J¨®zsef Fischer: as¨ª se ha reconstruido la mejor obra del genio olvidado de Budapest
Villa Walter Rozsi, obra magna de este arquitecto muerto en los noventa, reabre a finales de mes en la capital h¨²ngara tras a?os de abandono
A finales de marzo abre al p¨²blico la Villa Walter Rozsi de Budapest, obra magna del arquitecto h¨²ngaro J¨®zsef Fischer (Budapest, 1901-1995). M¨¢ximo exponente del movimiento moderno en la arquitectura h¨²ngara, Fischer fue miembro del grupo h¨²ngaro del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), conectado radicalmente con los arquitectos europeos que en aquellos a?os veinte exploraban nuevos horizont...
A finales de marzo abre al p¨²blico la Villa Walter Rozsi de Budapest, obra magna del arquitecto h¨²ngaro J¨®zsef Fischer (Budapest, 1901-1995). M¨¢ximo exponente del movimiento moderno en la arquitectura h¨²ngara, Fischer fue miembro del grupo h¨²ngaro del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), conectado radicalmente con los arquitectos europeos que en aquellos a?os veinte exploraban nuevos horizontes. Su impronta en la capital de Hungr¨ªa a¨²n es determinante por su mirada cosmopolita y avanzada, tan al hilo de lo que estaba sucediendo en lugares como Barcelona, Weimar o Par¨ªs. Adem¨¢s, la Villa albergar¨¢ un museo dedicado al movimiento moderno que abrir¨¢ sus puertas en mayo con una exposici¨®n centrada en la arquitectura de entreguerras.
Entre los edificios de Fischer en Budapest destaca un espectacular complejo de 22 viviendas que dan forma a una pionera colonia experimental ubicada en el distrito 2, el de Pasar¨¦t. No muy lejos de all¨ª queda otra de las obras de referencia de Fischer, la Casa Hoffmann, propiedad privada en la que se percibe bien su evoluci¨®n desde sus primeras construcciones en forma de cubo a la paulatina introducci¨®n de formas volum¨¦tricas y circulares, un estilo que culminar¨ªa con Villa Jaritz en 1941, tambi¨¦n en Budapest.
La m¨ªtica revista Viviendas, editada en Madrid en los a?os treinta, dedicada a la arquitectura, el dise?o, el interiorismo y la decoraci¨®n, ya hablaba en un n¨²mero de 1934 de J¨®zsef Fischer como un autor determinante, m¨¢s pendiente de la necesidad que de la conveniencia. Es l¨®gico que el consejo de redacci¨®n de la revista se hiciera eco de esta colonia de Budapest, ya que en la misma ¨¦poca tomaba forma el Viso de Madrid.
Hijo de un impresor, Fischer se form¨® como aprendiz de alba?il y comenz¨® a estudiar arquitectura en la Escuela de Oficios de la Construcci¨®n. En 1926 se encarg¨® de la construcci¨®n de los Ba?os Cs¨¢sz¨¢r, que a¨²n siguen abiertos. Dos a?os despu¨¦s, Fischer trabaj¨® durante seis meses codo con codo con Farkas Molnar y Marcel Brauer, quien al dejar la Bauhaus se instal¨® un tiempo en Budapest.
El arquitecto tambi¨¦n fue el editor de T¨¦r ¨¦s Forma (Espacio y Forma), revista de arquitectura moderna h¨²ngara que se public¨® entre 1928 y 1946. Fischer cont¨® con el apoyo de su pareja, Ester Pecsi, la primera mujer ingeniera de estructuras que conoci¨® Hungr¨ªa. Juntos crearon una empresa de construcci¨®n en 1931. En 1932, mont¨® una exposici¨®n de Arquitectura Moderna en la Isla Margarita de Budapest (a la que se accede a trav¨¦s de un puente en forma de Y de la compa?¨ªa Eiffel). Tambi¨¦n particip¨® en la Segunda Guerra Mundial y, en enero de 1945, fue nombrado comisario del Gobierno para la reconstrucci¨®n del patrimonio, por lo que hasta 1948 presidi¨® el Consejo de Obras P¨²blicas de Budapest. Durante la revoluci¨®n de 1956, en la que la sociedad h¨²ngara sali¨® a la calle para reclamar pac¨ªficamente su desconexi¨®n del comunismo, sin suerte, la casa de Fischer se convirti¨® en lugar de encuentro de los pol¨ªticos socialdem¨®cratas, y fue elegido para liderar el partido de la oposici¨®n, pero tras el fracaso de la revuelta pas¨® a la clandestinidad. Ester abandon¨® Hungr¨ªa en 1958 y ¨¦l se qued¨® esperando pasaporte hasta que consigui¨® emigrar a los Estados Unidos en 1965.
Villa Rozsi fue concebida para la famosa cantante de ¨®pera Rozsi Walter y ahora se ha reconstruido teniendo en cuenta los planos originales. En el primer piso se halla el lugar donde la cantante ofrec¨ªa sus conciertos. Y en el segundo, las habitaciones con salida a la terraza. Tras la Segunda Guerra Mundial, la artista huy¨® con su familia a Suiza y luego a Argentina, donde hizo carrera, y la casa fue confiscada y nacionalizada. Al estar junto a un sanatorio de ni?os, durante el periodo comunista fue utilizada como una sucursal del mismo. Hoy en d¨ªa el edificio es patrimonio protegido bajo el Hungarian Museum of Architecture. Sus hijos mantienen contacto con el organismo encargado de proteger la casa, un espacio en el que se perciben ecos de Walter Gropius (la forma de cubo) y por supuesto de Le Corbusier, no por casualidad se utilizan los pilotis (que tanto recuerdan a Villa Savoie).
Para completar una ruta arquitect¨®nica por Budapest es preciso recordar la figura de Imre Makovecz, que fund¨® la llamada arquitectura org¨¢nica. Makovecz fue la cabeza visible de un grupo de arquitectos, dise?adores y artesanos que establecieron una forma alternativa de construir, pensar y vivir durante los largos a?os de gobierno comunista. Feroz cr¨ªtico del comunismo, el materialismo y la globalizaci¨®n, se le prohibi¨® trabajar en Budapest en 1976 y se mud¨® al norte, a Visegr¨¢d, un hermoso tramo de campo junto al Danubio. ¡°Acept¨¦ mi condici¨®n de rechazado. La creaci¨®n es la expulsi¨®n misma hacia un inicio ignorado¡±, anot¨® en sus escritos. All¨ª desarroll¨® su estilo idiosincr¨¢sico y org¨¢nico, reinterpretando las ideas de, entre otros, Rudolf Steiner (por su doble vertiente de arquitecto y antrop¨®logo e impulsor de los m¨¦todos de la Escuela Waldorf), Frank Lloyd Wright (para ¨¦l La Casa de la Cascada condensaba todo su pensamiento), Antoni Gaud¨ª (lleg¨® a planear una sagrada familia para Budapest), el arquitecto h¨²ngaro ?d?n Lechner o los de la Secession vienesa, Olbrich o Wagner. En Espa?a se hizo relativamente conocido por el pabell¨®n de Hungr¨ªa que proyect¨® y se instal¨® en la Exposici¨®n de Sevilla de 1992, en cuyo interior se instalaron ¨¢rboles reales.
El Makovecz Centre and Archives, fundaci¨®n que mantiene vivo su legado (y su estudio, cuidado hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle, tanto es as¨ª que sobre la mesa sigue estando el ¨²ltimo esbozo que dej¨® a medias al morir en 2011). Al mando de la fundaci¨®n est¨¢ el arquitecto L?rinc Csernyus, uno de sus alumnos y m¨¢s estrechos colaboradores y quien ha sido el art¨ªfice del pabell¨®n de Hungr¨ªa en la Exposici¨®n Universal de Dub¨¢i.
Durante toda su trayectoria, Makovecz defendi¨® la idea de que lo que determina y define el tipo de construcci¨®n y el lugar de un edificio no es la funci¨®n ni el entorno ni la forma, sino el clima. El arquitecto naci¨® y se educ¨® en Budapest, ayud¨® a su padre a sabotear tanques alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, estudi¨® arquitectura en la universidad t¨¦cnica de Budapest y se gradu¨® en 1959. Profundamente religioso, Makovecz cre¨ªa en los ¨¢ngeles. Su esp¨ªritu creativo tom¨® como gu¨ªa las formas de los ¨¢rboles. Tras el desvanecimiento comunista regres¨® a Budapest y abri¨® su propio estudio, Makona. Siguiendo su propio lema, ¡°una casa, una idea¡±, fue dando forma a m¨¢s de 100 obras entre las que se cuentan numerosos edificios civiles a lo largo y ancho del pa¨ªs, entre los que destacan el Templo evang¨¦lico de Siofok, las iglesias de Paks y Sz¨¢zhalombatta, la de Cs¨ªkszereda (en Rumania) y la Universidad cat¨®lica Pazmany Peter.
Makovecz fue miembro honorario del Instituto Real de Arquitectos Brit¨¢nicos y, en 1997, recibi¨® la medalla de oro de la Acad¨¦mie d¡¯Architecture. Una de sus ¨²ltimas creaciones fue el dep¨®sito de cad¨¢veres del cementerio de Farkasret, sobre el que dijo: ¡°Quer¨ªa hacer que los interiores de la morgue parecieran el interior de un cofre humano. Las costillas estaban hechas de madera dura y el ata¨²d se coloca donde estar¨ªa el coraz¨®n¡±. Casualmente, en este mismo lugar de las afueras de Budapest y a pocos metros de distancia est¨¢n hoy enterrados Fisher, Bartok y Makovecz.