Manuel Turizo, cantante: ¡°Hay que controlar la cabeza: nunca se queda callada y puede contaminarte¡±
El colombiano es uno de los artistas con m¨¢s motivos para celebrar, despu¨¦s de asaltar las listas con ¨¦xitos como ¡®El merengue¡¯ o ¡®La bachata¡¯. ¡°La m¨²sica es terapia, todo el mundo necesita su escape¡±, afirma tras poner a bailar a medio mundo
El gran triunfador de Los40 Music Awards, con hasta tres premios, se volvi¨® pronto al hotel tras la ceremonia celebrada el pasado viernes 3 de noviembre en Madrid. ¡°Estaba cansado y me vine a dormir. No fui al after ni nada de eso, me qued¨¦ quieto¡±, confirma d¨ªas despu¨¦s Manuel Turizo (Monter¨ªa, Colombia, 23 a?os), el cantante que ha dominado con melod¨ªa de hierro la m¨²sica latina en el ¨²ltimo a?o. Puede sonar contradictorio, pero el responsable de poner banda sonora a las noches de fiesta con ¨¦xitos globales, como La bachata o El merengue, es de los que se recogen con prudencia y en compa?¨ªa solo de los suyos. ¡°Hay gente a la que le gusta salir en todas las ciudades y estar en la calle, pero yo prefiero estar tranquilo con mis amigos y mi novia¡±, a?ade casi excus¨¢ndose. Desconectar tras darse un ba?o de multitudes ante miles de personas no es f¨¢cil. ¡°Hay veces que pega¡±, concede durante la entrevista con EL PA?S. Pero se va acostumbrando: ¡°Me pongo a componer o a tomarme una cerveza con el equipo porque si llegas con mucha energ¨ªa, y te quedas ah¨ª mirando el techo, la cabeza habla mucho. La loca de la cabeza nunca se queda callada y puede contaminarte. Hay que controlarla¡±.
A primera vista, Turizo marca todas las casillas del arquetipo de estrella joven de la m¨²sica. Ropa un par de tallas m¨¢s grande, zapatillas Louis Vuitton, anillos y colgantes deslumbrantes, reloj de esfera XL, gafas de sol con el cristal tintado, gorra de malla¡ Recibe con un apret¨®n de manos y un afectuoso ¡°?qu¨¦ tal todo, bro?¡± en una suite con vistas panor¨¢micas del suroeste de la capital y aprovecha para chequear sus redes mientras espera a que el objetivo apunte a uno de los rostros de moda en la industria. Una vez acomodado en el set dispuesto para la ocasi¨®n, el artificio est¨¦tico va palideciendo ante su sonrisa t¨ªmida y un discurso reflexivo sobre su impulso art¨ªstico. ¡°A todo el mundo le alegra que le premien, pero yo no hago m¨²sica pensando en eso. La hago porque la amo y si alg¨²n d¨ªa la gente no quiere escucharme m¨¢s, voy a seguir haci¨¦ndola. Mi mente piensa todo el tiempo en canciones, letras y sonidos¡±.
La vocaci¨®n naci¨® pronto. Lo hizo en el piso familiar de Monter¨ªa, una ciudad de tradici¨®n ganadera al norte de Colombia en la que convertirse en un artista internacional parec¨ªa un sue?o irrealizable. El cuarto del pela¨ªto, como le conoc¨ªan entonces, era el del medio y sus paredes estaban decoradas por guitarras, accesorios de h¨ªpica ¨Dlos caballos son su otra gran pasi¨®n¨D y un viol¨ªn que pidi¨® por Navidad y que jam¨¢s lleg¨® a aprender a tocar. Aunque su padre tambi¨¦n es m¨²sico, la banda sonora estaba marcada por los gustos maternos. ¡°Cuando me levantaba cada ma?ana, ella ya ten¨ªa la radio puesta. Le gusta mucho la m¨²sica que se baila: la salsa, el vallenato, el merengue¡¡±, evoca sobre su predicamento por la mezcla de g¨¦neros que ahora es una de sus se?as de identidad como int¨¦rprete. ¡°Si me gustan muchos tipos de m¨²sica, ?por qu¨¦ tendr¨ªa que limitarme a hacer uno solo? Puedes probar a hacerlos todos y ver si funciona¡±. Su pr¨®ximo ¨¢lbum, que presentar¨¢ en Madrid en el festival Christmas by Starlite en diciembre, se llamar¨¢ 201, en homenaje al n¨²mero del apartamento que tanto le ha marcado.
Hoy, los 32 millones de oyentes mensuales que acumula solo en Spotify corroboran una aspiraci¨®n por la que apost¨® su futuro. Persiguiendo su sue?o de triunfar, se march¨® a Medell¨ªn siendo un ni?o junto a su hermano Juli¨¢n, compositor de varios de sus ¨¦xitos. ¡°Mis padres me pusieron la obligaci¨®n de que no pod¨ªa dejar el colegio, pero mi mente solo pensaba en m¨²sica. Recuerdo que buscaba en el Instagram de los productores o las discogr¨¢ficas a ver si ten¨ªan puesta la direcci¨®n del correo y pod¨ªa escribirles para que me abrieran la puerta. Yo buscaba y buscaba lo que fuera¡±, rememora. Nadie le ofreci¨® la oportunidad anhelada. A los 16 a?os, Manuel encontr¨® una plataforma digital que permit¨ªa alojar canciones por solo nueve d¨®lares. ¡°Pero no ten¨ªa tarjeta de cr¨¦dito para poder pagarla, as¨ª que se la tuve que pedir a mi primo porque ellos s¨ª ten¨ªan dinerito¡±, recuerda entre risas. La canci¨®n, a medio camino entre el reguet¨®n y la balada pop, se llamaba Una lady como t¨² (2016). En cuesti¨®n de meses, era un hit indiscutible a ambos lados del Atl¨¢ntico y el pasaporte de Turizo al estrellato. ?Le lleg¨® a devolver los nueve d¨®lares a su primo? ¡°No, ah¨ª sigue acumulando intereses¡±.
Pese a lo precoz de su ¨¦xito, el camino hasta su estatus actual no ha seguido una l¨ªnea recta. ¡°Si fuera f¨¢cil mantener una carrera, cr¨¦eme que todo el mundo lo har¨ªa. Para esta industria no hay un manual, solo aprendes a ra¨ªz de hacer y equivocarte¡±. En este punto de la conversaci¨®n, ya se ha despojado de sus gafas y no aparta la vista de su interlocutor. Al contrario que otros artistas de su generaci¨®n, defiende que no hay diferencia entre la persona y el personaje, que Manuel Turizo es uno y aut¨¦ntico, aunque oculte deliberadamente los episodios menos gratos de su rutina. ¡°El p¨²blico solo ve la cara buena porque nuestro trabajo es hac¨¦rselo pasar bien con nuestras canciones. Cada persona tiene sus problemas, ?para qu¨¦ vas a cargarlos con m¨¢s negatividad?¡±, se pregunta. Sobre todo, en tiempos tan convulsos como los actuales: ¡°La m¨²sica y el baile son terapia, todo el mundo necesita su escape¡±.
El cantante intenta predicar con el ejemplo. Si en pleno monopolio de los ritmos urbanos ¨¦l se desmarca apostando por el merengue o la bachata, tambi¨¦n nada a contracorriente al huir de declaraciones controvertidas, choques con otros artistas o publicitar su vida ¨ªntima. No busquen fotos de su novia o padres en sus redes, no las encontrar¨¢n. ¡°Siempre he pensado que las personas de mi alrededor no tienen por qu¨¦ estar expuestas. Ellos no han decidido tener esa visibilidad y a m¨ª me afecta verlos mal por cualquier comentario que puedan hacer sobre m¨ª¡±. Y prosigue: ¡°S¨¦ que esto no es solo m¨²sica y que trabajamos en el entretenimiento que consiste, literalmente, en crear una novela de tu vida. Pero yo siempre quise poner mi foco en mi m¨²sica¡±. Y pese a lo mete¨®rico de su ascenso, apuesta por mantener los pies de la tierra. ¡°No puedo decir que de aqu¨ª a un a?o voy a ser el artista m¨¢s grande que hay en el mundo porque no s¨¦ un carajo si eso va a ser posible. Eso no lo controla nadie¡±, concluye. De momento, el pela¨ªto prefiere seguir amenizando las ma?anas de aquellos que, como su madre, amanecen cada d¨ªa con la radio puesta.
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