Paulina Rubio: ¡°La m¨²sica me salv¨® de todo y de todos¡±
La cantante mexicana regresa a la escena del pop latino reivindicando las noches de fiesta desinhibida con el sencillo ¡®No es mi culpa¡¯ y asegura haber reseteado tras la pandemia y el fallecimiento de su madre, Susana Dosamantes: ¡°Para m¨ª, hay un antes y un despu¨¦s¡±
Los flamencos lo tildar¨ªan de duende, los parisinos como je ne sais quoi y los anglosajones de x factor, pero lo que es com¨²n e indudable es que ella lo tiene. Ese carisma innato y magn¨¦tico que hace que todas las cabezas se giren a su paso hasta el punto de obviar durante unos segundos cualquier otro pensamiento presente en su mente. Por ejemplo, la preocupaci¨®n por la hora y media de retraso desde el horario fijado para el encuentro y que obliga a programar una nueva cita con esta rockstar. Pero como dijo Gandalf, ¡°un mago no llega tarde ni pronto, sino justo cuando se lo propone¡±, y Paulina Rubio (Ciudad de M¨¦xico, 51 a?os) debe de saber un rato de magia. Solo as¨ª se entiende su idilio con el ¨¦xito que ya se extiende durante cuatro d¨¦cadas y que trata ahora de prorrogar con el sencillo No es mi culpa, un pegadizo tema pop que reivindica las noches de fiesta, ¡°tequila y show¡± tras los oscuros tiempos pand¨¦micos y rescata su alma m¨¢s desinhibida. ¡°Para poder crear hay que sufrir y sacar a la ni?a que llevas dentro. Mi arte es la forma de expresar mis sue?os guajiros y volver a las ra¨ªces, a los cinco elementos, a la pureza de tener el pelo revuelto y despeinado¡±, explica en conversaci¨®n con EL PA?S.
La mexicana llega a la cita vistiendo su ic¨®nica minifalda, quiz¨¢ la prenda m¨¢s caracter¨ªstica de ella de todas, con camisa blanca de aire rom¨¢ntico, cazadora vaquera oversize repleta de flecos y el oportuno toque dosmilero: calcetines con zapatos de tac¨®n. Durante toda la jornada no se desprender¨¢ tampoco de unas gafas de sol de gran tama?o que ejercen, se intuye, como un calculado biombo entre la artista y la persona. Posa generosa ante el fot¨®grafo, propone, pero se deja hacer y decide comenzar ella misma una entrevista que continuar¨¢ al d¨ªa siguiente, ya por tel¨¦fono. ¡°?Cu¨¢nto tiempo llevas como periodista en EL PA?S?¡±, pregunta con tono amable y curioso. Una vez respondida la consulta, no sin desconcierto, Rubio se levanta del taburete y antes de marcharse al siguiente compromiso, proclama: ¡°Es el mejor peri¨®dico¡±. Estaba en lo cierto Boris Izaguirre cuando la compar¨® en estas p¨¢ginas con un GPS, ¡°porque te lleva por donde ella quiere¡±.
Reci¨¦n terminada una clase de yoga, la int¨¦rprete de ¨¦xitos como Y yo sigo aqu¨ª o Ni una sola palabra comparte su gozo por poder disfrutar de la que denomina como su segunda patria. ¡°Me encanta pasear por el viejo Madrid y perderme en sus callejones de inc¨®gnito. Donde m¨¢s feliz he sido aqu¨ª es en el barrio de La Latina¡±. Famosa desde antes de nacer y estrella del grupo infantil Timbiriche con apenas 11 a?os, pas¨® los primeros veranos de su vida en el paraje gallego de Trasanquelos (A Coru?a), enviada por su madre, la actriz Susana Dosamantes, para conectar con su ascendencia espa?ola. ¡°Mi abuela Macuca y su hermana nos recog¨ªan en Barajas, en un Renault Twingo impresionante de los setenta, y yo les cantaba¡±, evoca enternecida. ¡°Recuerdo correr con mi hermano, los columpios, ser salvaje sin zapatos y tratar de cazar los salmonetes bajo las piedras del r¨ªo. Ten¨ªamos un piano el¨¦ctrico y ah¨ª empec¨¦ a hacer melod¨ªas desde muy peque?a por todo el pueblo¡±.
En sus palabras es justamente esa conexi¨®n con su ¡®yo¡¯ de ni?a, ajena a cualquier miedo, una de las claves de sus d¨¦cadas de ¨¦xito en la industria: ¡°Imagino que tiene que ver con que sea aut¨¦ntica y transparente. Soy muy guerrera y me gusta la ca?a¡±. La mexicana ofrece respuestas cortas y m¨¢s cercanas al esoterismo que al argumentario calculado de cualquier otro artista en promoci¨®n. Con ella no valen guiones, es un estado de ¨¢nimo: ¡°Tengo la piel como un delf¨ªn: gruesa y suave¡±, ¡°soy un prisma multicolor¡± o ¡°no soy un objeto, soy un alma¡± son algunas de sus reflexiones. Se dice reseteada, centrada en el aqu¨ª y el ahora, curada en su conjunto ¡ª¡±desde la covid hasta de espantos¡±¡ª y agradece el efecto terap¨¦utico que su oficio ha tenido en ella. ¡°La m¨²sica me ha sanado y sigue siendo mi medicina. Me salv¨® de todo y todos. Yo sano a mi p¨²blico con mis letras y ellos lo hacen conmigo¡±, corrobora.
Su mundo cambi¨® el pasado julio tras el fallecimiento de su madre, conocida como ¡°el rostro m¨¢s bello de M¨¦xico¡±, a los 74 a?os. ¡°Para m¨ª hay un antes y un despu¨¦s¡±, reconoce. ¡°En el duelo no hay atajos. Hay que ser aut¨¦ntica y vulnerable, ir d¨ªa a d¨ªa. Me siento afortunada de haber tenido una madre tan fuerte y valiente, que siempre estuvo conmigo¡±. Preguntada acerca del paralelismo entre su infancia y la de sus dos hijos, Andrea Nicol¨¢s y Eros ¡ªfruto de sus relaciones con el empresario Colate Vallejo-N¨¢gera y el cantante Gerardo Baz¨²a, respectivamente¡ª, la artista apela a la generosidad de sus reto?os: ¡°Para ellos es algo natural y org¨¢nico, lo entienden como una forma de vida y un legado. Saben que si su mam¨¢ va a Disney a lo mejor se tiene que hacer un par de fotos, como Mickey, pero les explico que tienen que ceder un poco y lo llevan bien. Son fant¨¢sticos y puros¡±.
Que nadie entienda No es mi culpa como el canto del cisne de Paulina Rubio. La de Ciudad de M¨¦xico quiere m¨¢s y asegura estar dispuesta a llenar este verano de canciones y conciertos. ¡°Tengo muchos proyectos nuevos: con editoras, docuseries, biopics¡ Pero me siento una cantante de estudio y disfruto de mi cat¨¢logo¡±. Quien llevara el pop latino a lo m¨¢s alto de las listas de todo el mundo est¨¢ convencida de que puede repetir la haza?a. La ¡°chica dorada¡± ha vuelto, aunque no parece que su apodo m¨¢s longevo y compartido la complazca demasiado: ¡°Las etiquetas solo me gustan para quit¨¢rmelas. A m¨ª ll¨¢mame Pau¡ y me encontrar¨¢s¡±.
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