Un a?o sin Matthew Perry, una muerte inesperada con muchos giros de guion que sigue buscando culpables
En los pr¨®ximos meses tendr¨¢n lugar las vistas y juicios de los cinco acusados por el fallecimiento del actor a causa de un exceso de consumo de ketamina que ellos le suministraban. Algunos de ellos enfrentan hasta a 120 a?os de c¨¢rcel
La tarde del 28 de octubre de 2023, Hollywood bull¨ªa de fiestas de Halloween. Era el s¨¢bado previo al d¨ªa 31, una de las celebraciones m¨¢s importantes del a?o en Estados Unidos y, por tanto, el fin de semana de diversi¨®n. Sin embargo, cuando muchos invitados se dirig¨ªan a cenar y bailar, les lleg¨® una noticia espeluznante: Matthew Perry hab¨ªa fallecido. La muerte del actor, que por siempre ser¨ªa Chandler Bing en Friends, corri¨® como la p¨®lvora, y m¨¢s all¨¢ de disfraces, sustos y chocolates, se convirti¨® en el centro de la conversaci¨®n de todos esos festejos. Un a?o despu¨¦s, no ha dejado de serlo.
La muerte de Perry cuando apenas ten¨ªa 54 a?os pill¨® por sorpresa a la industria del espect¨¢culo. Lo peor ya hab¨ªa pasado. El actor hab¨ªa contado justo un a?o antes en sus descarnadas memorias que, pese la fama y el dinero, la suya no hab¨ªa sido una vida f¨¢cil, y que las adicciones se hab¨ªan cebado con ¨¦l hasta el punto de hacerle perder millones y rozar la muerte. Sin embargo, aquello parec¨ªa ser parte del pasado. Ahora viv¨ªa en la tranquila y cara localidad californiana de Pacific Palisades, frente al mar, y, aunque sin apenas proyectos profesionales en el horizonte, se le ve¨ªa tranquilo, en fiestas y eventos o haciendo recados por Los ?ngeles. Una vida casi de jubilado, algo que tras a?os de estr¨¦s y sobresaltos de salud no le iba mal. Pero aquel d¨ªa en el que su asistente lo encontr¨® ahogado en su jacuzzi lo cambi¨® todo.
Desde entonces ha habido m¨¢s giros de guion en la involuntaria pel¨ªcula protagonizada por Perry y las circunstancias de su muerte. Quiz¨¢ no result¨® una gran sorpresa el informe forense de diciembre, que desvelaba que muri¨® ahogado a causa de los efectos de la ketamina, y no de la que usaba para combatir la depresi¨®n y la ansiedad. Esa dura apenas unas horas en el cuerpo, y ¨¦l hab¨ªa acudido a la terapia unos 10 d¨ªas antes; los niveles de la droga, en cambio, eran tan altos en su cuerpo como si acabara de pasar por una anestesia general. Incluso su madre ahora, en el primer aniversario de su muerte y la primera vez que hablan de ¨¦l, ha contado en el programa Today que se emite este lunes que una de las ¨²ltimas veces que le vio sinti¨® ¡°una especie de inevitabilidad de lo que iba a pasarle¡±.
Pero todo se puso patas arriba en mayo, al saberse que tras su muerte no estaba ¨²nicamente ¨¦l, sino una trama compleja. Entonces la investigaci¨®n fue confirmada no solo por la polic¨ªa de Los ?ngeles, sino por la agencia federal antinarc¨®ticos, la DEA, que regula el uso de alimentos y medicinas en todo EE UU.
Lo que nadie esperaba es que la trama implicara a algunas de las personas de su mayor confianza. La investigaci¨®n ha sido lenta; los detalles, desvelados con cuentagotas. De ah¨ª que las pesquisas hayan tardado meses en conocerse, hasta agosto, cuando hubo cinco detenidos: nada menos que su asistente desde hac¨ªa 25 a?os, Kenneth Iwamasa; dos m¨¦dicos, Salvador Plasencia y Mark Ch¨¢vez; la llamada ¡°reina de la ketamina¡±, Jasveen Sangha; y un intermediario entre el actor y la camello llamado Erik Fleming. El tiempo (y los tabloides estadounidenses, siempre pendientes de la ¨²ltima p¨¢gina del ¨²ltimo informe judicial) han ido desgranando tristes datos de c¨®mo todos ellos manejaban a Perry como a una marioneta, someti¨¦ndole gracias a la droga, a la que solo fue adicto durante apenas un mes.
¡°Me pregunto cu¨¢nto m¨¢s pagar¨¢ este imb¨¦cil¡±, le escribi¨® en un mensaje, borrado tras la muerte de Perry, el doctor Plasencia al doctor Ch¨¢vez en septiembre de 2023. ¡°Vamos a averiguarlo¡±, retaba. Los m¨¦dicos y la traficante Sangha le vend¨ªan viales de ketamina que costaban apenas 12 d¨®lares por m¨¢s de 2.000. En alguna ocasi¨®n, Plasencia acudi¨® a la mansi¨®n de cinco millones de d¨®lares de Perry para administrarle la droga; otra, se la dejaba a gente sin experiencia. En los registros consta que el 12 de octubre de 2023 le dio ¡°una gran dosis¡± que le caus¨® un pico de tensi¨®n sangu¨ªnea y que se quedara del todo paralizado. ¡°Como m¨¦dicos, Plasencia y Ch¨¢vez violaron sus juramentos acerca de cuidar a sus pacientes. Causaron mucho da?o solo para hacer dinero¡±, dijo en agosto la directora de la DEA.
Pero generalmente era Iwamasa, un asistente sin conocimientos m¨¦dicos, quien le suministraba la sustancia al actor. El d¨ªa que muri¨®, ha confesado, le inyect¨® ketamina hasta en tres ocasiones, y ha contado que lo llegaba a hacer hasta seis u ocho veces al d¨ªa. Ese fat¨ªdico 28 de octubre lo hizo a las 8.30 y despu¨¦s a las 12.45, mientras Perry ve¨ªa una pel¨ªcula. Solo 40 minutos despu¨¦s, le pidi¨® prepararle el jacuzzi y ¡°ponerle otra de las grandes¡±, en referencia a las inyecciones de ketamina, como se le¨ªa en su declaraci¨®n de culpabilidad ante el juez. Ser¨ªa la ¨²ltima dosis.
Iwamasa, que enfrenta una pena de 15 a?os de prisi¨®n y cuya vista tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo 6 de noviembre, se ha declarado culpable de un cargo de conspiraci¨®n para distribuir ketamina, el mismo del que tambi¨¦n se declar¨® culpable Erik Fleming (54 a?os). Este tambi¨¦n enfrenta otro m¨¢s, parecido, pero m¨¢s grave, el de la distribuci¨®n de ketamina con causa de muerte, por lo que puede pasar 25 a?os en la c¨¢rcel; su vista ser¨¢ este mi¨¦rcoles 30 de octubre. Culpable tambi¨¦n se ha declarado un m¨¦dico, Mark Ch¨¢vez, californiano de San Diego, de 54 a?os. Su pena de prisi¨®n, tambi¨¦n por conspiraci¨®n para la distribuci¨®n de ketamina, puede llegar a los 10 a?os. El 2 de abril de 2025 se sabr¨¢ su sentencia.
Quienes se han declarado no culpables son los dos acusados con mayor responsabilidad y que mayores penas enfrentan. Sangha, de 41 a?os, gestionaba un gran almac¨¦n de ketamina y de metanfetaminas en North Hollywood, gracias al que se enriquec¨ªa; sus redes sociales han mostrado c¨®mo llevaba una vida de lujosos viajes, jets privados y restaurantes caros en M¨¦xico y Jap¨®n (un viaje que realiz¨® apenas 10 d¨ªas despu¨¦s de morir Perry). Ella enfrenta nueve cargos que le supondr¨ªan al menos una d¨¦cada de prisi¨®n o dar con sus huesos en la c¨¢rcel para siempre.
Ocurre igual con el segundo m¨¦dico, Salvador Plasencia, de 42 a?os, que regentaba una cl¨ªnica en la exclusiva localidad de Calabasas, y que seg¨²n las pesquisas de la fiscal¨ªa trat¨® de convertirse en el suministrador ¨²nico de Perry. ?l sab¨ªa, y coment¨® con m¨¢s pacientes, que el actor ¡°estaba perdiendo todo control con su adicci¨®n¡±, pero sigui¨® suministr¨¢ndosela, en una dosis mucho mayor de lo que le dijo a las autoridades. ¡°Sab¨ªa muy bien que lo que estaba haciendo era peligroso¡±, afirmaron los fiscales tras su detenci¨®n. Tambi¨¦n se enfrenta a nueve cargos y hasta a 120 a?os de c¨¢rcel. Fuera de prisi¨®n gracias a entregar su pasaporte a las autoridades y a una fianza de 100.000 d¨®lares, ya no est¨¢ autorizado a trabajar, porque su licencia ha expirado este octubre. Seg¨²n la fiscal¨ªa, tanto Sangha como Plasencia ¡°tomaron ventaja de las adicciones de Perry para enriquecerse¡±. Su juicio llegar¨¢ el 4 de marzo de 2025.
La adicci¨®n de Perry, r¨¢pida y extrema, le mat¨® en poco m¨¢s de un mes. ?l ya hab¨ªa tomado ketamina durante la pandemia, cuando pas¨® una ¨¦poca rehabilit¨¢ndose en Suiza, junto al lago Lem¨¢n, porque le ayudaba a lidiar contra el dolor y la depresi¨®n. Entonces lo hac¨ªa de manera controlada y con infusiones de una hora de duraci¨®n, como contaba en su biograf¨ªa Amigos, amantes y aquello tan terrible, a finales de 2022: ¡°A menudo pensaba que me estaba muriendo durante esa hora. Pensaba: ¡®Oh, esto es lo que pasa cuando te mueres¡¯. Sin embargo, me apuntaba continuamente a esta mierda porque era diferente y cualquier cosa diferente es buena... Tomar K es como ser golpeado en la cabeza con una pala gigante y feliz. Pero la resaca era dura y superaba a la pala. La ketamina no era para m¨ª¡±.
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