¡°Se mov¨ªan y parec¨ªan la misma persona¡±: la prodigiosa historia del esquiador invidente y su gu¨ªa

En febrero de 2015 la redacci¨®n de ICON Sport, la edici¨®n deportiva de esta revista, busc¨® entre sus colaboradores alguno que supiera esquiar. ¡°Yo levant¨¦ la mano, porque mi padre es un gran enamorado de la monta?a y yo tambi¨¦n lo soy¡±, explica hoy el entonces periodista Daniel Fern¨¢ndez-Ca?adas. La revista lo envi¨® a pasar un fin de semana en Candanch¨², una estaci¨®n del Pirineo aragon¨¦s, con el esquiador paral¨ªmpico invidente Jon Santacana, con el oro y la plata que hab¨ªa logrado en Sochi reci¨¦n colgados en el cuello, y su gu¨ªa Miguel Galindo. Nada m¨¢s poner un pie en A¨ªsa, un pueblo oscense de 84 habitantes, Daniel sinti¨® una fascinaci¨®n hacia esos dos hombres que no era capaz de explicar.

¡°No hab¨ªa visto nada igual en mi vida. Se mov¨ªan y parec¨ªan la misma persona. Yo me sentaba todo el rato junto a ellos y les hac¨ªa preguntas, m¨¢s de las que necesitaba para el reportaje¡±, recuerda. La historia de esa pareja de atletas es una de esas que si apareciera en una pel¨ªcula de Hollywood casi resultar¨ªa un clich¨¦: un chaval (Jon) pierde el 95% de su visi¨®n, pero se niega a renunciar a su pasi¨®n de esquiar, conoce a otro chaval (Miguel) que formaba parte del equipo ol¨ªmpico hasta que una lesi¨®n le retir¨® de la competici¨®n. Miguel se incorpora como gu¨ªa de Jon y juntos revolucionan el esqu¨ª paral¨ªmpico desarrollando un aparato de comunicaci¨®n por Bluetooth que todos los esquiadores con ceguera del mundo acaban adoptando, poniendo as¨ª fin al sistema de gritos. Esa simbiosis sobrenatural les reporta cinco medallas paral¨ªmpicas y 17 podios en campeonatos mundiales. ¡°La historia estaba ah¨ª, esperando que alguien la contara¡±, se?ala Fern¨¢ndez-Ca?adas. Al despedirse en la estaci¨®n el domingo por la tarde, les dijo que quer¨ªa contarla en un documental.

¡°Yo ten¨ªa experiencia en el g¨¦nero porque trabaj¨¦ en la productora de Julio Medem durante la universidad¡±, recuerda. ¡°En realidad me mud¨¦ a Madrid con la tierna idea de hacer cine, pero cuando me di cuenta de que eso no iba a ser posible me cambi¨¦ a Periodismo para escribir, coger experiencias y, de otra manera, tambi¨¦n contar historias. Un par de a?os despu¨¦s les escrib¨ª y les dije: ¡®Lo he conseguido, he encontrado una productora, va a pasar¡¯. Y fliparon un poco, porque no hab¨ªamos tenido contacto en dos a?os¡±.

Sin l¨ªmite narra los preparativos de la ¨²ltima temporada de Jon y Miguel, que culminar¨ªa con una plata en los paral¨ªmpicos de Corea 2018, y transmite al espectador todo lo que Daniel sinti¨® al conocerlos aquel fin de semana en Candanch¨². ¡°La locura de Jon me sedujo mucho: con cinco a?os le dijeron que no pod¨ªa seguir esquiando y ¨¦l decidi¨® seguir descendiendo por la nieve a 120 kil¨®metros por hora. Se ha roto la cadera, se ha roto la tibia y el peron¨¦, se ha roto el tend¨®n de Aquiles, sabe que puede morir. Si ¨¦l es un Quijote, Miguel es sin duda el Sancho Panza que sigue las andanzas del loco, que lo cuida, que va con ¨¦l haga lo que haga, que le aconseja y que nunca le deja¡±, analiza el ahora cineasta.

M¨¢s all¨¢ de los arquetipos narrativos, Fern¨¢ndez-Ca?adas encontr¨® adem¨¢s una oportunidad para explorar nuevos modelos de intimidad entre hombres. ¡°Desde el principio los vi como una pareja. Hay muchos tipos de parejas en el mundo y ellos lo son, o lo eran. Me pareci¨® que representan una masculinidad nueva, una manera distinta de gestionar las emociones y un ejemplo de c¨®mo se ha avanzado en 15 a?os m¨¢s que en miles anteriores¡±.

Seg¨²n se adentraba en el mundo de esa pareja, Fern¨¢ndez-Ca?adas experiment¨® su propio viaje. Comprendi¨® que las limitaciones f¨ªsicas que sufre Jon Santacana funcionaban, en muchos aspectos, igual que las que ¨¦l sufr¨ªa por dentro. ¡°?l se esfuerza much¨ªsimo en no aparentar que tiene una limitaci¨®n objetiva, el 50% de sus energ¨ªas las emplea en eso y llega a la noche muy cansado, lo cual se nota en su estado de ¨¢nimo y va forjando su manera de ser. Yo ten¨ªa muchas limitaciones tambi¨¦n, pero afectivas, de esas que no se ven pero frenan una barbaridad y de muchas maneras¡±, confiesa.

Desde aquel 2018, Daniel S¨¢nchez-Ca?adas ha cambiado definitivamente el periodismo por el cine (ha escrito su primer largometraje de ficci¨®n), el arte (ha escrito libros sobre los pintores Ver¨®nica Civera y Antoni Muntadas) y los negocios: regenta el restaurante El Imparcial, sito en la antigua Redacci¨®n del peri¨®dico de los Gasset, y la Sala Equis, un espacio para el cine de autor donde hace unas semanas se estren¨® Sin l¨ªmite. ¡°Estaba muy nervioso¡± recuerda, ¡°pero Jon y Miguel vinieron al preestreno y en cuanto aparecieron me calm¨¦. Ellos tienen ese efecto¡±.

El documental aspira a contar la historia de Jon y Miguel (y, en cierto modo, tambi¨¦n la de Daniel), pero sobre todo pretende reivindicar la importancia cultural de figuras como ellos. Si el olimpismo cala en la sociedad porque representa la m¨¢xima expresi¨®n del esp¨ªritu de superaci¨®n, ?por qu¨¦ los atletas con diversidad funcional no son h¨¦roes nacionales con mayor presencia medi¨¢tica? ¡°Mucha gente prefiere ver y admirar a personas que sean como ellos, y es una l¨¢stima porque los eventos deportivos paral¨ªmpicos son una experiencia extraordinaria. Creo que nos estamos perdiendo algo como espectadores y como humanidad¡±.

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