Cuando los h¨¦roes son racistas y autoritarios: por qu¨¦ las ¡®series de polic¨ªas¡¯ ya no pueden ser como antes
Desde ¡®Starsky y Hutch¡¯ hasta ¡®CSI¡¯, la relaci¨®n entre los cuerpos de seguridad y las series estadounidenses ha sido casi siempre de beneficio mutuo. La actualidad (y, a veces, tambi¨¦n la ficci¨®n) lo han puesto en jaque
La f¨®rmula casi no var¨ªa, aunque los factores cambien: una pareja de polic¨ªas en la que caben todas las variaciones imaginables, un hombre y una mujer, un novato y un veterano, diferentes razas, nacionalidades... Lo que sea mientras sean diferentes y tengan dramas personales. Se agregan algunos lugares comunes: un jefe gru?¨®n pero de buen coraz¨®n, un detective veterano a punto de jubilarse y un pat¨®logo exc¨¦ntrico. Muchas veces el escenario de fondo son los rascacielos de Nueva York o los barrios de Chicago, aunque el sol de Miami y las colinas de Los ?ngeles tengan tambi¨¦n su glamur. El resul...
La f¨®rmula casi no var¨ªa, aunque los factores cambien: una pareja de polic¨ªas en la que caben todas las variaciones imaginables, un hombre y una mujer, un novato y un veterano, diferentes razas, nacionalidades... Lo que sea mientras sean diferentes y tengan dramas personales. Se agregan algunos lugares comunes: un jefe gru?¨®n pero de buen coraz¨®n, un detective veterano a punto de jubilarse y un pat¨®logo exc¨¦ntrico. Muchas veces el escenario de fondo son los rascacielos de Nueva York o los barrios de Chicago, aunque el sol de Miami y las colinas de Los ?ngeles tengan tambi¨¦n su glamur. El resultado final casi siempre es el mismo.
¡°La mayor¨ªa de las series policiales comienzan con un delito que tiene que resolverse y termina con los criminales detr¨¢s de las rejas¡±, comenta Aly Thee Activist en un correo electr¨®nico para ICON. La joven estadounidense vive en Grand Rapids, Michigan, y se encarga en hacer activismo en las redes sociales en favor de los derechos de la gente negra en su pa¨ªs. ¡°Esto crea un discurso de buenos contra malos que en ning¨²n momento cuestiona el sistema ni se pregunta el origen de estos delitos, como por ejemplo la pobreza¡±.
La relaci¨®n entre los uniformados de azul y la televisi¨®n hecha en Hollywood es bastante antigua y no da se?al de agotamiento. Un estudio de The Hollywood Reporter revel¨® que, en 2020, las policiales representaban una de cada cinco producciones televisivas en Estados Unidos, m¨¢s que cualquier otro g¨¦nero de ficci¨®n en la pantalla chica. A d¨ªa de hoy, la serie NCIS y sus tres spin-off suman 979 cap¨ªtulos, CSI y sus cuatro derivados han producido 828 cap¨ªtulos, mientras que hay 1.316 cap¨ªtulos de las siete series que conforman el universo de Ley y orden.
No obstante, las muertes injustificadas de personas negras como George Floyd, Breonna Taylor y Eric Garner ¨Centre much¨ªsimos m¨¢s casos¨C por parte de agentes de la ley ha generado una mirada m¨¢s cr¨ªtica a los cuerpos de seguridad de Estados Unidos y la ficci¨®n no escapa a la lupa. El t¨¦rmino copaganda (un acr¨®nimo de ¡°cop¡±, poli, y ¡°propaganda¡±) se ha popularizado en los ¨²ltimos a?os para definir lo que se percibe como una parcialidad a favor de la polic¨ªa en series y pel¨ªculas.
¡°La copaganda sirve para cambiar la opini¨®n popular acerca de la polic¨ªa y de todo el sistema judicial¡±, explica Aly Thee Activist. ¡°Un ejemplo de esto es el abrumador n¨²mero de series de televisi¨®n que se enfocan en los agentes de la ley y su rutina dentro de los cuerpos de seguridad. El gran problema de estos programas es que no reconocen las profundas fallas que existen dentro de la actividad policial¡±.
El acad¨¦mico David Thorburn se?ala a ICON en conversaci¨®n telef¨®nica que el objetivo de muchas de estas producciones no ha sido la denuncia, sino la afirmaci¨®n. ¡°La funci¨®n principal de las series policiacas ha sido asegurar al p¨²blico que viven en una sociedad justa y estable, de ley y orden, lo cual se ha hecho m¨¢s dif¨ªcil de justificar a lo largo de los a?os¡±, a?ade Thorburn, profesor de Literatura del Massachusetts Insitute of Technology y experto en estudios sobre la televisi¨®n desde hace varias d¨¦cadas.
El acad¨¦mico opina que las narrativas que sirven de reafirmaci¨®n social son tan antiguas como las epopeyas de Homero. Sin embargo, no puede negar que el trauma colectivo generado por el ataque a las Torres Gemelas en 2001 cre¨® la necesidad de sentir seguridad en la ficci¨®n estadounidense. ¡°El 11-S fue un momento de cambio para la manera en que la polic¨ªa y los cuerpos de seguridad se representaban en la televisi¨®n¡±, indica Thorburn. ¡°La masificaci¨®n de series sobre agentes de la ley, como CSI y todos sus derivados, y la desaparici¨®n de figuras m¨¢s ambiguas es evidencia de ello. De cierta manera, a¨²n vivimos en una guerra contra el terrorismo¡±.
All Cops Are Cool
Sin embargo, la relaci¨®n de la polic¨ªa y la pantalla chica es casi tan antigua como la propia televisi¨®n. ¡°Dragnet no fue el primer policiaco de la televisi¨®n americana, pero fue el m¨¢s importante e influyente de su momento, cre¨® el modelo que muchos seguir¨ªan despu¨¦s¡±, indica Thorburn. Creado y protagonizado por Jack Webb, Dragnet (1951-1957), segu¨ªa las vivencias de un poli de gabardina, fedora y cigarrillo en la boca en las calles de Los ?ngeles.
Originalmente un programa radiof¨®nico, Webb se acerc¨® a las fuerzas del orden p¨²blico de la urbe californiana para llevar una visi¨®n que se jactaba de realista a la pantalla. ¡°Dragnet supuestamente representaba de forma fiel el trabajo policial con un estilo casi documental, pero todo estaba muy idealizado¡±, relata Thorburn. ¡°Intentaba pintar a la polic¨ªa como gente muy directa, objetiva y profesional¡±. Se dice que Webb pagaba 25 d¨®lares a cualquier agente que le trajera un caso real que pudiera ser usado en la serie.
La idea de representar fidedignamente la labor policial ha sido un punto a favor que muchas producciones han buscado, desde las tramas basadas en casos reales conocidos en Ley y orden ¨Csolamente para se?alar un ejemplo, la franquicia ha tenido al menos tres cap¨ªtulos inspirados en las acusaciones de pederastia contra Michael Jackson¨C hasta el ¡°Efecto CSI¡±, en que el quinteto de series sobre pat¨®logos ha sido criticado por generar una confianza desmedida en la fiabilidad de la ciencia forense.
La ayuda de la Polic¨ªa de Los ?ngeles a Dragnet no sal¨ªa gratis. Las fuerzas del orden prestaban asesor¨ªa, equipo, localizaciones y casos reales a los productores de la serie a cambio de tener voz y voto en lo que ver¨ªa el p¨²blico. Un art¨ªculo de The Washington Post se?ala que, si hab¨ªa una escena que los revisores de guiones de la polic¨ªa desaprobaban, la escena y hasta todo el cap¨ªtulo podr¨ªan suprimirse.
La Polic¨ªa de Los ?ngeles necesitaba buena publicidad y la serie de Jack Webb no pod¨ªa llegar en mejor momento: el 25 de diciembre de 1951, mismo a?o que comenz¨® a emitirse Dragnet, un grupo de agentes borrachos golpearon durante hora y media a siete detenidos por agredir a dos polic¨ªas durante un arresto. Cinco de los siete eran de origen mexicano. Los Angeles Times cuenta que era la primera vez que agentes locales de la ley eran procesados y condenados por uso excesivo de la fuerza y, m¨¢s revelador, que la prensa reflejaba a la polic¨ªa de una manera que no fuera positiva.
Actualmente, hay cuerpos de polic¨ªa de Estados Unidos que mantienen presencia detr¨¢s de c¨¢mara, aunque ya no censuren guiones como en los tiempos de Dragnet. El Departamento de Polic¨ªa de Nueva York tiene una Unidad de Cine y Televisi¨®n que se encarga de dar asistencia y asesor¨ªa a las producciones audiovisuales en la Gran Manzana. Seg¨²n explica en su portal web, cualquier serie que tenga a actores interpretando a uniformados requiere tener a alguien de la Unidad de Cine y Televisi¨®n en el plat¨®.
Delitos imaginarios, consecuencias reales
Los hombres de gabardina y cara de pocos amigos seguir¨ªan teniendo sus aficionados, pero los polis de la televisi¨®n ahora ten¨ªan que molarles a las nuevas generaciones. Los a?os setenta tuvieron a Starsky y Hutch (1975-1979) y su emblem¨¢tico Ford Gran Torino, mientras que la ropa, el estilo y los colores pastel de Corrupci¨®n en Miami (1984-1990) son sin¨®nimo de la d¨¦cada de los ochenta. ¡°Aunque Corrupci¨®n en Miami era mucho m¨¢s compleja en lo visual y lo ideol¨®gico¡±, agrega el profesor del MIT.
Thorburn considera que a partir de estos a?os hubo un cambio considerable en la f¨®rmula impulsada por Dragnet. ¡°Es realmente en la d¨¦cada de los ochenta cuando se comienza a mostrar a la polic¨ªa como imperfecta. En Canci¨®n triste de Hill Street [1981-1987], el policiaco m¨¢s importante y complejo producido hasta ese momento, se recelaba de la autoridad policial y reflejaba las tensiones raciales de una manera que nunca se hab¨ªa hecho antes¡±.
Otros programas televisivos posteriores que el acad¨¦mico se?ala como relevantes en mostrar los matices del trabajo policiaco son NYPD Blue (1993-2005) y The Shield: Al margen de la ley (2002-2008). El cambio, argumenta Thorburn, fue posible en parte gracias al surgimiento primero de la televisi¨®n por cable en los a?os noventa y despu¨¦s de las plataformas de streaming a finales de los dos miles.
¡°Creo que The Wire es uno de los mejores programas de televisi¨®n que se han hecho¡±, opina Thorburn sobre la producci¨®n de HBO, emitida entre 2002 y 2008. ¡°No era exclusivamente una serie sobre la polic¨ªa, se enfocaba en la sociedad en general. Les prestaba la misma atenci¨®n a los agentes de la ley que a los delincuentes y m¨¢s de una vez los criminales resultaban tener m¨¢s moralidad que la propia polic¨ªa¡±, concluye el acad¨¦mico.
Aly Thee Activist es mucho m¨¢s cr¨ªtica que el profesor de MIT y opina que buena parte de las series policiacas siguen siendo, de una u otra manera, una forma de propaganda. ¡°Estos programas buscan distraer a la teleaudiencia del hecho que el sistema policial es profundamente corrupto y fundamentado en el racismo y la opresi¨®n de la clase obrera¡±, argumenta la joven activista. ¡°No creo que por mostrar a gente racializada como polic¨ªa o trabajando en el sistema judicial cambie el mensaje de fondo¡±. Es el caso de la comedia Brooklyn Nine-Nine (2013-2021), donde el oficial al mando de la comisar¨ªa es un hombre negro y homosexual. La serie precisamente lleg¨® a su final tras el homicidio de George Floyd, suceso que integr¨® en la trama para su temporada de despedida (una de las protagonistas abandonaba el cuerpo como protesta e iniciaba una carrera como detective privada).
Aunque sean polic¨ªas imaginarios, su efecto es muy real. Un estudio de 2022 del Pew Research Center, un think tank con sede en Washington, indica que los delitos violentos han ca¨ªdo de forma vertiginosa en la naci¨®n norteamericana en los ¨²ltimos 30 a?os. A pesar de esto, seis de cada diez personas consideran que los delitos violentos son una prioridad a la hora de votar, particularmente para los electores m¨¢s mayores y m¨¢s conservadores.
Un buen n¨²mero de espectadores de los canales de televisi¨®n en abierto en Estados Unidos tambi¨¦n suele estar conformado por personas maduras. Seg¨²n The Guardian, la cadena FOX tiene la media de edad m¨¢s joven de espectadores: 56 a?os. Variety indica que siete de los veinte programas m¨¢s vistos entre 2022 y 2023 fueron policiales, incluyendo dos versiones de NCIS y tres de FBI, una nueva franquicia de Dick Wolf, el creador de Ley y orden.
¡°Pienso que mientras algunas de las opiniones de los telespectadores surgen de las series policiales, tambi¨¦n creo que algunos de estos espectadores ya ten¨ªan sus ideas hechas sobre la polic¨ªa¡±, concluye Aly Thee Activist. ¡°Simplemente buscan ver este tipo de programaci¨®n para confirmar sus puntos de vista¡±.
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