?Abducida frente a 23 testigos y un secretario de la ONU? El expediente ovni m¨¢s medi¨¢tico resucita en Netflix
Linda Napolitano, la ama de casa neoyorquina que salt¨® a los tabloides tras protagonizar el llamado ¡°secuestro alien¨ªgena del siglo¡±, ha presentado acciones legales contra un documental que cuestiona su historia
Muchos de los casos de supuestos avistamientos de alien¨ªgenas, platillos volantes o abducciones que se reportan tienen lugar en parajes ignotos, lejos de las miradas y las c¨¢maras de casi nadie o en condiciones que dificultan apreciar algo n¨ªtido. Para el que se lo inventa a conciencia, es una coartada necesaria. El caso de la neoyorquina Linda Napolitano, ama de casa de ascendencia italiana que dijo ser secuestrada por extraterrestres en 1989, tuvo especial eco medi¨¢tico justo por lo contrario: afirm¨® que un ovni la hab¨ªa sacado de su dormitorio mediante un rayo tractor, de madrugada, en pleno distrito de Manhattan.
Junto al investigador Budd Hopkins, una de las m¨¢s afamadas figuras de la ufolog¨ªa, lleg¨® a poner sobre la mesa a 23 testigos que respaldaban su historia y dec¨ªan haberla visto volar por encima del puente de Brooklyn. La familia no solo suscribi¨® la veracidad de sus experiencias, sino que tambi¨¦n se declar¨® v¨ªctima de intervenciones del espacio exterior. Y todos se mantienen en sus trece, hasta el punto de que Napolitano, que ahora tiene 77 a?os, acaba de demandar a Netflix por un documental que pone seriamente en duda lo que algunos medios llamaron ¡°la abducci¨®n del siglo¡±.
La serie, de tres cap¨ªtulos, se titula Abducci¨®n extraterrestre en Manhattan, ha contado con la colaboraci¨®n de la propia Linda Napolitano y fue estrenada el pasado 30 de octubre, a tiempo para Halloween. Tiene, ciertamente, componentes aterradores, no tanto por las dramatizaciones de la abducci¨®n, sino por testimonios como el de su hijo, que aparece con el rostro oscurecido y asegura llevar a?os en tratamiento psicol¨®gico por el trauma de unas visitas alien¨ªgenas de las que ¨¦l, que vivi¨® el estallido del caso siendo un ni?o, est¨¢ convencido. Sin embargo, hay otra mujer que logra desplazar a la italoamericana del centro del documental: Carol Rainey, exmujer del investigador Budd Hopkins y notable esc¨¦ptica del trabajo de quien fue su esposo, en especial del caso Napolitano. El fundamento de la denuncia a Netflix est¨¢ en que la participaci¨®n de Rainey, que falleci¨® el pasado 2023, es mucho mayor de lo que la agraviada esperaba. Dice que le prometieron que solo tendr¨ªa una intervenci¨®n, pero es, en toda regla, la coprotagonista.
As¨ª, Abducci¨®n extraterrestre en Manhattan es mucho m¨¢s interesante que la mera reconstrucci¨®n de un expediente ovni de hace 35 a?os. Su inesperado enfoque en la exmujer permite acceder a otra historia, la de alguien que, por respeto al hombre al que una vez hab¨ªa amado, a la credibilidad y a la objetividad que alguna vez tuvo, tom¨® la dura decisi¨®n de desmentirle en una demoledora publicaci¨®n que cuestionaba su rigor y metodolog¨ªa. ¡°Vi que estaba perdiendo la objetividad. Yo quer¨ªa a Budd. Me parec¨ªa totalmente ¨ªntegro. Completamente honesto. Pero si se trataba de un enga?o, necesitaba saber si mi marido era c¨®mplice¡±, declara Rainey en el documental. Peter Robbins, ayudante y amigo de Budd Hopkins, que la culpabiliza de que su libro Witnessed: The True Story Of The Brooklyn Bridge UFO Abductions (1996) no se reeditara ni tuviese adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica, no lo ve as¨ª: ¡°Su objetivo en la vida era destruir a este hombre y acabar con su reputaci¨®n¡±. ¡°Es una arp¨ªa¡±, llega a decir a c¨¢mara Napolitano.
La historia del ama de casa contaba con elementos rocambolescos que iban m¨¢s all¨¢ de la abducci¨®n de 1989. Un a?o despu¨¦s, Napolitano alert¨® a Hopkins de que estaba siendo hostigada por dos hombres llamados Dan y Richard, que hab¨ªan presenciado el suceso desde un coche oficial en el que transportaban nada menos que al entonces secretario general de las Naciones Unidas, el peruano Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar. Hopkins, que nunca lleg¨® a verlos, dio cr¨¦dito a las misivas que recibi¨® firmadas en su nombre y en el del diplom¨¢tico. Seg¨²n Napolitano, los hombres llegaron a secuestrarla y el primero, Dan, intensamente enamorado de ella, acab¨® ingresado en un psiqui¨¢trico. La mujer tambi¨¦n se someti¨® a una prueba de rayos X para demostrar que un bulto que ten¨ªa en la nariz era producto de un injerto alien¨ªgena. La radiograf¨ªa alumbr¨® que s¨ª parec¨ªa alojar un peque?o objeto cil¨ªndrico, aunque, cuando tiempo despu¨¦s acept¨® someterse a cirug¨ªa para extraerlo, el objeto jam¨¢s apareci¨®.
Yo quiero creer
El soci¨®logo, escritor y editor Pablo Vergel, colaborador de Cuarto milenio (Cuatro), lleg¨® a hablar con Linda Napolitano hace varios a?os, v¨ªa Facebook. Su intenci¨®n era que participase en un reportaje en el programa de misterio de Iker Jim¨¦nez, aunque no consigui¨® que se pusiera frente a las c¨¢maras. Vergel reconoce a ICON que es ¡°un caso muy problem¨¢tico¡±, que debe su popularidad al contexto y a ¡°la serie de rocambolescas carambolas que le siguieron, todo un culebr¨®n, gracias a las que tuvo mucho recorrido en la prensa sensacionalista¡±. ¡°Ic¨®nicamente, no puede ser m¨¢s potente este ovni que eleva con un rayo a alguien de su apartamento, lo saca y lo cruza por el skyline m¨¢s famoso del mundo, hasta pasar el puente de Brooklyn¡±, describe. Al frente de Reediciones An¨®malas, Vergel public¨® en 2021 un libro de Budd Hopkins, Intrusos, originalmente de 1987, uno de los t¨ªtulos clave del fen¨®meno de las abducciones en Estados Unidos.
¡°Budd Hopkins forma parte de la triada de investigadores que crea la gran oleada de abducciones en Estados Unidos, casi un fen¨®meno sociol¨®gico, junto a Whitley Strieber y John E. Mack¡±, explica el editor. ¡°S¨ª que tuvo un cierto valor, cre¨® grupos de ayuda para gente que dec¨ªa que hab¨ªa sido abducida, estableci¨® unos mecanismos y protocolos¡ Whitley Strieber, el famoso escritor de Comuni¨®n [1987], recurri¨® a Budd Hopkins y contaba en su libro que ¨¦l le ayud¨® mucho a gestionar su crisis emocional tras la experiencia traum¨¢tica que tuvo [su supuesto encuentro con extraterrestres]. Pero llegado cierto punto empez¨® a actuar como un devoto, como un creyente absoluto que no conceb¨ªa ninguna explicaci¨®n alternativa. Mucha gente le ha acusado de haber sido un evangelizador del fen¨®meno ovni y de la hip¨®tesis extraterrestre, m¨¢s que de investigarlo. ?l abusaba mucho de la hipnosis. Si te lees sus libros, las hipnosis no siguen controles metodol¨®gicos, dejan muy abierta la sugesti¨®n. As¨ª, existe la posibilidad incluso de acabar implantando recuerdos a la persona. Budd Hopkins, y te lo digo como editor suyo, me parece un autor interesante, pero muy cuestionable tambi¨¦n¡±.
El soci¨®logo remite a un estudio del caso Napolitano publicado en 1993 por el parapsic¨®logo George P. Hansen, junto a Joseph J. Stefula y Richard D. Butler, cr¨ªtico con Hopkins por no verificar la relaci¨®n ¡°muy cercana¡± de la ama de casa con la profesional que le hizo la prueba de rayos X o la independencia de los supuestos 23 espectadores del fen¨®meno. Entre los testimonios que Hopkins hab¨ªa dado por v¨¢lidos, estaba el de una mujer que dec¨ªa no haber visto con claridad por la niebla ¨Cen una madrugada en la que no se dieron dichas condiciones clim¨¢ticas¨C o el de otra que, excus¨¢ndose en el miedo que sent¨ªa, no lleg¨® a correr las cortinas de su ventana aquella noche. Hansen y sus compa?eros encontraron hasta 16 paralelismos entre la historia de Napolitano y la novela de ciencia ficci¨®n Nighteyes, de Garfield Reeves-Stevens, publicada en 1989. Tambi¨¦n pusieron en tela de juicio la honradez de Hopkins al se?alar que la supuesta abducida declar¨® que ¨¦l le hab¨ªa prometido la mitad de los beneficios por el libro sobre su caso, Witnessed.
Peter Robbins, el colega que echa un capote a Hopkins en Abducci¨®n extraterrestre en Manhattan, saca a colaci¨®n en sus declaraciones que Carol Rainey, la exmujer del investigador, se cri¨® en una familia fundamentalista cristiana perteneciente a los Hermanos de Plymouth, para sugerir que ella se opon¨ªa a la hip¨®tesis extraterrestre por su religi¨®n. Rainey argumenta en el documental que, precisamente, su experiencia con Hopkins reabri¨® una herida del pasado, cuando perdi¨® relaci¨®n con toda su familia por cuestionar la fe: ¡°Su dogma era tan radical como el de mi padre. Los dos no dudaban nunca y parec¨ªan estar en posesi¨®n de la verdad. No pod¨ªa tolerar lo que le hac¨ªa a gente muy vulnerable¡±, en referencia a las sesiones de hipnosis de Hopkins con personas convencidas de estar siendo visitadas por extraterrestres.
Linda Napolitano, de quien en la serie se cuenta que tuvo una vocaci¨®n frustrada como estrella de la m¨²sica, ha calificado de ¡°resentida y alcoh¨®lica¡± a la fallecida Carol Rainey en su demanda, as¨ª como de da?ar su reputaci¨®n. No obstante, Abducci¨®n extraterrestre en Manhattan es conciliadora con quien quiere realmente creerse su historia. Mediante el tema de la fe, el documental s¨ª permite vislumbrar que, dentro de los estudiosos o los meros amantes del fen¨®meno ovni, est¨¢n quienes, con m¨¢s o menos rigor, tratan de cotejar sus pesquisas y quienes solo buscan confirmar creencias.
En funci¨®n de las preferencias, la historia del puente de Brooklyn tiene otro documental previo que da completamente por sentada la autenticidad del asunto, Linda Napolitano: La abducci¨®n alien¨ªgena del siglo (2022). Aunque en ¨¦l la aludida no participa, se nos explica, en base a las tesis de un tal Corrado Malanga, investigador italiano del universo hologr¨¢fico, que los humanos somos las criaturas espiritualmente m¨¢s desarrolladas del universo y que los alien¨ªgenas nos abducen para imprimirnos sus recuerdos en el inconsciente, a fin de hacerse inmortales con nuestra alma. Caso cerrado.
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