Lea Michele, la actriz perfeccionista detestada en Hollywood que ahora es amada en Broadway

Hace 13 a?os, Lea Michele declar¨® en p¨²blico su ilusi¨®n de protagonizar el musical Funny Girl en Broadway (Nueva York). El martes 6 de septiembre su sue?o se hizo realidad. Y el p¨²blico se puso en pie en seis ocasiones distintas. Aunque tan solo una semana despu¨¦s de cumplir su sue?o, la actriz se ha visto obligada a pausarlo (moment¨¢neamente): ha dado positivo en covid-19, vi¨¦ndose obligada a ausentarse de los escenarios durante 10 d¨ªas. A lo largo de esos 13 a?os ha protagonizado un fen¨®meno televisivo (Glee), su pareja, el actor, Cory Monteith, falleci¨® por sobredosis, sus compa?eros la han descrito como ¡°despreciable¡±, ¡°aterradora¡± y ¡°un c¨¢ncer¡±, y las redes sociales se han encarnizado con ella, con debates como si se merece una segunda oportunidad profesional del calibre de Funny Girl.

Sus padres la sacaron del colegio para que pudiera dedicarse profesionalmente al teatro musical a los ocho a?os. Michele (Nueva York, 36 a?os) trabaj¨® sin parar hasta los 20 a?os, cuando protagoniz¨® la serie Glee. La actriz recibi¨® nominaciones a los Globos de Oro y a los Emmy. Time la incluy¨® entre las 100 personas m¨¢s influyentes del mundo y la revista musical Billboard cre¨® un galard¨®n solo para ella, el Premio Triple Amenaza (para la estrella m¨¢s completa: esa que canta, baila y act¨²a). En 2010 abri¨® la ceremonia de los Tony cantando Don¡¯t Rain On My Parade de Funny Girl con un entusiasmo que casi parec¨ªa par¨®dico. Excepto porque no hay nada par¨®dico en Lea Michele.

El p¨²blico asumi¨® que ella era Rachel Berry, su personaje en Glee. Entra?able y repelente a partes iguales, la necesidad de atenci¨®n, aprobaci¨®n y triunfo de Rachel resultaba tragic¨®mica. Ya entonces el productor y guionista Ryan Murphy trataba de aplacar los rumores de que se comportaba como una diva caprichosa. ¡°Es muy ambiciosa y determinada, tiene los ojos en el premio. Su madre dice que ha sido as¨ª desde que naci¨®. Es hija ¨²nica y se nota¡±, apuntaba en USA Today en 2010. El blog de cotilleos Lainey Gossip afirmaba que ¡°nos encanta odiar a Lea porque en el fondo es inofensiva¡±, pero tambi¨¦n criticaba que ¡°esa zorra¡± se cre¨ªa Jennifer Lopez. A principios de la d¨¦cada pasada estaban de moda Anna Kendrick y Jennifer Lawrence, que transmit¨ªan espontaneidad y cierta torpeza. Por contraste, el perfeccionismo de Lea Michele o Anne Hathaway se percib¨ªa como irritante.

En julio de 2013 su novio y compa?ero de reparto Cory Monteith falleci¨® a los 31 a?os por una sobredosis de hero¨ªna y alcohol. Michele insisti¨® en que la serie retomase el rodaje menos de un mes despu¨¦s de la muerte y en El quaterback, el episodio homenaje a Monteith, cant¨® To Make You Feel My Love de Bob Dylan. Al a?o siguiente habl¨® ampliamente sobre su duelo durante la promoci¨®n de su disco pop, Louder, y de su libro, Brunette Ambition (Ambici¨®n morena, un gui?o al apelativo de Madonna). ¡°Mi relaci¨®n con Cory me hac¨ªa sentir como si pudiera alcanzar las estrellas y m¨¢s all¨¢. Me dec¨ªa ¡®?Vas a ser una estrella del pop!¡¯, ¡®?Este disco va a ser un ¨¦xito enorme!¡¯¡±, declaraba en un paralelismo con el final de Ha nacido una estrella (versi¨®n Streisand).

Glee termin¨® en 2015 y Rachel Berry cumpli¨® el sue?o de su vida: protagonizar Funny Girl en Broadway y ganar un Tony. Ryan Murphy lleg¨® a comprar los derechos para adaptarlo pero acab¨® descartando el proyecto. Michele apareci¨® en la serie Scream Queens y grab¨® otro disco, pero su principal ocupaci¨®n era la de celebridad inspiradora que compart¨ªa consejos para ser la mejor versi¨®n de una misma, con tatuajes que van desde mensajes como ¡°I Believe¡± o ¡°Imagine¡± hasta mariposas, estrellas o notas musicales. Se convirti¨®, tal y como la defini¨® la revista Fashion, en ¡°la personificaci¨®n del hashtag #bendecida¡±.

En 2018 el podcast One More Thing coment¨® pasajes de Sorry Not Sorry, la biograf¨ªa de Naya Rivera (Santana en Glee), y, en especial, el cap¨ªtulo en el que revelaba su mala relaci¨®n con Michele llam¨® la atenci¨®n de los presentadores Jaye Hunt y Robert Ackerman. Por un lado, confirmaba que era una compa?era dif¨ªcil. ¡°Seg¨²n mi personaje iba dejando de ser secundario e iba adquiriendo m¨¢s tramas y tiempo en pantalla, nuestra amistad se desvanec¨ªa¡±, escrib¨ªa Rivera. ¡°Empez¨® a ignorarme y no me dirigi¨® la palabra en toda la sexta temporada. Creo que a Rachel ¡ªuy, perd¨®n, Lea¡ª no le gustaba compartir el protagonismo¡±.

Por otro lado, bromearon Hunt y Ackerman, quiz¨¢ su negativa a improvisar di¨¢logos se deb¨ªa a que en realidad no sab¨ªa leer y tra¨ªa todas sus frases memorizadas de casa. El chiste parte de la teor¨ªa de que los ni?os prodigio est¨¢n demasiado ocupados triunfando para aprender a leer y en cuesti¨®n de d¨ªas la broma vol¨® tan alto que la propia actriz particip¨® del rumor. ¡°Me ha encantado LEER todos vuestros tuits. Literalmente me estoy riendo en voz alta. ?Os quiero!¡±, tuite¨®.

En marzo de 2019 se cas¨® con el empresario Zandy Reich. Ryan Murphy ofici¨® la ceremonia y celebr¨® su madurez: ¡°La noche que Lea me present¨® a Zandy fue la primera vez que cenaba con ella y no se pasaba la cena hablando sobre s¨ª misma y sobre su siguiente proyecto profesional¡±, brome¨® Murphy completamente en serio.

Este parec¨ªa el nuevo estatus profesional de Michele: celebridad de autoayuda, exestrella que da un pu?ado de conciertos al a?o versionando cl¨¢sicos de Broadway y meme ocasional. Hasta que en junio de 2020 public¨® en su cuenta de Instagram, en la que tiene 7,5 millones de seguidores, su condena contra el asesinato de George Floyd acompa?ada del hashtag #BLM (¡°Las vidas negras importan¡±) y la actriz afroamericana Samantha Ware le dej¨® un comentario en el que la acusaba de haber convertido su vida en un infierno en Glee: ¡°Le dijiste a todo el mundo que su pudieras cagar¨ªas en mi peluca¡±. A continuaci¨®n, se produjo una oleada de testimonios de antiguos compa?eros que demostraban que Lea Michele no es racista: trataba a todas las razas igual de mal.

¡°Lea Michele lleva aterrorizando actores desde que ten¨ªa 12 a?os¡±, titulaba un reportaje de The Daily Beast que recopilaba los testimonios. Hello Fresh, una marca de envases para comida de la que era imagen, rescindi¨® su contrato y declar¨® que ¡°Hello Fresh no condona el racismo o la discriminaci¨®n de cualquier tipo¡±. La artista se disculp¨® alegando que, aunque no recordaba esos incidentes espec¨ªficos, ¡°mi posici¨®n privilegiada hizo que se me percibiera como insensible o inapropiada en ocasiones en las que solo estaba siendo inmadura¡±.

En aquel momento estaba embaraza de su primer hijo, as¨ª que aprovech¨® para retirarse unos meses de la vida p¨²blica. Muchos asumieron que su carrera hab¨ªa acabado y Buzzfeed la incluy¨® en su lista de ¡°23 actores que, si somos totalmente honestos, destrozaron sus propias carreras¡±. La acompa?aban nombres como Armie Hammer, Mickey Rourke o Charlie Sheen.

Y de repente, reapareci¨®. Y lo hizo de la manera m¨¢s Rachel Berry imaginable.

El d¨ªa que se anunci¨® que Beanie Feldstein iba a protagonizar el primer revival de Funny Girl desde su estreno en 1964, Lea Michele fue trending topic en Twitter (tambi¨¦n ocurri¨® cuando se anunci¨® la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica del musical Wicked) gracias a las cientos de bromas en torno al cabreo que deb¨ªa de tener. Tras el estreno, las cr¨ªticas demoledoras contra Feldstein la llevaron a anunciar que abandonaba la producci¨®n a los seis meses, en vez de completar el a?o entero que hab¨ªa firmado. Esto b¨¢sicamente significaba la muerte del proyecto.

Lea Michele empez¨® a reunirse con los productores, uno a uno y en secreto, para ofrecerse como reemplazo. Feldstein se enter¨® y adelant¨® su abandono de la obra: al final solo actu¨® durante cuatro meses. Estos tejemanejes resucitaron el inter¨¦s por Funny Girl. El d¨ªa que se anunci¨® a Michele como nueva protagonista, las entradas para la noche de su debut subieron de 68 euros a 2.300 euros en la reventa (una cifra inaudita, solo superada por el fen¨®meno Hamilton de 2016). La actriz de Glee Jane Lynch, que interpreta a la madre de Fanny Brice, anunci¨® su salida de la obra el 4 de septiembre, dos d¨ªas antes del estreno de Michele. Las risas ante tanto cotilleo eclipsaron protestas como la de Samantha Ware: ¡°S¨ª, Broadway tambi¨¦n beneficia a los blancos, como Hollywood. S¨ª, quedarse en silencio significa ser c¨®mplice¡±.

Pero la nueva vida de Funny Girl era imparable: un espect¨¢culo meta, una fuente inagotable de iron¨ªa y el show que toda la ¨¦lite neoyorquina debe ver. El 6 de septiembre el p¨²blico se puso en pie en cuanto Lea Michele apareci¨® en el escenario y aplaudi¨® tanto tiempo que la actriz tuvo que esperar para pronunciar la famosa primera l¨ªnea de la obra: ¡°Hola, preciosa¡±. Cuando cant¨® ¡°No he le¨ªdo muchos libros¡±, el p¨²blico chill¨®, aplaudi¨® y estall¨® a carcajadas. La butaca m¨¢s barata aquella noche costaba 570 euros. Entre los asistentes estaban Ryan Murphy, Drew Barrymore y Jonathan Groff. Al final, ella sali¨® a saludar, incapaz de hablar por las l¨¢grimas.

¡°Ahora entiendo de verdad la importancia y el valor de ser l¨ªder. No solo hay que hacer un buen trabajo cuando la c¨¢mara est¨¢ encendida, sino tambi¨¦n cuando est¨¢ apagada. Y eso no siempre fue lo m¨¢s importante para m¨ª¡±, explic¨® en enero de The New York Times tras definir su etapa de perfeccionismo como ni?a prodigio ¡°semi-rob¨®tica¡±. Para deleite de sus fans m¨¢s ir¨®nicos, sigue tom¨¢ndose totalmente en serio a s¨ª misma y considera el meme de su analfabetismo sexista: ¡°Es triste. Pienso a menudo que si fuera un hombre no ocurrir¨ªa¡±.

Dicen que su actitud hacia sus compa?eros en la obra es impecable. ¡°Est¨¢ siendo tan agradable que consigue que Julie Andrews parezca una cabrona¡±, declaraba un miembro del equipo a Page Six. ¡°Se ha aprendido el nombre de todo el mundo y su fecha de cumplea?os. Cualquier d¨ªa se pone a regar las plantas de los camerinos. Es broma. No est¨¢ regando plantas... todav¨ªa¡±. Si hay que ser simp¨¢tica, Lea Michele va a asegurarse de ser absolutamente perfecta en ello.