C¨®mo sorprender a los amigos con una buena comida con alimentos ¡®top¡¯ (y de aqu¨ª al lado)

Hace tan solo unos pocos a?os, si lo que quer¨ªamos era sorprender a amigos y conocidos preparando una cena, lo que se llevaba era tirar de exotismo: una bandeja de sushi japon¨¦s, un curry tailand¨¦s, unos tacos mexicanos¡­ pero si algo ha aprendido nuestra generaci¨®n es a valorar cada vez m¨¢s el producto cercano y de calidad. Tanto viaje alrededor del mundo ¨Clo hemos recorrido varias veces a trav¨¦s del paladar¨C nos ha acabado llevando de nuevo al punto de partida, a lo que tenemos al lado, para descubrir alimentos de la m¨¢xima calidad¡­ con los que, adem¨¢s, se puede montar una fiesta gastron¨®mica por todo lo alto. Es el caso de los productos englobados bajo la marca ¡°Campo y Alma Castilla-La Mancha¡±, que engloba aquellos que ya cuentan previamente con un sello de calidad como Denominaci¨®n de Origen o Indicaci¨®n Geogr¨¢fica Protegida, garant¨ªa absoluta de buen hacer, sabor y excelencia. Y de que tus invitados van a quedar encantados. Hoy toca disfrutar al estilo castellano-manchego, un aut¨¦ntico c¨®ctel de autenticidad y tradici¨®n.

?Una tabla de queso? Manchego, claro

Un entrante infalible es una tabla de queso¡­ manchego. De pasta prensada, con al menos 30 d¨ªas de maduraci¨®n y producido a partir de leche de oveja de raza manchega, lleva toda la vida conquist¨¢ndonos gracias a su color, olor, sabor y textura ¨²nicos, que act¨²an sobre nosotros como una aut¨¦ntica magdalena de Proust. El queso manchego es una tentaci¨®n en la mesa, que puede cortarse en cu?as y, para aportar un delicioso matiz dulce, acompa?arse de miel de la Alcarria, que posee una sutileza y aroma extraordinarios. Puede presentarse en forma fluida, viscosa o con una cristalizaci¨®n fina, de aspecto cremoso y suave al paladar. Queso y miel: un combo irresistible para empezar con el mejor pie cualquier comida o cena.

La berenjena de Almagro, la reina de la conserva

Que las conservas est¨¢n de moda nadie lo puede negar. Abrir una ya no quiere decir ¡°me ha pillado el toro con la cena¡± sino ¡°hoy el cuerpo me pide algo especial¡±. En esa liga de las estrellas juega la berenjena de Almagro: un bocado que es una explosi¨®n pura de sabor gracias a un ali?o que incluye vinagre, aceite vegetal, sal, cominos, ajos, piment¨®n y agua. Sensaciones intensas que no hace falta buscar en el otro extremo del planeta porque nos esperan a la vuelta de la esquina. Las berenjenas de Almagro son el entrante ideal para los que buscan ese umami al que cuesta resistirse.

Un poquito de carne¡­ de cordero manchego

En una ¨¦poca en la que cada vez nos preocupamos m¨¢s por el tipo de carne que consumimos, hay que tener un as en la manga para cuando, en una cena, los invitados m¨¢s inquietos -y hambrientos- pregunten: ¡°?Pero cu¨¢ndo llega el plato principal?¡±. Una apuesta segura es el cordero manchego, criado en municipios de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Preparado al horno, es uno de esos platos que conquista a todos, desde el que busca un producto con una trazabilidad exquisita al invitado gourmet que exige lo mejor de lo mejor.

Eso s¨ª, si nos lo queremos currar a tope, podemos cuidar hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle. ?C¨®mo? Pues incluyendo en el asado dos ingredientes de la m¨¢xima calidad que aportan un plus de sabor ¨²nico. Por un lado, el azafr¨¢n de La Mancha, el ¨²nico amparado por una Denominaci¨®n de Origen Protegida en Espa?a. Por otro, el ajo morado de Las Pedro?eras, todo un ¡®superalimento¡¯ capaz de dar el mismo sabor con un solo diente que otras variedades con dos o tres. Un plato perfecto con puro ADN castellano-manchego.

Un universo de vinos

No hace falta ser un consumado sumiller para proponer un maridaje de vinos que levante pasiones. Ni tampoco hay que saltar de una zona a otra. Un dato sorprendente y que no muchos conocen es que Castilla ¨C La Mancha es la regi¨®n vitivin¨ªcola m¨¢s grande del mundo, con nada menos que nueve denominaciones de origen, con variedades diferentes y complementarias entre s¨ª. Esto permite empezar abriendo botellas de blancos de Ucl¨¦s, Manchuela o La Mancha; seguir con rosados de Ribera del J¨²car o Almansa y terminar con tintos de M¨¦ntrida, Mond¨¦jar, Jumilla o Valdepe?as. Un plan para disfrutar de copa en copa y un paseo sensorial por las mil y un maneras de entender el vino dentro de un mismo territorio.

Pan y aceite de cercan¨ªa para acompa?ar

Un mal pan puede arruinar el picoteo m¨¢s top. Elegir uno de calidad saca el lado m¨¢s disfrut¨®n de todos los comensales: una invitaci¨®n a mojar, reba?ar y hacer barquitos sin control. Pero se puede ir m¨¢s all¨¢ escogiendo uno del mismo origen que los productos que hay en la mesa. Si hemos apostado por un men¨² 100% castellano-manchego, la opci¨®n perfecta es el pan de cruz de Ciudad Real, una caracter¨ªstica hogaza abombada con dos cortes que le dan su nombre, corteza lisa y una miga dura y blanca. Perfecto para empaparlo en aceite de oliva virgen extra de alguna de las cuatro denominaciones de origen de Castilla-La Mancha: Montes de Toledo, Campo de Montiel, Aceite de La Alcarria o Campo de Calatrava. O en las cuatro para improvisar una deliciosa cata de aceite. ?Por qu¨¦ no?

El final dulce: mel¨®n o mazap¨¢n (seg¨²n la temporada)

El postre es clave para dejar un buen sabor de boca y un valor seguro es dejarse llevar seg¨²n la temporada. ?Que estamos en verano? Pues podemos apostar por un mel¨®n de La Mancha, que cuenta con el dulzor, la alta jugosidad y la escasa fibrosidad de su carne como principales rasgos. Si los meses de calor son ya un vago recuerdo que no cunda el p¨¢nico: hay plan b. ?Y menudo plan! El mazap¨¢n de Toledo es el perfecto broche a cualquier comida o cena gracias a su sabor incomparable, que se debe a que las almendras son el principal ingrediente. Y no cualquier almendra, las que se utilizan son de variedades dulces, repeladas y tienen un contenido m¨ªnimo de materia grasa del 50%. Eso explica por qu¨¦ el mazap¨¢n de Toledo est¨¢ a otro nivel. Si no hay mel¨®n ni mazap¨¢n a mano, no pasa nada: siempre es un buen plan regresar al queso para terminar por todo lo alto: placeres circulares.