Boxeo, elegancia y aroma seductor: c¨®mo entrar a formar parte del club de los hombres con clase

¡°Los ganadores son simplemente aquellos que est¨¢n dispuestos a hacer cosas que no har¨¢n los perdedores¡±. Un lema que compartir¨¢n aquellos que entienden la vida como una oportunidad constante para aceptar nuevos retos, superarse a s¨ª mismos y luchar hasta lograr la victoria en el asalto definitivo. Esos que de forma innata manifiestan un esp¨ªritu inconformista, un carisma ¨²nico y un car¨¢cter que raramente pasa desapercibido. Los mismos que salen de casa con mocasines y un traje de manufactura impecable por las ma?anas dejando paso a un look m¨¢s relajado despu¨¦s del trabajo, de camino a ese nuevo club de boxeo que bien podr¨ªa estar ubicado en el barrio neoyorquino de Tribeca. Un lugar a medio camino entre un gimnasio, una hermandad y un punto de encuentro con amigos al que todos quieren pertenecer, pero donde no puede entrar cualquiera.

All¨ª la atm¨®sfera respira una embriagadora mezcla de bergamota, pimienta blanca y cardamomo que da paso a un segundo asalto floral de iris y hojas de violeta y remata con un cross de vetiver, haba tonka y madera de cachemira. Un aroma seductor digno de ser disfrutado por los miembros de un club que no necesita contrase?as, pero al que solo tienen el privilegio de acceso unos pocos elegidos: Scalpers Boxing Club. Bautizado con este sugerente concepto, el nuevo perfume de la firma, santo y se?a de la joven moda espa?ola entendida como el equilibro perfecto entre sastrer¨ªa actualizada y ropa de aires deportivos, sintetiza esa elegancia relajada, cl¨¢sica pero rebelde, que ha transformado la masculinidad en los ¨²ltimos a?os. El aroma, firmado por la perfumista francesa Marine Ipert, comparte protagonismo con The Club, otro de los perfumes de la marca, que se define por una inesperada salida de cacao y pomelo y un coraz¨®n arom¨¢tico e irreverente de lavanda, tabaco y jengibre que termina con un uppercut definitivo de ¨¢mbar gris, pachul¨ª y maderas clandestinas.

Desde el primer golpe ¨Cde vista¨C las fragancias de Scalpers evocan el ADN de la marca experta en tailoring, as¨ª como de los hombres inconformistas que la visten. El tap¨®n representa una bobina de hilo, el vidrio est¨¢ tintado en tonos tan c¨¢lidos como los colores emblem¨¢ticos de las prendas Scalpers y el logo, en plata brillante, es un gui?o al esp¨ªritu rebelde y un poco salvaje de cualquiera que alguna vez se haya atrevido a poner un pie en un ring. El modelo George Alsford y el actor y boxeador aficionado Mateo Conde se suman al club Scalpers, del que tambi¨¦n forman parte rostros como el modelo Oriol Elcacho, el actor Alfonso Bassave o el futbolista del Rayo Vallecano Mario Su¨¢rez, demostrando que personalidades (en teor¨ªa) opuestas tienen cabida en el mismo espacio unidas por un id¨¦ntico sentimiento de pertenencia. Para formar parte de ese ¡®algo ¨²nico¡¯ que sirve de impulso a clubes y sociedades secretas basta con tener eso que los franceses llaman ¡°la classe¡± y que bien saben reconocer aquellos que la poseen y disfrutan de forma natural.

Del mismo modo que el boxeo ha ido ganando enteros como uno de los ejercicios f¨ªsicos m¨¢s completos que existen para poner a punto todos los m¨²sculos del cuerpo y aclarar la mente, convirti¨¦ndose hasta en la disciplina favorita de las estrellas rutilantes que pueblan las colinas de Los ?ngeles, Boxing Club y The Club de Scalpers convencen por una versatilidad capaz de poner a prueba todos los sentidos. Y a pesar de que el packaging de ambas fragancias ¨Cunas consistentes placas met¨¢licas sujetas con fuerza en las aristas¨C represente el esp¨ªritu infranqueable del club Scalpers, en esta exclusiva sociedad el acceso no es infranqueable. Algunos se dar¨¢n por vencidos, pero aquellos que perciban la vida como una oportunidad para formar parte, como dir¨ªa el viejo Clint, del grupo de los ganadores, no dudar¨¢n en tirar de adrenalina, lanzar un potente front-kick y ganar este combate olfativo. Enhorabuena, ya eres parte del club.