La olla de Fagor, la baraja Fournier o los muebles de Treku: el dise?o vasco a trav¨¦s de sus objetos m¨¢s ic¨®nicos
El libro ¡®La historia de 50 objetos ic¨®nicos del Pa¨ªs Vasco¡¯ ahonda en el proceso creativo de inventos, centenarios y tambi¨¦n recientes, que han acompa?ado a varias generaciones y, en algunos casos, llegan hasta nuestros d¨ªas
Mondrag¨®n, 1943. Cuatro a?os despu¨¦s del fin de la guerra civil espa?ola, la econom¨ªa vasca a¨²n se resiente. Jose? Mari?a Arizmendiarrieta, un joven p¨¢rroco reci¨¦n llegado al municipio, decide hacer algo para cambiar la suerte de la regi¨®n y abre una escuela polit¨¦cnica. En menos de 15 a?os, varios alumnos convierten un peque?o taller de fabricaci¨®n de cocinas y calefacciones en la empresa Fagor Electrodom¨¦sticos, tambi¨¦n con la ayuda de Arizmendiarreta. Sin saberlo, acaban de alumbrar un motor de la industria vasca. Al proyecto formativo y la f¨¢brica de electrodom¨¦sticos le sigue la creaci¨®n de Caja Laboral Popular, una cooperativa de cr¨¦dito destinada a financiar a nuevas empresas.
En las siguientes d¨¦cadas, Fagor se convirti¨® en un modelo socioecon¨®mico de ¨¦xito. En los noventa, la empresa vasca moderniz¨® la olla expr¨¦s ¨Cinventada 300 a?os antes por el f¨ªsico franc¨¦s Denis Papin¨C, hizo de ella el producto estrella de su marca (bautiz¨¢ndola Rapid Express) y la convirti¨® en uno de los utensilios m¨¢s populares de los hogares europeos gracias a su pol¨ªtica de precios y su dise?o ergon¨®mico (su asa lateral que permite abrirla con una sola mano y su sistema de evacuaci¨®n del vapor dirigido hacia arriba).
A finales del siglo XX, Fagor era el sexto grupo electrodom¨¦stico mundial. Unos a?os m¨¢s tarde, la crisis econ¨®mica hizo insostenible ese modelo de negocio humanista nacido medio siglo antes y, en 2013, la f¨¢brica ech¨® el cierre para siempre. No as¨ª la Corporaci¨®n Mondrag¨®n, una red de cooperativas creada por los primeros trabajadores de Fagor y que hoy contin¨²a siendo el primer grupo industrial vasco.
El legado de Fagor y su Rapid Express es una de las 50 historias que componen el libro La historia de 50 objetos ic¨®nicos del Pa¨ªs Vasco, elaborado y autoeditado por la asociaci¨®n Hemendik, integrada por dise?adores, comunicadores y documentalistas vascos. Con esta publicaci¨®n ¨Cdisponible en euskera, castellano, ingl¨¦s y franc¨¦s¨C, buscan reivindicar el potencial del dise?o de la regi¨®n recordando hitos como el de la empresa alumbrada por Arizmendiarreta, y poner en valor el legado cultural de la producci¨®n industrial y artesanal.
Como explica Jean Louis Iratzoki (Ascain, 55 a?os), dise?ador y miembro de la asociaci¨®n Hemendik, hay muchas formas de conocer y comprender un pa¨ªs o una regi¨®n: ¡°Nosotros hemos querido abordar la riqueza y la diversidad del Pa¨ªs Vasco a trav¨¦s de los objetos y su proceso de creaci¨®n. Su dise?o, su historia y su desarrollo permiten, precisamente, entrelazar diferentes contextos como el geogr¨¢fico, el hist¨®rico, el pol¨ªtico o el social de un lugar¡±, afirma.
Seg¨²n Irarzoki, para dise?ar un objeto ¡°hay que arriesgar, inventar, adaptar, mejorar, renovar, revisar, hacer y rehacer¡±. Ese proceso es el eje sobre el que se vertebra este libro en el que la asociaci¨®n Hemendik ha trabajado durante dos a?os y en el que se entremezclan pasado, presente y futuro del Pa¨ªs Vasco. Iratzoki a?ade: ¡°No solo hemos acudido a archivos hist¨®ricos, sino que hemos visitado muchas de las empresas detr¨¢s de estos objetos ic¨®nicos. Algunos, como la olla de Fagor o el kaiku (un objeto ancestral para orde?ar, transportar la leche y hasta hervirla), han desaparecido. Otros, en cambio, siguen siendo actuales por su utilidad¡±.
En esta selecci¨®n de 50 objetos que no es exhaustiva (¡°est¨¢n estos como pod¨ªan estar otros tantos¡±) y tampoco cronol¨®gica, se muestra la utilidad del dise?o en todos los ¨¢mbitos. En la moda, por ejemplo, la boina Elosegui ¨Cde fabricaci¨®n tolosana¨C cubr¨ªa las cabezas de los monta?eses pirenaicos antes de convertirse en un complemento popular en el mundo entero. En la industria naval, las cadenas Vicinay ¨Cun invento nacido en el coraz¨®n de Vizcaya y cuyos eslabones de hierro llegan a pesar hasta 700 kilos¨C han recorrido todos los mares del planeta para anclar plataformas de petr¨®leo y gas.
Los muebles de Treku recorren hoy las mayores ferias de arte contempor¨¢neo, aunque su origen se remonta a un peque?o taller de carpinter¨ªa en la villa costera guipuzcoana de Zarautz. La famosa baraja espa?ola ¨Cel juego de naipes que sali¨® del taller de Heraclio Fournier en Vitoria-Gasteiz en 1877¨C, herramienta indispensable para esas entretenidas partidas de Mus que, por cierto, tambi¨¦n es un invento vasco. Adem¨¢s de barcas, autobuses, monopatines, tablas de surf, bicicletas, joyas y hasta productos gastron¨®micos, como la gula del norte, se suman a esta lista de objetos ic¨®nicos vascos y su historia.
Aunque tenga un marcado car¨¢cter etnogr¨¢fico, este libro es tambi¨¦n una reivindicaci¨®n del dise?o en general. Iratzoki explica: ¡°Para que el lector se d¨¦ cuenta de que todo objeto tiene su inventor. A veces es solo una persona, pero otras, puede ser una iniciativa colectiva. El objeto puede surgir de una decisi¨®n pol¨ªtica o de una necesidad social¡±. Y a?ade que, cuanto m¨¢s se profundice en la historia de los objetos, m¨¢s evidentes se vuelven los hilos invisibles que unen las creaciones. ¡°De esos hilos pueden surgir nuevas iniciativas¡±, se?ala.
El libro La historia de 50 objetos ic¨®nicos del Pa¨ªs Vasco es el primer paso de un proyecto m¨¢s ambicioso que busca fortalecer la memoria colectiva del Pa¨ªs Vasco en torno al dise?o y a la producci¨®n. A esta publicaci¨®n le seguir¨¢ pr¨®ximamente una exposici¨®n itinerante. El miembro de Hemendik concluye: ¡°Para construir el futuro hay que conocer primero el pasado, saber qu¨¦ se ha hecho y c¨®mo. Solo as¨ª podremos crear nuevas colaboraciones y reinventarnos en situaciones de crisis como esta¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.