Tras los bastidores de la familia Montaner: viajes y giras interminables, fama global y una fe ilimitada en Dios
La nueva serie de Disney+ ¡®Los Montaner¡¯ muestra lo que hay detr¨¢s de una de los clanes de m¨²sicos m¨¢s importantes de Latinoam¨¦rica, con Ricardo, el patriarca, a la cabeza, y Camilo y Evaluna como grandes estrellas
Para el patriarca de la familia Montaner, Ricardo Montaner, contar en una pel¨ªcula su vida, la de su familia y lo que han conseguido en el mundo musical es un sue?o desde hace d¨¦cadas. Ese sue?o tom¨® forma el pasado mi¨¦rcoles a trav¨¦s de una docuserie lanzada por la plataforma Disney+. Bajo el nombre de Los Montaner ¡ªcomo no podr¨ªa ser de otra manera¡ª, recoge la historia de una de las familias de m¨²sicos m¨¢s importantes de Latinoam¨¦rica.
Con m¨¢s de medio siglo de trayectoria en la industria musical, Ricardo Montaner (Valent¨ªn Alsina, Argentina, 65 a?os) es uno de los iconos de la m¨²sica latina. Empez¨® desde abajo como telonero en humildes escenarios de Venezuela y termin¨® alcanzando la fama, como tantos otros, cuando dio el salto a Estados Unidos. All¨ª termin¨® de forjar una carrera que, entre otros logros, le ha permitido vender m¨¢s de 25 millones de discos. Lo hizo, en buena medida, contra el criterio de los cr¨ªticos musicales: casi a rega?adientes, aplastada por la evidencia de que la m¨²sica de Montaner ha traspasado fronteras, la Academia Latina de la Grabaci¨®n se avino el a?o pasado a concederle su primer Grammy Latino.
Su carrera ha inspirado a muchos m¨²sicos, pero, sobre todo, a los de su propia sangre. Mau y Ricky, sus dos hijos (Mauricio Alberto de 29 a?os y Ricardo Andr¨¦s, de 31), lanzaron su propio proyecto musical despu¨¦s de formar parte de la banda de Ricardo, el primero como guitarrista y el segundo como bater¨ªa, durante a?os. Ahora, a ambos les ha llegado tambi¨¦n la fama con canciones como Desconocidos y Mi Mala y han llegado a estar nominados a dos Grammy Latino.
Pero no acaba aqu¨ª el influjo musical de los Montaner. Evaluna, la ¨²nica hija de Ricardo, tambi¨¦n ha dado el salto a la industria. Junto a su esposo, el cantante Camilo, ha creado ¨¦xitos como Por Primera Vez o ?ndigo ¡ªcanci¨®n que dedican a su primera y, por el momento, ¨²nica hija¡ª. Camilo era un muchacho absolutamente desconocido cuando el patriarca lo conoci¨® y tan solo logr¨® firmar su primer contrato con una disquera cuando su suegro persuadi¨® a los hombres fuertes de la industria de que ten¨ªan ante sus ojos un diamante en bruto. Ricardo estaba convencido del talento de Camilo y no se equivocaba. A sus 28 a?os, su yerno cuenta sus canciones por ¨¦xitos. Su rostro, con sus dalinianos bigotes, es archiconocido a ambos lados del Atl¨¢ntico, y resulta francamente dif¨ªcil encontrar en Am¨¦rica o en Espa?a a quien no haya siquiera tarareado alguna vez temas como Vida de rico o Tutu.
La idea de este documental surgi¨® durante una llamada entre Ricky y la plataforma de streaming de Disney durante el confinamiento de 2020. ¡°La llamada en principio era por otro compromiso, pero terminamos hablando sobre c¨®mo hacer este proyecto. Cuando colgu¨¦, emocionado, llam¨¦ a la familia y aceptaron¡±, cuenta el propio Ricky a EL PA?S. La decisi¨®n signific¨® para los Montaner empezar a vivir rodeados de c¨¢maras y micr¨®fonos durante meses, como se puede apreciar en los primeros cinco cap¨ªtulos de la serie, que ya se han estrenado.
Marlene Rodr¨ªguez Miranda, esposa de Ricardo desde 1989 y madre de los tres j¨®venes Montaner, confiesa que lleg¨® a sentir miedo acerca de hasta d¨®nde llegar¨ªa a penetrar en su vida la productora. ¡°No sab¨ªa si se iban a tener que meter conmigo al ba?o¡±, asegura Rodr¨ªguez en una entrevista con EL PA?S, en la que afirma que su esposo y sus hijos est¨¢n acostumbrados a la fama pero ella no, por lo que dejar entrar las c¨¢maras a su casa le result¨® m¨¢s dif¨ªcil.
La serie, que tendr¨¢ en total 10 episodios, sigue el d¨ªa a d¨ªa de la familia y va entremezclando, a modo de flashback, im¨¢genes actuales con grabaciones familiares que forman parte del archivo personal de la familia. ¡°El valor que tiene esto es dejar registro de lo que es nuestra propia familia. No queremos m¨¢s fama, no nos hacen falta m¨¢s haters¡±, afirma Ricky en una videollamada con este peri¨®dico. En esto coincide su padre: ¡°Lo que nos motiv¨® a hacer esto fue pensar que pod¨ªamos inspirar a m¨¢s personas¡±. El primer cap¨ªtulo comienza mostrando el cumplea?os sorpresa que la familia organiza a Marlene en un barco en Miami y, desde ese momento, la m¨²sica, Dios y las relaciones de pareja son el eje principal de la serie.
Uno de los rasgos m¨¢s caracter¨ªsticos de los Montaner es que toda la familia habla spanglish, una combinaci¨®n entre el ingl¨¦s y espa?ol fruto de una vida a caballo entre Venezuela, Colombia y Estados Unidos. As¨ª, no es raro ver a un miembro del clan empezar una frase en castellano para terminarla en un ingl¨¦s con marcado acento de Miami.
Del escenario a la vida en pareja
La serie hace un retrato de la familia y de c¨®mo sus miembros tratan de equilibrar sus compromisos musicales con el tiempo que dedican a las relaciones entre ellos y a s¨ª mismos. ¡°Las parejas de cada uno sab¨ªan a lo que se enfrentaban cuando decidieron meterse con mis hijos¡±, cuenta Montaner padre en la serie. Alude a Stefi Roitman, actriz argentina y esposa de Ricky, y a Sara Escobar, modelo y pareja de Mau, que muchas veces tienen que pasar largas temporadas sin verlos a causa de las giras y las grabaciones de nuevos temas.
Es un desgaste que se deja notar. Lejos de presentar una imagen edulcorada, varios episodios reflejan las consecuencias de una vida consagrada casi por completo a la m¨²sica. Especialmente llamativo es el episodio en el que durante una gira en Argentina Mau y Ricky tienen que hacer siete presentaciones en seis d¨ªas, una experiencia que los lleva m¨¢s all¨¢ del agotamiento. La serie no se ahorra las discusiones que esto genera entre Mau y Sara, que le reclama que priorice su familia mientras reconoce que le gustar¨ªa que tuvieran un hijo. Finalmente, ese beb¨¦ ha llegado: Apolo naci¨® a principios del pasado mes de octubre.
Tambi¨¦n hay espacio para la celebraci¨®n. Sin duda, uno de los momentos que har¨¢ las delicias de los fans es la boda de Ricky y Stefi Roitman, celebrada el pasado mes de enero en Argentina. El suyo, cuenta el documental, ha sido un amor rel¨¢mpago: un d¨ªa Mau le mostr¨® a Ricky el perfil de Instagram de Roitman (con m¨¢s de 3,7 millones de seguidores) y ¨¦l, sin pensarlo, le escribi¨® para invitarla a su siguiente concierto. Ella acept¨® y, desde entonces, no se han separado.
¡°Nunca me hubiera imaginado estar rodeada de c¨¢maras en mi boda, pero fue muy lindo, porque fluy¨®. No quer¨ªamos dejar de disfrutar el momento por pensar que ten¨ªa un micr¨®fono agarrado a m¨ª, pero eso nunca sucedi¨®. Ahora tenemos un registro de un d¨ªa muy importante para nosotros de una manera ¨²nica¡±, cuenta Roitman a EL PA?S.
Pero si hay un romance que absorbe horas de la serie es el de Camilo y la tambi¨¦n cantante Evaluna, que se conocieron en 2014 cuando asistieron al lanzamiento de un champ¨² para ni?os en Colombia. El amor tiene esas cosas: del champ¨² pasaron a escribirse, aunque los dos ten¨ªan pareja. Pasado un a?o, libre ¨¦l y libre ella, retomaron el contacto y, aunque en un primer momento tuvieron que vencer el problema de la distancia, finalmente se casaron en Miami en 2020 ante 350 invitados. El fruto de su relaci¨®n es su hija ?ndigo, nacida en abril y cuyo anuncio de su nacimiento lleg¨® a la par de nada menos que cuatro Grammy Latinos bajo el brazo: los que recibi¨® Camilo en 2021 en Las Vegas para consagrarse como uno de los grandes artistas del continente americano.
En cualquier caso, para Ricardo Montaner muy por encima del ¨¦xito y de la fama est¨¢ la familia. ¡°Lo m¨¢s importante de esta producci¨®n es poder llegar a quienes est¨¢n en sus casas vi¨¦ndonos e inspirarlos a esforzarse por tener relaciones m¨¢s amorosas¡±, reflexiona al otro lado del tel¨¦fono mientras hace balance y se da cuenta de que falta algo dentro de su casa. Sus hijos ya son adultos y est¨¢n viviendo su propia historia.
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