinarias. Pero yo busco, y voy a seguir indagando los pr¨®ximos a?os, a ver si encuentro la croqueta perfecta.
?Piensa jubilarse en Denia?
No me pienso jubilar. La actividad cambiar¨¢, pero seguir¨¦ estando activo. Claro que pasar¨¦ tiempo en Espa?a, y en otros lugares donde tengo la suerte de tener amigos. Por algo este es un pa¨ªs maravilloso y lo han elegido tantos compatriotas para vivir.
D¨ªgame mir¨¢ndome a los ojos que no disfruta tomando una pinta y leyendo sobre el ¡®Megxit¡¯ en un tabloide.
Mmm. ?C¨®mo lo sabes?
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