La reivindicaci¨®n de Bruce Springsteen como icono LGTB: ¡°Tiene muchas canciones extra?amente homoer¨®ticas¡±
Siempre se ha asociado al rockero de New Jersey con la masculinidad heterosexual. Pero ahora el p¨²blico gay le reivindica como modelo e inspiraci¨®n que les anim¨® a ser m¨¢s libres
Springsteen en Broadway es un directo confesional de 2017 en el que el cantautor de Nueva Jersey cuenta su vida a los espectadores entre canci¨®n y canci¨®n. ¡°Un espect¨¢culo dedicado a deconstruir su persona y su personaje¡±, escrib¨ªa el cineasta Jorge Arenillas, que asisti¨® en directo a tres de esos mon¨®logos que m¨¢s tarde se convertir¨ªan en un ...
Springsteen en Broadway es un directo confesional de 2017 en el que el cantautor de Nueva Jersey cuenta su vida a los espectadores entre canci¨®n y canci¨®n. ¡°Un espect¨¢culo dedicado a deconstruir su persona y su personaje¡±, escrib¨ªa el cineasta Jorge Arenillas, que asisti¨® en directo a tres de esos mon¨®logos que m¨¢s tarde se convertir¨ªan en un especial para Netflix. Casi al principio, el m¨²sico describe un momento que cambi¨® su vida para siempre. Esa noche en la que, con siete a?os, vio a Elvis Presley en televisi¨®n. ¡°Un domingo cualquiera por la noche el mundo hab¨ªa cambiado, joder. En un instante. En un h¨²medo y sudoroso orgasmo de diversi¨®n. Y para probarlo solo ten¨ªas que arriesgarte a ser t¨² mismo¡±, dice. A ¨¦l, aquella visi¨®n le llev¨® a comprarse una guitarra pero, como contaba hace poco la periodista Noemi Gordon-Loebl en The Nation, esa historia puede tener m¨¢s lecturas. ¡°Para algunos de nosotros, Bruce tambi¨¦n describe un momento epif¨¢nico de autodescubrimiento, la revelaci¨®n de qu¨¦ persona puede llegar a ser, y su aceptaci¨®n. Es una narrativa que resuena particularmente para las personas queer, o no normativas, que son conscientes de que existe una libertad que cambia sus vidas, una recompensa por adentrarse en su verdadero yo¡±.
De esto, la escritora deduce algo en lo que muchos no hab¨ªamos ca¨ªdo. Para parte de ese publico, ¡°especialmente el femenino¡±, concreta Gordon-Loelb, las canciones de este paradigma del hombre heterosexual, tratados sobre estar solo en el mundo y enfrentarse a todo para ser uno mismo, les hablan directamente. Springsteen es un icono LGTBI, porque ellas y ellos son la Wendy de Born To Run a la que le dice: ¡°Cari?o, esta ciudad te arranca los huesos de la espalda. Es una trampa mortal. Largu¨¦monos mientras somos j¨®venes¡±. O esos Sherry, Frankie, Linda o Candy que aparecen en otras canciones y a quienes Springsteen suele colocar ante un dilema vital: arriesgu¨¦monos y salv¨¦monos juntos o nos pudriremos en una vida mediocre.
¡°Esta canci¨®n trata sobre ser raro y marginal hasta que, al final, dices: ¡®A la mierda, esto es lo que soy¡±, escrib¨ªan en la publicaci¨®n queer Astrostradle sobre Darkness On the Edge of Town. ¡°Es una canci¨®n sobre ir a los lugares oscuros de tu interior y mirarlos de frente, aceptando que son parte de ti. Pero, sobre todo, es una canci¨®n sobre entrar en tu propia piel y, como tantas otras de Springsteen, eso se puede leer muy f¨¢cilmente como entrar en una piel queer¡±, conclu¨ªa. La redacci¨®n completa eleg¨ªa sus canciones favoritas de Springsteen, despu¨¦s de que descubrieran que todas hab¨ªan estado escondiendo su devoci¨®n por su m¨²sica. ¡°He tratado de ocultar mi profundo amor por cosas como Bruce Springsteen siempre, excepto el 4 de julio, cuando se me permite abrazarlas en nombre de la iron¨ªa hipster y el beber en la calle. ?Y resulta que no era la ¨²nica!¡±, escrib¨ªa una de las redactoras.
Es justo reconocer que Springsteen tambi¨¦n ha hecho su parte. Dentro de su mitolog¨ªa entra su p¨²blico. La especial conexi¨®n entre ¨¦l y esos oyentes que le veneran. Aunque haga 40 a?os que es un m¨²sico que toca en estadios ante decenas de miles de personas, muchas de las cuales solo pueden saber lo que pasa en el escenario a trav¨¦s de pantallas gigantes, ¨¦l se expresa como si se dirigiera a todos individualmente. Ese p¨²blico que ¨¦l presenta como gente corriente. Cada uno de ellos es, a ojos del m¨²sico y en sus canciones, un h¨¦roe de la vida que lidia con sus problemas y sobrevive. La ¨¦pica del d¨ªa a d¨ªa. Para muchos es un p¨²blico blanco casi exclusivamente masculino, obrero y heterosexual. Pero ¨¦l ha plantado cara a esa visi¨®n. En sus v¨ªdeos hay espacio para mujeres o minor¨ªas raciales y en el Thougher than the rest, una de las canciones de Tunnel of Love (1987) aparec¨ªan parejas gays y lesbianas mostrando abiertamente su condici¨®n. Algo muy poco habitual en artistas de su tama?o en esa ¨¦poca. La idea estaba clara: todos tienen un sitio entre nosotros. Cuando, en 1993, Hollywood por fin tom¨® posici¨®n con respecto al SIDA, y la homofobia que hab¨ªa tra¨ªdo consigo, con Philadelphia, la pel¨ªcula de Jonathan Demme, en la que Tom Hanks y Antonio Banderas encarnaban a una pareja gay en la que uno de ellos contra¨ªa la enfermedad, Springsteen aport¨® la canci¨®n principal, Streets of Philadelphia. En 2012 particip¨® activamente en la campa?a para lograr la legalizaci¨®n del matrimonio homosexual en varios estados de Estados Unidos y en 2017 cancel¨® un concierto en Carolina del Norte en protesta por una ley aprobada en ese estado que recortaba las libertades de las personas transg¨¦nero.
Y quiz¨¢s por eso encontramos huellas de Springsteen por todas las esquinas del universo LGTBI. En publicaciones acad¨¦micas como Popular Music de la Universidad de Cambridge, donde la artista y Rosalie Zdzienicka firm¨® un ensayo titulado M¨¢s all¨¢ de hermanos de sangre: un Bruce Springsteen queer, en el que dec¨ªa: ¡°El trabajo de Bruce Springsteen contiene un n¨²mero sorprendente de canciones con contenido homoer¨®tico o extra?amente sugerente¡±. En la literatura de ficci¨®n, como el libro de relatos de Tennessee Jones, Deliver Me From Nowhere, inspirado por el disco Nebraska (1982) o en listados como Las 13 canciones m¨¢s queer de Springsteeen.
Tambi¨¦n hay fanzines como Butt Springsteen (Trasero Springsteen), inspirada en la m¨ªtica cubierta de Born in the USA. ¡°Ver aquella incre¨ªble portada con el trasero de Bruce en 1984, a los seis a?os, result¨® ser probablemente mi primera experiencia queer, y desde esa edad he sentido un amor apasionado por el Boss y su m¨²sica¡±, cuenta en su web el editor de la publicaci¨®n. La est¨¦tica de aquel Springsteen parec¨ªa sacada de los clubes gay de San Francisco. Natalie Adler, especialista en literatura comparada enfocada en temas de g¨¦nero y sexualidad escrib¨ªa en Electric Lit: ¡°La portada de Darkness on the Edge of Town, me ense?¨® no s¨®lo a vestir, tambi¨¦n a mirar. Con sus vaqueros ajustados, camiseta de cuello de pico y chaqueta de cuero, Bruce posa delante de un papel pintado de flores, no de un b¨®lido ni de una moto. Si a eso le a?adimos el pelo ondulado y desordenado, las botas de motero y una camisa de franela desabrochada un poco m¨¢s de la cuenta, ya tengo mi look¡±.
Son todo pruebas circunstanciales, es cierto, pero todas apuntan a la misma direcci¨®n: el aspecto, la actitud, la filosof¨ªa de vida y las canciones de Bruce Springsteen han ayudado a muchos gays y lesbianas porque les ha aportado esperanza de un futuro mejor. Quiz¨¢s el que lo explica de una forma m¨¢s sencilla sea el mismo Springsteen, cuando contaba su emoci¨®n esa noche que vio a Elvis por primera vez: ¡°De repente exist¨ªa un nuevo mundo lleno de esa felicidad que eleva el alma porque has descubierto una existencia m¨¢s libre¡±. Am¨¦n, jefe.
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