El regreso del reloj que revolucion¨® el dise?o hace m¨¢s de 100 a?os

Son incontables las reinterpretaciones y redise?os que se han hecho del Tank desde su nacimiento, en 1917. Louis Cartier, nieto del fundador, se inspir¨® en las orugas del tanque F7-17 de Renault que recorri¨® los campos de batalla de la I Guerra Mundial. Este icono de la relojer¨ªa rompi¨® los dise?os curvil¨ªneos y sinuosos de la ¨¦poca con esa apariencia tan formal: rectangular, geom¨¦trica, estilizada.

Su ¨¦xito motiv¨® que de llamarse Tank pasase a Tank Normale, base a partir de la cual han crecido y nacido infinidad de variaciones. La ¨²ltima es la que acaba de llegar a Cartier Priv¨¦, la exclusiva l¨ªnea de ediciones numeradas y limitadas que la maison inaugur¨® hace siete a?os para recuperar y revitalizar modelos cl¨¢sicos de sus archivos. Hay pocos modelos m¨¢s anhelados por los coleccionistas que el Tank Normale, y esta nueva reinterpretaci¨®n retoma la versi¨®n con horas y minutos del original, as¨ª como el cristal de zafiro biselado.

Por supuesto, los ¨ªndices romanos orbitan alrededor de ese cuadrado en el que se vislumbra la minuter¨ªa de ferrocarril. Permanece el cabuj¨®n de zafiro azul de la corona y las agujas en forma de espada en el mismo tono. Los suavizados y tersos contornos de la caja y sus aristas inoculan esos fr¨¢giles detalles contempor¨¢neos, y la firma secreta lo convierte en part¨ªcipe de la estirpe Priv¨¦.

De los diversos modelos, destacamos el que viste una caja de 32,6 x 25,7 mil¨ªmetros (m¨¢s peque?o que su antecesor) y corona en oro amarillo, correa en piel de alig¨¢tor marr¨®n y una reserva de marcha de 38 horas. Es una edici¨®n limitada y numerada de tan solo 200 piezas que, s¨ª, requiere mimo y dedicaci¨®n, las que necesita un movimiento manual de cuerda manual y un grosor de apenas 6,85 mm, apenas un delicado suspiro que se adapta con cari?o a la mu?eca.

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