¡°Una lecci¨®n precoz de la dureza de Hollywood¡±: el regreso de Alicia Silverstone, la primera v¨ªctima de internet

Alicia Silverstone fue noticia la semana pasada por dos motivos: por compartir en sus redes sociales Polaroids in¨¦ditas del rodaje de Fuera de onda, el cl¨¢sico adolescente que la hizo famosa en 1995, y por felicitar a Harry Styles cuando el cantante subi¨® a recoger su Grammy con una americana cuyo estampado homenajeaba el m¨¢s emblem¨¢tico de los 64 looks que Silverstone luc¨ªa en aquella pel¨ªcula (s¨ª, igual¨® el r¨¦cord de Liz Taylor en Cleopatra).

Ahora la actriz estrena La hermana del novio, que tambi¨¦n encaja en el patr¨®n profesional de las exnovias de Am¨¦rica (Kate Hudson, Katherine Heigl, Hillary Duff): una comedia rom¨¢ntica sobre una chica pizpireta que entra en crisis cuando cumple 40 a?os y se da cuenta de que no puede seguir comport¨¢ndose como una chica pizpireta. Casi todas las pel¨ªculas de este subg¨¦nero se estrenan directamente en formato dom¨¦stico (a Espa?a la trae Movistar+) y casi todas se las ofrecieron primero a Jennifer Aniston. Pero hubo un tiempo, no tan lejano, en el que Alicia Silverstone era la actriz n¨²mero uno en Hollywood.

Cuando ten¨ªa ocho a?os, su padre la fotografi¨® en bikini a cuatro patas sobre una alfombra de piel de oveja. ¡°Muy sensual para una ni?a peque?a, con su preciosa boca abierta¡±, presum¨ªa el padre. La ni?a odiaba trabajar como modelo, pero con su sueldo se pag¨® unas clases de interpretaci¨®n que le consiguieron el sexythriller Veneno en la piel. Para poder trabajar largas jornadas de rodaje e interpretar a aquella femme fatale psic¨®tica de 14 a?os tuvo que emanciparse de sus padres.

Los tres videoclips que Silverstone hizo con Aerosmith consiguieron que la banda volviese a molar entre los j¨®venes y a ella la convirtieron en la chica de los sue?os de la Generaci¨®n X. As¨ª que cuando Fuera de onda arras¨®, la prensa se obsesion¨® con el relato de ¡°la primera estrella de cine surgida de la MTV¡±. ¡°Pocas veces una carrera ha despegado tan r¨¢pido y tan inexplicablemente¡±, analizaba Bruce Britt en el San Francisco Gate.

El v¨ªdeo de ¡®Crazy que convirti¨® a Silverstone en un mito er¨®tico. Su compa?era, la entonces desconocida Liv Tyler, es la hija del l¨ªder de Aerosmith, Steven Tyler.

Sony le dio nueve millones de euros por protagonizar y producir dos pel¨ªculas. Con 18 a?os se convirti¨® en la productora m¨¢s joven de la historia de Hollywood. Seg¨²n aquel acuerdo, la actriz ten¨ªa poder para elegir al elenco, modificar el guion y, en caso de conflicto con el director (que ella elegir¨ªa), se impondr¨ªa su criterio.

Amy Heckerling, directora de Fuera de onda, explicaba que decidi¨® contratar a Alicia cuando la vio sorbiendo un batido de la pajita: ¡°Proyecta una enorme sexualidad, pero no es consciente de ello. As¨ª que no resulta amenazadora. A los chicos les gusta, a las chicas tambi¨¦n¡±.

Aunque Sony aclar¨® que ¡°alguien en el equipo de Silverstone¡± hab¨ªa filtrado el acuerdo a la prensa e inflado el salario, varios ejecutivos condenaron este contrato porque demostraba que la industria estaba fuera de control: Silverstone no hab¨ªa logrado m¨¢s que un ¨¦xito y su mayor impacto era colocarse en todas las portadas, de Rolling Stone a Entertainment Weekly (titular: ¡°Se ha fabricado una estrella¡±).

¡°Alicia Silverstone es una gatita de 18 a?os con la que muchos hombres quieren acostarse¡±, arrancaba Rich Cohen en el reportaje de portada en Rolling Stone. ¡°Sus labios brillan como dos gajos de mandarina. Te recuerda a la animadora de tu instituto, esa con la que nunca te atreviste a hablar¡±, describ¨ªa Jeff Gordinier en Entertainment Weekly.

En marzo de 1996, Silverstone acudi¨® a los Oscar para entregar un premio en calidad de ¡°la joven prometedora¡± oficial de Hollywood. Muchos espectadores no sab¨ªan ni qui¨¦n era, otros muchos celebraban que por fin los Oscar se modernizasen. Nada m¨¢s salir se tropez¨® y a continuaci¨®n ley¨® su gui¨®n con rictus tenso. Al d¨ªa siguiente, el New York Daily News coment¨®: ¡°Quiz¨¢ parezca injusto someter a una joven a semejante escrutinio f¨ªsico, pero cuando [Mark Canton, presidente de Sony] le mont¨® su propia productora, First Kiss, estaba apostando por su habilidad de mantener a los adolescentes babeando por ella. Claramente ha engordado 12 kilos. Fue una tortura ver a la nerviosa adolescente embutida en metros de tela que claramente llevaba para disimular su amplia figura. Se dice que el director de Batman y Robin le ha pedido que baje de 59 kilos a 47 para entrar en el traje de Batgirl. Silverstone est¨¢ recibiendo una lecci¨®n precoz en la crudeza de Hollywood¡±.

Aquel mismo verano la actriz empezaba el rodaje de Batman & Robin y los foros de fans del c¨®mic empezaron a referirse a ella como Fatgirl (chica gorda). Se rumoreaba que el equipo de vestuario hab¨ªa tenido que hacerle un traje nuevo, que el estudio eliminar¨ªa varias de sus escenas y que hab¨ªan retrasado el calendario para que le diese tiempo a perder esos 10 kilos. Tanto su representante como el director, Joel Schumacher, declararon a la prensa que Silverstone estaba haciendo lo que pod¨ªa para volver a ponerse en forma. ¡°Ya ha perdido cinco kilos y va camino de perder otros cinco¡±, aseguraba una fuente an¨®nima del rodaje.

Los tabloides especulaban con que la actriz hab¨ªa ca¨ªdo en una espiral en la que solo se alimentaba de M&Ms y Nutella. (Ella misma confesar¨ªa a?os despu¨¦s que se trataba de entrecots, donuts y, si le sal¨ªa una ¨²lcera, yogur helado.) ¡°Alicia, en todo caso, est¨¢ demasiado delgada. Joel Schumacher tambi¨¦n le ha pedido a George Clooney que se deshaga de la grasa de su abdomen, pero solo hablan de Alicia¡±, protestaba su padre, Monty Silverstone, en Vanity Fair.

Incluso un medio formal de Hollywood como Entertainment Weekly public¨® que ¡°m¨¢s que una baby, parec¨ªa Babe el cerdito valiente¡±. En un aeropuerto varios paparazzi persiguieron a la actriz, de 19 a?os, sac¨¢ndole fotos mientras le cantaban la canci¨®n de Batman, la serie de los sesenta, pero con ¡°Fatgirl¡±. Hace un par de a?os, Silverstone cont¨® que acab¨® escondida en un ba?o mientras los fot¨®grafos le gritaban ¡°puta¡± al otro lado de la puerta.

En los primeros pases de Batman y Robin algunos espectadores exclamaban ¡°gorda¡± y ¡°tiene bigote¡± cuando aparec¨ªa la actriz. Los fans online ignoraron a Alicia Silverstone y el resto del p¨²blico tambi¨¦n. Exceso de equipaje, su primer proyecto como productora, fue ignorado en la taquilla y en la prensa, excepto por un par de chistes de sobrepeso a costa de su t¨ªtulo. Sony rescindi¨® el contrato y el segundo proyecto acordado nunca tuvo lugar. El periodista Josep Parera se mud¨® a Los ?ngeles aquel 1997 para trabajar como corresponsal de la revista de cine Im¨¢genes y recuerda aquellos a?os como los ¨²ltimos coletazos de un sistema de fabricaci¨®n de estrellas en el que los estudios, los publicistas y los medios de comunicaci¨®n tradicionales ten¨ªan un poder absoluto. ¡°Las revistas de cine ten¨ªan tiradas de cientos de miles de ejemplares. Lo que hicieron con ella fue horroroso. Cabr¨ªa esperar que alg¨²n medio la defendiese, que alg¨²n compa?ero de reparto dijese algo. Pero no ocurri¨®. Se limitaban a hacerse eco de los insultos. Un periodista lleg¨® a preguntarle por su talla de sost¨¦n durante una entrevista¡±, recuerda. Parera considera que Silverstone, no ten¨ªa gente a su alrededor que cuidase de ella. Y el sistema acab¨® destruyendo su confianza en s¨ª misma hasta llevarle a abandonar parcialmente la profesi¨®n.

Adem¨¢s de ser la primera gran v¨ªctima de la misoginia en la Red antes de que nadie comprendiese el peligro de internet, Silverstone se vio atrapada en la obsesi¨®n de los medios a finales de los noventa con el peso de las celebridades. De un modo psic¨®tico, una misma revista ridiculizaba las curvas de Kate Winslet en una p¨¢gina y desaprobaba la delgadez de Calista Flockhart en la siguiente. Y esa psicosis medi¨¢tica conclu¨ªa que las estrellas de cine deb¨ªan parecer chicas normales, pero bajo ning¨²n concepto serlo.

En aquel momento, las modelos de tallas grandes desfilaban con la misma talla que Marilyn Monroe (44) y la actriz Teri Hatcher presum¨ªa de que segu¨ªa cabiendo en sus vaqueros del instituto talla 34. En 1996 se estipulaba que al 80% de las mujeres de 18 a?os no les gustaba su cuerpo y, desde 1970, los casos de des¨®rdenes alimenticios se hab¨ªan duplicado.

En Espa?a, este escrutinio de los cuerpos femeninos lo importaron revistas como In Touch o Cuore. La actual directora de esta ¨²ltima, Araceli Oca?a, admite que hasta hace unos a?os ni los redactores ni los lectores se planteaban que re¨ªrse de los defectos f¨ªsicos de las celebridades estuviese mal porque, al fin y al cabo, iba en el pack de la fama. ¡°Tanto blogs como Perez Hilton o revistas como Cuore part¨ªan de la base de que nos hab¨ªan estado enga?ando, que nos mostraban im¨¢genes perfectas a las que deber¨ªamos aspirar. Y este tipo de medios te ense?aban lo que nadie te hab¨ªa ense?ado hasta ahora, te contaban las cosas sin eufemismos, te mostraban la parte de la fama que no ves: que las famosas tienen celulitis, que se equivocan. Pero luego se lleg¨® al extremo¡±, lamenta Oca?a.

Hace un a?o Cuore se desmarc¨® de su l¨ªnea editorial (los emblem¨¢ticos ¡°aargs¡± y ¡°ups¡±) para apostar por la positividad. Oca?a aclara que ya desde 2016 la web evitaba ridiculizar el f¨ªsico de las famosas. ¡°Nos fuimos dando cuenta de que no puedes levantarle el ¨¢nimo a la gente hundiendo a otras personas. Todo cambi¨® con Instagram. Las celebrities mostraban las im¨¢genes de su d¨ªa a d¨ªa y poco a poco pasaron de ser percibidas como mujeres inalcanzables a personas normales. Su imagen se humaniz¨®. Y entonces el p¨²blico fue comprendiendo que cuando una revista se mete con ellas se est¨¢ metiendo con un ser humano. De repente sent¨ªas que re¨ªrse de Jennifer Lopez porque tenga celulitis o porque lleve un vestido feo le puede hacer sentir mal. Las celebridades nos abrieron las puertas de su casa y pod¨ªamos ver c¨®mo les afectaban las cosas¡±, recuerda.

¡°Me dol¨ªan aquellos chistes, pero a la vez sab¨ªa que estaban equivocados. No estaba confusa¡±, recordar¨ªa Silverstone el a?o pasado en The Guardian. ¡°Yo sab¨ªa que no estaba bien re¨ªrse del cuerpo de la gente, pero no respond¨ª como una guerrera diciendo ¡®que os jodan¡¯, sino que segu¨ª caminando. Dej¨¦ de amar la interpretaci¨®n durante mucho tiempo, hasta que mi nuevo manager me aclar¨® que no ten¨ªa por qu¨¦ hacer nada que no quisiera¡±.

En 2000, Silverstone reapareci¨® en la portada de FHM para promocionar una adaptaci¨®n de Shakespeare (Trabajos de amor perdidos). El periodista describ¨ªa que ten¨ªa un aspecto ¡°esbelto y libre de grasas¡±, gracias a los servicios de la dietista de las estrellas, entre cuyos clientes estaban Salma Hayek, Matt Damon o Neve Campbell. A continuaci¨®n le preguntaba si alguno de sus novios le hab¨ªa pedido que se vistiese de colegiala para satisfacer una fantas¨ªa er¨®tica. (La respuesta era ¡°No, ninguno¡±). En 2001 Reese Witherspoon ascendi¨® al Olimpo de Hollywood con Una rubia muy legal, una especie de secuela espiritual de Fuera de onda, y Alicia Silverstone, a ojos del p¨²blico, qued¨® relegada sin remedio a la categor¨ªa de vieja gloria. Ten¨ªa 24 a?os.

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