¡°Demandaremos a quien diga que ¡®YMCA¡¯ es un himno gay¡±: c¨®mo un cl¨¢sico de Village People lleg¨® a manos de la ultraderecha
El mayor ¨¦xito de Village People, de 1978, ha vuelto a la actualidad por su uso inesperado en m¨ªtines pol¨ªticos y por la reacci¨®n de su pol¨¦mico autor ante aquellos que la reivindican como un himno sobre la liberaci¨®n de la comunidad LGTB
46 a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n, YMCA de Village People ha vuelto a la actualidad y a las listas de ¨¦xitos. Lo ha hecho por partida doble: primero, por las declaraciones del vocalista del grupo y coautor del tema, Victor Willis, de demandar a quien diga que la canci¨®n es un himno gay. Y, m¨¢s sorprendente todav¨ªa (o no), por aprobar su utilizaci¨®n por parte de Donald Trump en su campa?a presidencial.
En realidad, nada de esto es nuevo. No solo Willis ¨Cel cantante afroamericano que se disfraza de polic¨ªa, y que es heterosexual¨C viene diciendo desde hace a?os que no compuso YMCA pensando en el p¨²blico queer, sino que incluso los dos componentes abiertamente gays del grupo lo han declarado tambi¨¦n: el cowboy Randy Jones y el indio Felipe Rose. ¡°Lo que est¨¢ claro es que hab¨ªa ambig¨¹edad y los autores utilizaban el doble sentido, pero Victor es heterosexual, as¨ª que no estaba escribiendo desde nuestro punto de vista. El grupo era sexualmente diverso, al igual que ¨¦tnicamente diverso¡±, declaraba Rose en 2014 a The Huffington Post.
Ya antes, en 2007, Willis asegur¨® que hab¨ªa escrito la letra en Vancouver (Canad¨¢), y que quer¨ªa reflejar las actividades divertidas que la juventud negra de Nueva York pod¨ªa realizar en el YMCA (Asociaci¨®n Cristiana de Hombres J¨®venes), como el baloncesto y la nataci¨®n. La semana pasada, se mostr¨® a¨²n m¨¢s airado al respecto. ¡°Como yo escrib¨ª la letra y deber¨ªa saber de qu¨¦ trata realmente, en enero de 2025, mi esposa comenzar¨¢ a demandar a todas y cada una de las empresas informativas que se refieran falsamente a YMCA como un himno gay¡±, aunque tambi¨¦n agreg¨® que no le importaba que los homosexuales la considerasen una canci¨®n de referencia.
?Qu¨¦ hay de fondo tras esta repetida declaraci¨®n? Todo apunta a un aspecto que la publicista del m¨²sico, Alice Wolf, revel¨® en una entrevista de 2007 en la agencia The Canadian Press: Willis se sent¨ªa insultado por la apreciaci¨®n de que temas como Macho Man, In The Navy, Go West o el que nos ocupa se dirig¨ªan al p¨²blico homosexual, ya que ¨¦l lo consideraba ¡°un nicho de mercado¡± que pod¨ªa rebajar el ¨¦xito de su grupo. Seg¨²n Wolf, de hecho, en 1979 la marina estadounidense estuvo a punto de ofrecerle un cuantioso contrato publicitario para utilizar In The Navy en una campa?a promocional, pero al final se torci¨®. Willis culp¨® entonces a la imagen gay de Village People de arruinar su oportunidad.
Desde ese mismo punto de vista, ser¨ªa comprensible su benepl¨¢cito a que Donald Trump la utilice. Cuando aquello ocurri¨® por primera vez, en 2020, el compositor amenaz¨® con denunciarlo, molesto con su reacci¨®n ante movimientos como Black Lives Matter. El enorme beneficio econ¨®mico que le ha reportado su uso en la ¨²ltima campa?a es lo que le ha llevado a cambiar de opini¨®n. Hablamos, adem¨¢s, de un personaje bastante controvertido, que se ha ido del grupo varias veces, ha estado en litigios durante a?os con excompa?eros por la propiedad del nombre Village People ¨Cque, actualmente, le pertenece a ¨¦l en solitario¨C y se opuso, por ejemplo, a que YMCA sonara en la inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Sochi en 2014, en protesta por la pol¨ªtica del gobierno ruso contra los homosexuales cuando, curiosamente, sus compa?eros de grupo s¨ª quer¨ªan actuar como una forma de posicionarse a favor de la libertad sexual. Tambi¨¦n sufri¨® varias detenciones por delitos relacionados con el consumo de drogas y por un intento de agresi¨®n a su pareja. Lleg¨® incluso a aparecer en el programa televisivo America¡¯s Most Wanted.
Entonces¡ ?¡°YMCA¡± no es un himno gay?
Hay discrepancias entre los miembros de Village People para responder en esta pregunta. Seg¨²n David Hodo (el obrero de la construcci¨®n), citado en la historia oral de la canci¨®n que public¨® la revista Spin en 2008, ¡°YMCA ciertamente tiene un origen gay. Nuestro primer ¨¢lbum (Village People, de 1977) fue posiblemente el ¨¢lbum m¨¢s gay de todos los tiempos. Quiero decir, miradnos. ?ramos un grupo gay. Entonces, ?se compuso la canci¨®n para celebrar a los hombres gays del YMCA? S¨ª, absolutamente, y a la gente gay le encant¨®¡±.
¡°En realidad, es la comunidad queer la que otorga el estatus de himno a una canci¨®n y la que logra que su impacto no decaiga, trascendiendo generaciones¡±, indica N¨²ria Martorell, autora del libro ?Quiero ser libre! Artistas y canciones queer por la libertad y el respeto (Ma Non Troppo, 2024).¡±YMCA s¨ª era, es y ser¨¢ un himno s¨²per-mega queer, y la insistencia de Willis de desvincularla del universo gay me parece fuera de lugar. La comunidad LGTBIQ+ es la que decide lo que para ellos representa la canci¨®n, as¨ª que poco tiene que hacer al respecto el autor, por muy poli que sea¡±, afirma entre risas.
A?ade la periodista que ¡°Villlage People es la boy band insignia del movimiento gay, y, si se le asocia directamente al colectivo, es precisamente por esta canci¨®n¡±. Recuerda tambi¨¦n que el nombre del grupo ¡°hace referencia al distrito neoyorquino de Greenwich Village, zona clave para el movimiento de liberaci¨®n queer y donde empez¨® todo. En una de sus calles, su visionario creador, el productor franc¨¦s Jaques Morali, descubri¨® a Felipe Rose, un bailar¨ªn que actuaba vestido de indio en uno de sus locales de ambiente. Al resto de los integrantes les fue reclutando despu¨¦s: al cantante?Victor Willis tras verle actuar en el musical de Broadway The Wiz; y a David Hodo y Glenn Hughes (el motorista), cuando acudieron y superaron el c¨¢sting que organiz¨® despu¨¦s de poner el siguiente anuncio en un diario: ¡®Se buscan tipos machos y con bigote¡¯.
¡°A Village People, al principio les cost¨® salir del gueto de la m¨²sica disco¡±, afirma la periodista musical Patricia Godes. ¡°Cuando apareci¨® el primer ¨¢lbum estaba clar¨ªsimo que era un grupo de estudio, y en la portada hab¨ªa figurantes, gente del Greenwich Village¡±. El sexteto definitivo es el que se dio a conocer en la portada de Macho Man (1978), ¡°hasta que se hicieron masivos con YMCA, que es el momento m¨¢s interesante de ellos, diga lo que diga V¨ªctor Willis, tan descaradamente gay y tan estructurado en una provocaci¨®n hacia las masculinidades estereotipadas. Se busc¨® c¨®mo convertirlo en un grupo, con todos esos profesionales del teatro y de la noche y de la m¨²sica, con seis cantantes-bailarines y crearle a cada uno su personaje¡±.
En la historia oral de la canci¨®n en Spin, David Hodo recordaba as¨ª su g¨¦nesis: ¡°Era 1977 y sal¨ªamos de una sesi¨®n fotogr¨¢fica en la calle 23 de Manhattan. Jacques Morali vio el gran cartel rosa de la YMCA y pregunt¨® qu¨¦ era eso. Le dijimos que era un lugar al que pod¨ªas ir cuando llegabas por primera vez a Nueva York y no ten¨ªas dinero; pod¨ªas quedarte all¨ª por muy poco. Y, por supuesto, alguien brome¨®: ¡®S¨ª, pero no te agaches en las duchas¡¯. Y Jacques, bendito sea, dijo: ¡®?Compondr¨¦ una canci¨®n sobre esto!¡¯¡±. En el mismo art¨ªculo, Randy Jones lo cuenta de una manera un poco diferente: ¡°Cuando yo me mud¨¦ a Nueva York, en 1975, me met¨ª en el YMCA. Llev¨¦ all¨ª a Jacques tres o cuatro veces en 1977 y le encant¨®. Le fascinaba aquel lugar donde una persona pod¨ªa hacer pesas, jugar al baloncesto, nadar, tomar clases y tener una habitaci¨®n. Adem¨¢s, yo ten¨ªa muchos amigos con los que iba al gimnasio que estaban en la industria del cine para adultos. ?l estaba impresionado por conocer a gente a la que hab¨ªa visto en v¨ªdeos y revistas. Esas visitas conmigo plantaron la semilla, esa canci¨®n surgi¨® literalmente de acudir al YMCA¡±. ¡°Hab¨ªamos finalizado nuestro tercer ¨¢lbum,?Cruisin¡¯, y necesit¨¢bamos una canci¨®n m¨¢s de relleno. Jaques compuso la m¨²sica en 20 minutos, luego se la dio a Victor Willis y le dijo: ¡®Completa el resto¡¯. Yo era un poco esc¨¦ptico con respecto a algunos de nuestros ¨¦xitos, pero al primer minuto de escuchar YMCA, supe que ten¨ªa algo especial porque sonaba como un anuncio. Y a todo el mundo le gustan los anuncios¡±, recuerda Hodo.
De los clubes de ambiente a las coreograf¨ªas masivas
Tanto gust¨® la canci¨®n que, entre 1978 y 1979, lleg¨® al n¨²mero 1 en 15 pa¨ªses y vendi¨® 12 millones de singles. La propia YMCA intent¨® demandar al grupo por infracci¨®n de marca registrada, pero finalmente sus responsables llegaron a un acuerdo con los compositores y acabaron expresando orgullo por considerar el tema un homenaje a la organizaci¨®n.
Al tiempo, se comenz¨® a popularizar una coreograf¨ªa para acompa?ar a la canci¨®n, en la que se representaban con las manos cada una de las cuatro letras de su t¨ªtulo. Hay teor¨ªas contrapuestas sobre c¨®mo se invent¨® el baile: hay quien dice que se improvis¨® en el programa televisivo American Bandstand, pero el cantante japon¨¦s Hideki Saijo (que fue n¨²mero 1 en su pa¨ªs con una versi¨®n del tema en 1979), lo reclam¨® como idea suya. El caso es que el tema, y el bailecito de marras, se convirtieron en acompa?amiento habitual de grandes competiciones deportivas. El momento m¨¢s notorio se dio cuando fue utilizada por los mism¨ªsimos Yankees de Nueva York en sus partidos de beisbol. Tambi¨¦n se us¨® para un anuncio de Pepsi en 1997, como canci¨®n de despertador para la tripulaci¨®n de un transbordador espacial de la NASA en el 2000, y en 2008 obtuvo el r¨¦cord Guinness de mayor n¨²mero de personas bailando una canci¨®n (44.000 espectadores al un¨ªsono, durante su interpretaci¨®n en el intermedio de la Sun Bowl, de f¨²tbol americano). En la nochevieja de 2019, el grupo la cant¨® en Times Square, en Nueva York, y super¨® de nuevo su propio r¨¦cord.
De ah¨ª, a la utilizaci¨®n por parte de Donald Trump (junto a Macho Man) para finalizar sus m¨ªtines para la reelecci¨®n de 2020, y para acompa?ar su ¨²ltima subida al Air Force One antes del mandato de Joe Biden (cuyos seguidores, por cierto, tambi¨¦n celebraron la victoria bailando la misma canci¨®n). En su campa?a de este a?o, Trump no solo la recuper¨® de nuevo, sino que incluso se invent¨® su propio baile (The Trump Dance, lo llamaron).
Igualmente sorprendente es el enorme ¨¦xito que la canci¨®n ha tenido entre la comunidad jud¨ªa. Seg¨²n Roger Bennett, coautor del libro Bar Mitzvah Disco, ¡°YMCA es la canci¨®n m¨¢s importante para entrar en la religi¨®n jud¨ªa tras el tema tradicional hebreo Hava Nagila. Parad¨®jicamente, ninguno de los Village People es jud¨ªo, pero s¨ª cumplieron una funci¨®n fundamental, al proporcionar una serie de nuevos modelos a seguir para nuestra juventud. Est¨¢bamos bajo una gran presi¨®n para convertirnos en banqueros, contables y abogados. Ellos nos abrieron los ojos a otras posibilidades profesionales: polic¨ªas, constructores, indios extravagantes...¡±, afirmaba el escritor en Spin.
Y, en esas mismas p¨¢ginas, Michael Musto, columnista de The Village Voice, sostiene que YMCA ¡°es uno de los muchos fen¨®menos culturales que comenz¨® como una broma gay y, con el tiempo, fue despojado de su gui?o y absorbido por el p¨²blico general. La gente que iba a Studio 54 sab¨ªa perfectamente que los Village People eran una mezcla exagerada de estereotipos gay que hac¨ªan referencia a ese mundo, con alusiones sexuales codificadas y postureo macho. Todos estos a?os despu¨¦s, el subtexto gay ha desaparecido y ahora es un tema que entusiasma a las multitudes en los estadios de f¨²tbol. Sucede siempre: una canci¨®n de apoyo a los oprimidos se convierte en un tema que levanta el ¨¢nimo, principalmente porque a los heterosexuales les gusta robar cosas a los gays, quitarles todo el lado aterrador y hacerlos suyos¡±, escrib¨ªa este periodista a?os antes de que fuese Donald Trump quien se apropiara de la canci¨®n y, como sostiene Patricia Godes, ¡°tambi¨¦n la desvirtuara, al igual que cuando levant¨® el pu?o junto a Elon Musk, enarbolando un s¨ªmbolo de la lucha obrera para celebrar todo lo contrario¡±.