La peligrosa fascinaci¨®n por los ¡®youtubers¡¯ que se introducen en espacios min¨²sculos
Canales de espeleolog¨ªa como el de Caveman Hikes o, en Espa?a, los de Marc Vilas o Portillo sorprenden al p¨²blico por su penetraci¨®n en lugares inh¨®spitos y claustrof¨®bicos, que a veces parecen implicar un riesgo aut¨¦ntico para la integridad f¨ªsica de sus protagonistas?
![Uno de los momentos m¨¢s tensos en el v¨ªdeo de ActionAdventureTwins llamado "Enorme ansiedad dentro de la cueva de Petty Johns". Entre los comentarios se puede leer: "?C¨®mo puede disfrutar alguien haciendo esto?".](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XIOKIIFRGRFYFAIZXLPA7AXO54.png?auth=50bf40c767d80b6b783704c022cd11e41652ba782a964e85d22af04c82fc8b31&width=414)
Sus v¨ªdeos tienen t¨ªtulos como The Worst Claustrophobic Caving You Will Ever See (La espeleolog¨ªa m¨¢s claustrof¨®bica que ver¨¢s en la vida), Try Not to Panic Maximum Claustrophobia (Intenta no sentir el p¨¢nico de la claustrofobia m¨¢xima) o The Tightest Cave Squeeze Ever Recorded (El atasco en el agujero m¨¢s estrecho jam¨¢s grabado) y logran que algunas de las escenas m¨¢s aterradoras del cine de terror parezcan un p¨ªcnic. Con el exmilitar Calvin Sanders a la cabeza, el canal de YouTube Caveman Hikes consigue llevar c¨¢maras GoPro a lugares donde, en ocasiones, nunca antes ha cabido un ser humano. Lo extraordinario es el ag¨®nico proceso con el que se encajan en ¨¦l, a veces con la integridad f¨ªsica del joven Jacob Sanders, el sobrino de 15 a?os de Calvin, en aparente peligro (siempre con su t¨ªo y su padre al rescate). Sin ir m¨¢s lejos, en The Tightest Cave Squeeze Ever Recorded, lo llegamos a ver dentro de un agujero de 6x10 pulgadas (en cent¨ªmetros, aproximadamente 15x25).
Los v¨ªdeos de espeleolog¨ªa extrema, con la que a menudo colinda la exploraci¨®n urbana, se han convertido en un g¨¦nero en s¨ª mismo. Las aventuras de Caveman Hikes contienen, a su vez, gran cantidad de avisos para el espectador: por un lado, para aquellos sensibles a los espacios muy cerrados, que muy comprensiblemente pueden sufrir viendo sus ag¨®nicas y largas penetraciones en cavidades asfixiantes, y, por otro, para los imitadores a los que pueda ocurr¨ªrseles seguir sus itinerarios kamikazes sin la experiencia, la seguridad ni el conocimiento debido. En un reciente reportaje para The Guardian cuentan otro terrible episodio vivido que no llegaron a subir a YouTube, donde el joven Jacob qued¨® atrapado mucho rato en ropa interior, temblando de fr¨ªo y con el torso sangrando, hasta que Calvin pudo extraerlo por una peque?a grieta. Tanto el peque?o como el mayor aseguran que seguir¨ªan haciendo lo mismo aunque nadie viera lo que graban.
Los comentarios de sus v¨ªdeos est¨¢n plagados de gente que se declara incapaz de terminarlos y describe el p¨¢nico que han sentido al reproducirlos. Los responsables de la cuenta dedican mucho tiempo a responder a las cuestiones que surjan sobre su equipamiento o qu¨¦ hacer en determinadas situaciones, adem¨¢s de ofrecer consejos de supervivencia.
![El popular 'youtuber' de aventuras Marc Vilas, en una foto publicada en su perfil de Instagram.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/A52DGT3XGVB33D637BSOCI5LNE.png?auth=d8cc125bcb3001efc3523fe797488158c42bc1ca3acf4285d64447fed04dafbc&width=414)
Dos destacados youtubers en el campo de los v¨ªdeos de exploraciones han sido y siguen siendo, en Espa?a, Marc Vilas y Portillo, que habitualmente colaboran. Sus infiltraciones no solo se circunscriben a cuevas, sino tambi¨¦n a lugares abandonados, como antiguas bases militares o t¨²neles de metro en desuso. ¡°Nunca dir¨ªa que me haya atra¨ªdo la adrenalina, simplemente el estar en lugares muy poco pisados e inaccesibles para la mayor¨ªa de la gente¡±, explica para ICON Vilas, que cuenta con cerca de dos millones de seguidores en su canal.
Tanto su trabajo como el de Portillo es alabado muchas veces por la calidad t¨¦cnica de la propuesta, su edici¨®n y el sentido del espect¨¢culo con el que abordan su trabajo. Asimismo, ambos coinciden en la regla de no revelar el emplazamiento exacto de los lugares que documentan. ¡°Lo tenemos por norma para evitar que la gente nos imite sin la experiencia que esto requiere¡±, explica Portillo a ICON. ¡°La grand¨ªsima mayor¨ªa de personas que nos siguen entienden que somos profesionales. De la misma manera que un doble de cine hace acrobacias aparentemente imposibles o un trabajador de una obra utiliza maquinaria pesada y peligrosa, nosotros tambi¨¦n tenemos nuestros protocolos de seguridad¡±.
Tanto Vilas como Portillo se declaran, no obstante, autodidactas. El gusto por la aventura les ha colocado en situaciones de riesgo, como aquella vez en Ucrania en 2020, cuando Vilas y otro youtuber, Jep, exploraban una antigua mina de carb¨®n inundada y acabaron brevemente secuestrados; o cuando, en una antigua f¨¢brica de ropa abandonada, Portillo cay¨® por una cloaca que, seg¨²n cuenta, le cost¨® ¡°cuatro puntos y un par de rasgu?os ¡±. ¡°Hemos aprendido a no sobrepasar el punto l¨ªmite de riesgo, aunque, en ocasiones, no se puede llegar a controlar la circunstancia externa que nos rodea¡±, reconoce Vilas.
Del agobio al descubrimiento
Jos¨¦ Enrique S¨¢nchez, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Espeleolog¨ªa y Barrancos (ASEDEB), tiene sus reservas con respecto a lo que estos v¨ªdeos puedan transmitir. ¡°Es una actividad que se hace con unos conocimientos y una prudencia adecuados. No te metes para sufrir, sino para descubrir un mundo impresionante, disfrutarlo, estudiarlo y difundirlo. Los espele¨®logos no nos la jugamos, eso no responde m¨¢s que a una forma en la que hoy en d¨ªa se consigue popularidad¡±, explica. S¨¢nchez ha visto tanto v¨ªdeos de Caveman Hikes como de Vilas, del que reconoce ¨Cpor haberla atravesado tambi¨¦n hace a?os¨C la cueva en la que entra en uno de sus trabajos con m¨¢s reproducciones (7,5 millones), Descubro el para¨ªso en las profundidades de una cueva, de hace tres a?os y que ha sido visto casi ocho millones de veces. ¡°El v¨ªdeo no es un buen ejemplo de c¨®mo se debe entrar en una cueva, ni en el n¨²mero de personas ni en el equipo que lleva. Tres personas es lo recomendable. Dos significa que quiz¨¢ tengas que dejar solo a tu compa?ero herido para ir a buscar ayuda. Entrar sin casco es otro elemento de transgresi¨®n, y si hablamos del vestuario pasa exactamente lo mismo¡±.
![Guillermo Portillo, conocido en YouTube como Portillo a secas, en un retrato publicado en su cuenta de Instagram.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PO3DUXGV4VGIHATGBUGZSKNE5U.png?auth=7a935e53d92e134b41a2a6ea581a61c66f5bc5e7cc7757ca56271a01b437ae91&width=414)
Tanto Marc Vilas como Portillo dicen, en este sentido, haber adquirido mucha experiencia con los a?os. ¡°A d¨ªa de hoy hay muchas cosas que hac¨ªa en mis inicios que hoy no repetir¨ªa¡±, confiesa a ICON el segundo. ¡°A lo largo del tiempo hemos ido aprendiendo c¨®mo comportarnos o c¨®mo proceder en cada situaci¨®n¡±, afirma Vilas, que asegura tener ya muy interiorizado ¡°lo importante que es siempre avisar a terceras personas¡± de su ubicaci¨®n.
¡°Un rescate puede ser muy complejo¡±, advierte S¨¢nchez. ¡°El problema est¨¢ en extraer al herido por el sitio por el que ha entrado. Si es una cueva con obstrucciones y pasos tan estrechos, requiere la utilizaci¨®n de microvoladuras por parte de t¨¦cnicos de explosivos de la Guardia Civil. Se puede complicar hasta varios d¨ªas, de ah¨ª que haya que poner el punto de atenci¨®n en la prevenci¨®n¡±. El espele¨®logo recuerda el caso de un joven de Mijas (M¨¢laga), Juan Antonio G¨®mez Alarc¨®n, desaparecido en 2010 y cuyo cuerpo a¨²n no ha sido encontrado. ¡°La Tierra, por debajo, es como un queso de Gruy¨¨re. Adivinar en qu¨¦ agujero te has podido meter es muy dif¨ªcil. Desde el exterior no se ve nada, no sabes si el herido est¨¢ unos metros m¨¢s all¨¢, en qu¨¦ condiciones¡¡±, explica. ¡°La hipotermia, las ca¨ªdas, que desciendas un desnivel o un pozo sin cuerdas o con un material inadecuado, resbalones y los golpes en la cabeza son factores a tener en cuenta, pero totalmente controlados desde la espeleolog¨ªa profesional. El riesgo es no tener los medios ni los conocimientos t¨¦cnicos adecuados¡±.
Sobre estar en lugares nunca antes alcanzados por un ser humano, algo sabe el presidente de ASEDEB. Jos¨¦ Enrique S¨¢nchez fue parte del equipo que descubri¨® y explor¨® el primer menos mil (mil metros de profundidad) de Espa?a, en ese momento el cuarto del mundo: una sima en la Sierra de las Nieves de M¨¢laga, entre 1971 y 1978. ¡°Cuando te ves colgado de una cuerda con 10 mil¨ªmetros de di¨¢metro y unos anclajes met¨¢licos en la pared, ves por debajo a lo mejor 150 metros de desnivel y tus compa?eros son solo unos puntitos de luz, descubres, de alguna forma, lo insignificantes que somos ante la naturaleza¡±, reflexiona S¨¢nchez sobre su experiencia. ¡°Superar la naturaleza con tu conocimiento y tus elementos t¨¦cnicos, llegar hasta donde nunca antes ha llegado nadie, te da un punto de satisfacci¨®n y de recompensa¡±.
El espele¨®logo tampoco se ha interesado por la actividad en base a una necesidad de adrenalina, ni cree que sea el caso de otros compa?eros de gremio: ¡°Quien busca ese punto de experiencia o de tensi¨®n suele recurrir m¨¢s a empresas de turismo de aventura. La espeleolog¨ªa s¨ª que tiene un punto de aventura, pero tambi¨¦n de inter¨¦s por el conocimiento de un medio completamente oculto¡±. El youtuber Portillo, que coincide en la priorizaci¨®n de la curiosidad sobre la adrenalina, concuerda con el control de los elementos como forma de disfrutar y sublimar la experiencia. ¡°Mi norma n¨²mero uno es no hacer nunca nada m¨¢s all¨¢ de mis capacidades¡±, sentencia. ¡°Los peligros a veces son invisibles y, por ello, es importante informarse y ser responsable. Con un poco de cabeza y preparaci¨®n, la curiosidad no tiene por qu¨¦ matar siempre al gato¡±. Mientras tanto, los espectadores m¨¢s curiosos y con la claustrofobia bajo control pueden matar esa curiosidad y sin peligros desde la pantalla del m¨®vil.
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