Jos¨¦ Antonio Gismera, el relojero del Palacio Real: ¡°Yo llevo un Festina muy normal¡±
Lleva 32 a?os afinando y reparando los 230 relojes del antiguo Alc¨¢zar de Madrid y custodia la gran colecci¨®n real comprendida entre el siglo XVI y el XX: ¡°Es imposible ponerles precio, aqu¨ª hay verdaderas joyas¡±, dice
Luis XVIII dec¨ªa que la puntualidad es la cortes¨ªa de los reyes. Jos¨¦ Antonio Gismera (Madrid, 55 a?os), relojero del Rey, no nos hace esperar y nos recibe a la hora pactada en el taller que tiene en el Palacio Real. Est¨¢ ubicado en la cuarta planta del antiguo Alc¨¢zar de Madrid, donde en tiempos de Alfonso XIII viv¨ªan los criados de alto rango. Gismera lleva 32 a?os afinando y reparando los 230 relojes de palacio: desde El Candil, encargado por Felipe II a Hans de Evalo en 1583, h...
Luis XVIII dec¨ªa que la puntualidad es la cortes¨ªa de los reyes. Jos¨¦ Antonio Gismera (Madrid, 55 a?os), relojero del Rey, no nos hace esperar y nos recibe a la hora pactada en el taller que tiene en el Palacio Real. Est¨¢ ubicado en la cuarta planta del antiguo Alc¨¢zar de Madrid, donde en tiempos de Alfonso XIII viv¨ªan los criados de alto rango. Gismera lleva 32 a?os afinando y reparando los 230 relojes de palacio: desde El Candil, encargado por Felipe II a Hans de Evalo en 1583, hasta las piezas de los primeros a?os del siglo XX. ¡°A Carlos IV era al que m¨¢s le gustaban los relojes. Era un fan¨¢tico¡±, dice. En su despacho, con vistas a la plaza de Oriente y el Teatro Real, suena una radio Seiko de hace 50 a?os que hered¨® de Abelardo, uno de sus maestros. Aprendi¨® de los mejores, incluido Manuel Santolaya, quinta generaci¨®n de relojeros y anterior encargado de talleres de Patrimonio Nacional.
Por las manos de Gismera pasan obras de arte complejas y de gran dificultad mec¨¢nica: aut¨®matas, astron¨®micos, planetarios¡ Y de los materiales m¨¢s diversos: bronce, oro, m¨¢rmol, cristal, porcelana, metal, cincelado, esmaltado, fundido, madera de ¨¦bano, de caoba. ¡°Es imposible ponerles precio, aqu¨ª hay verdaderas joyas¡±, se?ala. Se pasa los d¨ªas y las horas haciendo rondas por palacio para ver que todos los relojes est¨¦n en hora para las ocasiones importantes. Le toc¨® trabajar en los preparativos de acontecimientos regios como la boda de Felipe VI y la reina Letizia o la abdicaci¨®n de Juan Carlos I, pero es un hombre discreto. Lo que pasa en palacio, se queda en palacio.
Pregunta. ?D¨®nde se estudia para ser relojero del Rey?
Respuesta. No hay una escuela. Hay cursos de relojer¨ªa peque?a, pero no hay formaci¨®n para relojer¨ªa grande como la que hay en el Palacio Real.
P. Entonces, ?c¨®mo se form¨®?
R. Aqu¨ª, en palacio. Entr¨¦ de ayudante. Ten¨ªa 21 a?os y algunas nociones de relojer¨ªa. Coincid¨ª con personas fuera de serie, como Abelardo Calvo o Manuel Santolaya, gente muy profesional y muy maja. Ellos me ense?aron todo. Fui aprendiendo hasta que me present¨¦ a la oposici¨®n para relojero de Patrimonio Nacional y gan¨¦ mi plaza oficial.
P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s dif¨ªcil de este trabajo?
R. El cambio de hora de los 230 relojes, sobre todo cuando toca el cambio al horario de invierno y hay que atrasar una hora todas las piezas. Son muchos relojes y algunos de ellos tienen grandes complejidades: fases lunares, calendarios, zodiacos¡ El cambio para atr¨¢s es un dolor de cabeza.
P. El cambio al horario de verano est¨¢ a la vuelta de la esquina. ?C¨®mo se organiza para ese momento?
R. Me lleva tres d¨ªas cambiar la hora a todos los relojes.
P. Si tuviera que elegir su pieza favorita, ?cu¨¢l ser¨ªa?
R. Me gusta mucho un reloj de sobremesa del taller de Felipe Santiago y Pedro Charost, y un Esqueleto, obra de un relojero espa?ol llamado Manuel Guti¨¦rrez, que permite ver directamente el movimiento a trav¨¦s de la esfera. Me gustan las cosas sencillas. A veces, la sencillez es una obra de arte en s¨ª misma.
P. ?Y al p¨²blico qu¨¦ le gusta?
R. Los aut¨®matas con movimiento son los que m¨¢s llaman la atenci¨®n. Al p¨²blico le gustan los relojes que lleven muchas cosas.
P. El Rey tiene un despacho aqu¨ª. ?Tiene reloj?
R. S¨ª, s¨ª, tiene uno. Cuando hay alg¨²n acto oficial o una audiencia reviso que todo est¨¦ en orden y afinado.
P. ?Se lo ha encontrado alguna vez?
R. S¨ª, alguna vez hemos coincidido. Bueno, coincidir¡ Yo s¨¦ que est¨¢ aqu¨ª y en alguna ruta me lo he cruzado. Antes de que venga se pasa revista y si hay algo que no va hay que notificarlo.
P. Cuando le preguntan a qu¨¦ se dedica, ?qu¨¦ dice?
R. Cuando digo que trabajo de esto no me creen. Se sorprenden. Me dicen: ¡°Venga, no me vaciles¡±. Luego se dan cuenta de que hablo en serio.
P. Perd¨®n por la indiscreci¨®n, ?usted qu¨¦ reloj lleva?
R. Yo llevo un Festina muy normal. No todos los que trabajan en Mercedes-Benz conducen un Mercedes. Aqu¨ª es lo mismo. Todo depende de la n¨®mina que uno tenga.