¡°La fealdad se vende mal¡±: el homenaje a los precursores que reivindicaron la belleza en el dise?o industrial espa?ol
La exposici¨®n ¡®Madrid, alfar de modernidad¡¯ rescata el trabajo del grupo de artistas y arquitectos que propiciaron la convergencia de diversas disciplinas en torno a un dise?o y una artesan¨ªa renovados en la Espa?a franquista que todav¨ªa despertaba
Alfar es el taller del alfarero, el lugar donde se fabrican artesanalmente objetos de barro y arcilla. Y en Madrid, alfar de modernidad, una de las exposiciones destacadas de la sexta edici¨®n del Madrid Design Festival que hoy se inaugura en la capital, hay, en efecto, un buen n¨²mero de objetos cer¨¢micos de excelente calidad producidos por artistas y artesanos espa?oles dura...
Alfar es el taller del alfarero, el lugar donde se fabrican artesanalmente objetos de barro y arcilla. Y en Madrid, alfar de modernidad, una de las exposiciones destacadas de la sexta edici¨®n del Madrid Design Festival que hoy se inaugura en la capital, hay, en efecto, un buen n¨²mero de objetos cer¨¢micos de excelente calidad producidos por artistas y artesanos espa?oles durante los a?os cincuenta y sesenta del pasado siglo. Pero no solo. El alfar del t¨ªtulo de la muestra, comisariada y dise?ada en el Centro Fern¨¢n G¨®mez por Pedro Feduchi y Pedro Reula, es en este caso metaf¨®rico: se refiere a la confluencia en el Madrid de aquella ¨¦poca de un grupo de creadores ¨Carquitectos, pintores, escultores y dise?adores¨C interesados en el mundo de la artesan¨ªa y empe?ados en renovarlo, desarrollarlo y acercarlo a un nuevo p¨²blico a trav¨¦s de esa disciplina entonces incipiente llamada dise?o industrial. Un momento clave de la evoluci¨®n del dise?o espa?ol que la exposici¨®n reconstruye a trav¨¦s de una selecci¨®n heterog¨¦nea de piezas de artesan¨ªa y dise?o.
¡°Insistir en este camino de incorporar a los pintores, escultores y arquitectos, para que den nuevo aliento a nuestras tareas artesanas de las cer¨¢micas, las telas, los muebles, los hierros forjados, estableciendo una colaboraci¨®n entre artistas y artesanos, es una factible medida que, a nuestro parecer, conducir¨ªa a una notable mejora en esta rama, tan popular y tan importante, de la producci¨®n art¨ªstica espa?ola¡±, escrib¨ªa en 1954 en la Revista Nacional de Arquitectura su director, el ingeniero y arquitecto Carlos de Miguel, uno de los adalides de la modernizaci¨®n est¨¦tica de la anquilosada Espa?a franquista.
Los Acuerdos de Madrid firmados con Estados Unidos un a?o antes hab¨ªan supuesto el comienzo del fin del aislamiento del R¨¦gimen, que lograr¨ªa iniciar su reconocimiento internacional con la entrada en la ONU en 1955. Y el proyecto de modernizaci¨®n que Espa?a iniciaba requer¨ªa de un acompa?amiento est¨¦tico que permitiera superar los mediocres resabios neoimperiales de la inmediata posguerra.
Uno de los n¨²cleos m¨¢s activos en ese af¨¢n de modernizaci¨®n del pa¨ªs cristaliz¨® en torno a un grupo de arquitectos madrile?os de diversas generaciones, entre los que destacaba Luis M. Feduchi, autor antes de la guerra del ic¨®nico edificio Carri¨®n de la Gran V¨ªa y que en 1953 acababa de culminar el moderno Hotel Castellana Hilton, para el que dise?¨® hasta la cuberter¨ªa. O un jovenc¨ªsimo Javier Carvajal, que poco despu¨¦s de terminar sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Madrid obtuvo una beca en Roma que le permiti¨® entrar en contacto con las nuevas tendencias del dise?o italiano. En la Escuela de Madrid se ven¨ªa promoviendo, junto con una s¨®lida formaci¨®n t¨¦cnica, el inter¨¦s de los alumnos por las artes, a trav¨¦s de formaciones extracurriculares y con la organizaci¨®n de concursos y exposiciones. Como parte de ese fen¨®meno de integraci¨®n de las artes en la pr¨¢ctica de su oficio, j¨®venes arquitectos como Antonio Fern¨¢ndez Alba se interesaron tempranamente por la pr¨¢ctica de la cer¨¢mica.
¡°Carlos de Miguel fue el aglutinador y dinamizador, quien moviliz¨® a todo el mundo¡± que participar¨¢ en ese alfar o crisol de modernidad que tendr¨¢ lugar en Madrid, seg¨²n explica Pedro Feduchi. De Miguel hab¨ªa conocido en Par¨ªs al grupo de artistas espa?oles reunidos en torno al escultor Jos¨¦ Luis S¨¢nchez y su mujer, la francesa Jacqueline Canivet, cuyos padres contaban con un reputado taller de cer¨¢mica en la capital francesa. Nombres como Luis Feito, Francisco Farreras o Arcadio Blasco y su mujer, Carmen Perujo, pasaron por all¨ª. Y cuando regresaron a Madrid entraron en contacto con el grupo de amigos y arquitectos de De Miguel, como Carvajal o Feduchi, quien les facilit¨® el uso de un horno que hab¨ªa en el Museo de Am¨¦rica.
?La cer¨¢mica fue el hilo conductor que articulaba las inquietudes por la arquitectura, la artesan¨ªa y las artes aplicadas de artistas y arquitectos?, corrobora Pedro Reula. Es un medio que ofrece una s¨ªntesis de una ¨¦poca, y el origen de una f¨¦rtil relaci¨®n que se prolongar¨¢ d¨¦cadas en el tiempo (en Madrid hay numerosas fachadas, portales e incluso estaciones de metro que presentan obras, murales y mosaicos de algunos de estos artistas).
En 1957, Carlos de Miguel presenta en el Ateneo la exposici¨®n Tres ceramistas, con obras de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, Jacqueline Canivet y Arcadio Blasco. ¡°La cer¨¢mica, que tiene en Espa?a una hermos¨ªsima tradici¨®n, no puede quedarse en la repetici¨®n de las viejas y queridas formas antiguas. Tienen la obligaci¨®n nuestros artistas, pintores y escultores de tomar parte en la creaci¨®n de nuevas formas que, entroncando con las tradicionales, permitan poner en el mercado piezas que unan a su absolutamente necesario funcionalismo una belleza pl¨¢stica¡±, reclamaba el ubicuo Carlos de Miguel en el folleto de aquella muestra, ¡°un ejemplo de lo que se podr¨ªa conseguir con la industrializaci¨®n de piezas artesanales¡±, explican Feduchi y Reula. ¡°?l lo hab¨ªa visto en Finlandia, en Suecia, en Dinamarca, y quer¨ªa promover algo equivalente, la industrializaci¨®n y la comercializaci¨®n¡± de la ideaci¨®n art¨ªstica y artesana espa?ola.
Para ello, ese mismo a?o, se uni¨® a Feduchi y Carvajal para fundar la Sociedad para el Estudio del Dise?o Industrial (SEDI). Asociados con Paco Mu?oz y Fernando Alonso Mart¨ªnez, creadores en 1959 de la firma de mobiliario Darro, Jos¨¦ Gancedo, de Tapicer¨ªas Gancedo, o Aurelio Biosca, fundador de la hist¨®rica galer¨ªa de arte contempor¨¢neo que llevaba su nombre, la SEDI ofreci¨® sus servicios al tejido empresarial espa?ol y divulg¨® la importancia del dise?o industrial, una disciplina entonces incipiente en nuestro pa¨ªs. ¡°La fealdad se vende mal¡±, reza uno de los folletos de la SEDI, que promet¨ªa a sus potenciales clientes ¡°resolver todos sus problemas de est¨¦tica industrial¡±. Entre los artistas que trabajaron para aquel proyecto estaban Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, Jos¨¦ Mar¨ªa Cruz Novillo o Jos¨¦ Mar¨ªa de Labra.
La aventura de la SEDI se agot¨® en 1961, el mismo a?o que ADI/FAD, llamada a ser la sociedad de promoci¨®n industrial de referencia en Espa?a, convocaba en Barcelona la primera edici¨®n de sus premios. En esos cuatro a?os hubo muchos proyectos, pero se produjeron muy pocos, como un precioso juego de caf¨¦ de Jos¨¦ Mar¨ªa de Labra producido por Bidasoa, o el juego de t¨¦ de May Cavestany para La Cartuja, ambos reconocidos en la primera edici¨®n de los FAD. No obstante, aquella ef¨ªmera iniciativa concit¨® una inquietud y una efervescencia que resultar¨ªan muy fruct¨ªferas. Y cuando Javier Carvajal recibi¨® el encargo de dise?ar el pabell¨®n espa?ol en la Feria Mundial de Nueva York, se llev¨® a buena parte de los artistas de la ¨®rbita de la SEDI. Labra dise?¨® el logo en forma de granada del pabell¨®n espa?ol o la celos¨ªa geom¨¦trica que cerraba el patio interior, y Jos¨¦ Luis S¨¢nchez el toro de bronce que hizo las veces de souvenir.
Despu¨¦s de aquello, de vuelta en Espa?a, se pusieron en marcha iniciativas de comercializaci¨®n y exportaci¨®n de los productos exhibidos en Nueva York. Pero sobre todo se sembr¨® una semilla de modernidad todav¨ªa hoy reconocible y que puede disfrutarse a trav¨¦s de las piezas y el discurso expositivo de Madrid, alfar de modernidad. La nueva exposici¨®n de Feduchi y Reula contin¨²a la senda de la dedicada a H Muebles en 2020 y a Darro en 2019, hitos en el acercamiento a una ¨¦poca a veces un tanto olvidada del dise?o espa?ol.
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