Anatom¨ªa de un icono: c¨®mo un reloj dise?ado la noche anterior se convirti¨® en una revoluci¨®n cultural

La inspiraci¨®n es caprichosa: a veces se necesitan largos procesos creativos para llegar a algo y otras, no hacen falta m¨¢s que un par de horas para transformarla en un ¨¦xito rotundo. La historia del Royal Oak, una de las piezas m¨¢s ic¨®nicas, deseadas y copiadas de la relojer¨ªa de lujo, comienza as¨ª: en una noche a contrarreloj, la v¨ªspera de la BaselWorld de 1971. En Audemars Piguet sab¨ªan que el ¨¦xito en plena crisis del cuarzo radicaba en presentar algo totalmente disruptivo, ya que ni el oro era un valor seguro en una ¨¦poca en la que la arquitectura y el dise?o sorprend¨ªan con nuevos materiales y texturas. Su reloj deb¨ªa ser reflejo de esa revoluci¨®n cultural, adaptarse al nuevo estilo de vida y, 50 a?os despu¨¦s, podemos asegurar que no han dejado de reinventar sus c¨®digos para seguir haci¨¦ndolo.

Seg¨²n las AP Chronicles, un fascinante y exhaustivo viaje en el tiempo que la firma acaba de lanzar para celebrar el 50 aniversario del Royal Oak y poner orden entre cientos de art¨ªculos, fichas t¨¦cnicas y an¨¦cdotas exclusivas; fue Georges Golay, por entonces director ejecutivo de Audemars Piguet, qui¨¦n le encomend¨® la tarea a G¨¦rald Genta, responsable de los mayores iconos de la relojer¨ªa contempor¨¢nea. Lo revolucionario es que esas notas que le dict¨® por tel¨¦fono al dise?ador ven¨ªan directamente de sus futuros clientes. Fueron los distribuidores de la casa los que les trasladaron los anhelos del mercado a la marca y le animaron a reaccionar en consecuencia. ¡°Nos pidieron que dise?¨¢semos un reloj de pulsera de acero inoxidable, m¨¢s acorde con el estilo de vida del momento. Tuvimos que inventar un modelo a la vez deportivo y elegante, apropiado tanto para llevar de noche como para las actividades del hombre con estilo¡±, recordar¨ªa Golay en una entrevista en 1982.

De la noche a la ma?ana, Genta le present¨® a la ense?a suiza de Le Brassus el boceto de un reloj que romp¨ªa todos los esquemas: un dise?o fabricado en un material impensable, con una caja de gran tama?o en acero inoxidable acabado a mano, un bisel octogonal de tornillos vistos, inspirado en los cascos antiguos de los trajes de buceo y uno de los brazaletes m¨¢s intrincados y estilizados del mundo. ¡°El reloj de acero m¨¢s caro del mercado¡±, como se revel¨® un a?o despu¨¦s en la Feria de Basilea de 1972, demostraba que la alta relojer¨ªa pod¨ªa facturar aut¨¦nticas joyas sin depender necesariamente de metales preciosos.

Puede que los comienzos no fueran f¨¢ciles ¨Ca las dificultades de fabricarlo hab¨ªa que sumarle el escepticismo inicial¨C, pero en cuesti¨®n de tiempo el Royal Oak trascendi¨® de pieza iconoclasta a la categor¨ªa de hito cultural. En su 50 aniversario, la relojera suiza celebra el origen de un desafiante patrimonio, del que se han llegado a crear m¨¢s de 500 modelos, con distintos tama?os, materiales, estilos o movimientos.

El primer modelo femenino, por ejemplo, ver¨ªa la luz en 1976, con un dise?o de Jacqueline Dimier de 29mm. Para los amantes de la Alta Relojer¨ªa, en 1986 lanzar¨ªan el primer Royal Oak equipado con el movimiento de calendario perpetuo autom¨¢tico y, a finales de los a?os 90, el primer Royal Oak Tourbillon, visible a trav¨¦s de una ventanilla octogonal a las 6 horas imaginada por Dimier.

Reinventar el legado

En cada Royal Oak la tradici¨®n se entremezcla con la innovaci¨®n. El nuevo RD#3 se mantiene fiel a los c¨®digos est¨¦ticos de los modelos Jumbo: la caja de acero y el brazalete de acero inoxidable con los acabados pulidos a mano, la esfera Petite Tapisserie de color azul noche o los ¨ªndices y las agujas con forma baignoire nos remiten al hist¨®rico Royal Oak. Pero tampoco hay que dejarse enga?ar por la nostalgia. Los ingenieros de Audemars Piguet han redise?ado por completo la arquitectura del mecanismo para obrar el milagro: encajar el nuevo calibre 2968 ultraplano, de 8,1 mm de grosor, en una caja Jumbo de medidas contenidas sin alterar su proporci¨®n.

Tras cinco a?os de investigaci¨®n, la Manufactura de Le Brassus resolvi¨® el problema, reduciendo el grosor del tourbillon en unos 8,1 mm y facturando la jaula en titanio. Una combinaci¨®n maestra con la que lograron un movimiento m¨¢s ligero y fluido. ¡°Toda la arquitectura del movimiento se ha concebido para ofrecer una visi¨®n ¨²nica de la jaula reducida, con un contraste de t¨¦cnicas de acabado cautivador¡±, explica el Director de Complicaciones de Audemars Piguet, Michael Friedman. Detalles t¨¦cnicos que se traducen en uno de los relojes m¨¢s deseados del a?o fiel a su legado y a la visi¨®n de futuro con la que naci¨® la firma.