Enrique de Inglaterra y Meghan Markle ganan: Buckingham otorga el t¨ªtulo de pr¨ªncipes a sus hijos

Enrique de Inglaterra y Meghan Markle lo han conseguido. Seis meses y un d¨ªa despu¨¦s de la muerte de Isabel II, y no sin ciertas presiones por su parte, los duques de Sussex han logrado que sus dos hijos, Archie, de casi cuatro a?os, y Lilibet, de uno y medio, finalmente hayan sido reconocidos por la familia real brit¨¢nica como pr¨ªncipes del Reino Unido. El cambio se ha producido de forma discreta, sin anuncios por parte del palacio de Buckingham, y simplemente con una ligera actualizaci¨®n de su p¨¢gina web sobre las 10.20 de la ma?ana del jueves. En ella, los ni?os han dejado de ser denominados Master y Miss para ser considerados como Prince y Princess; de hecho, como ¡°pr¨ªncipes de Sussex¡±, oficialmente.

Desde el nacimiento de los ni?os (Archie naci¨® en mayo de 2019, y Lilibet, en junio de 2021), sus padres han tratado de buscar su reconocimiento como pr¨ªncipes. Algo que se intensific¨® especialmente despu¨¦s de que Carlos III se convirtiera en rey, y que hicieron de forma casi unilateral este mi¨¦rcoles 8 de marzo, un d¨ªa antes del nombramiento oficial. Entonces anunciaron ¡ªcomo siempre, a trav¨¦s de un portavoz, es decir, por persona interpuesta y con cierta distancia¡ª que hab¨ªan bautizado, el pasado d¨ªa 3, ¡°a la princesa Lilibet¡±. Una manera de dar por hecho un cambio que solo ha tardado unas horas en oficializarse. Una ley de 1917 ¡ªpromulgada durante el reinado de Jorge V (1910-1936) para impedir que sus parientes alemanes usaran t¨ªtulos de pr¨ªncipes brit¨¢nicos a lo largo y ancho de todo el continente europeo¡ª afirma que ¡°los hijos de todo soberano del Reino Unido y los hijos de los hijos de todo soberano [...] tendr¨¢n, ostentar¨¢n y disfrutar¨¢n el t¨ªtulo o atributo de Altezas Reales con la dignidad de pr¨ªncipe o princesa fijados a sus nombres de bautismo¡±. Con Carlos como monarca, y precisamente ahora que Lilibet ha sido bautizada, los Sussex han conseguido su objetivo.

El enfado de Enrique de Inglaterra y Meghan Markle con la familia real brit¨¢nica ha sido continuo desde hace meses, un enfrentamiento que se ha traducido en pullas, ataques y constantes desaf¨ªos a Carlos III y su corte, tanto con su documental en Netflix como con su libro de memorias. Los duques tambi¨¦n quisieron ir por delante de Buckingham este 8 de marzo al anunciar el bautizo de Lilibet a sus casi dos a?os. No se difundieron fotos del evento, ni lista de invitados, pero s¨ª un comunicado con una palabra clave: la denominaban ¡°princesa¡±. El detalle no pas¨® desapercibido a los ojos de los conocedores de la distancia entre ellos y el palacio, y la pareja lo sab¨ªa. De ah¨ª que, menos de un d¨ªa despu¨¦s, la pareja haya enviado otro comunicado dejando claro que sus hijos, tanto Lilibet como su hermano mayor, Archie, son pr¨ªncipes. Y que, apenas unas horas despu¨¦s, Buckingham haya cambiado el apartado de su p¨¢gina web en la que habla de la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono brit¨¢nico.

¡°Los t¨ªtulos de los ni?os son un derecho de nacimiento desde que su abuelo se convirti¨® en monarca. Este asunto se ha establecido as¨ª desde hace tiempo con el acuerdo del palacio de Buckingham¡±. Esa es la breve nota de los duques de Sussex, enviada este jueves por la ma?ana, donde dejan clara su voluntad a la hora de denominar a sus hijos y donde aseguran que la casa real brit¨¢nica est¨¢ de acuerdo con ellos, como se ha demostrado apenas un par de horas despu¨¦s con el cambio en la web de palacio. Sin embargo, la insistencia y los tiempos han dejado al descubierto la inseguridad de los Sussex con respecto a los t¨ªtulos de sus hijos. El hecho de publicar esa escueta nota apenas un d¨ªa despu¨¦s de explicar el bautizo de su hija, y sin tiempo de que desde palacio se hiciera el cambio, trataba de remachar que ese tratamiento real se use con sus ni?os. De hecho, periodistas de tabloides brit¨¢nicos como el Mirror o el Daily Mail ya explican que la pareja est¨¢ molesta con Carlos III por no haber cambiado la denominaci¨®n de los peque?os de forma oficial antes de que ellos lo anunciaran.

En esta historia hay tres patas: la de los Sussex, que llevan a?os esperando a que sus hijos obtengan el t¨ªtulo de pr¨ªncipes; la de la casa real, que claramente ha tardado en dar su brazo a torcer en ese aspecto; y la m¨¢s formal, establecida por la ley de 1917 y que se complica en el caso de Enrique. Porque tras su traum¨¢tica partida de la familia real brit¨¢nica a principios de 2020, el hijo menor de Carlos perdi¨® su tratamiento de Alteza Real y, por tanto, sus hijos tampoco podr¨¢n ser denominados como tales. De hecho, todav¨ªa est¨¢ en el aire si ¨¦l va a seguir teniendo ese tratamiento en el futuro.

El nombramiento de sus hijos como pr¨ªncipes lleva siendo el caballo de batalla de Enrique y Meghan Markle durante a?os. Seg¨²n ellos, esa denominaci¨®n podr¨ªa ayudarles a tener m¨¢s seguridad, y a que los ni?os estuvieran protegidos. Sin embargo, eso no es del todo cierto, porque el propio Enrique, con su t¨ªtulo de pr¨ªncipe, est¨¢ batallando en los tribunales brit¨¢nicos para que se le otorgue protecci¨®n oficial cuando est¨¦ en el Reino Unido. Si ¨¦l la ha perdido, sus hijos tambi¨¦n. Porque en el siglo XXI, m¨¢s all¨¢ del rimbombante apelativo, ser pr¨ªncipe tiene pocos efectos en la vida real.