Shoshana Zuboff: ¡°El neoliberalismo lo ha destrozado todo. Debemos empezar de cero¡±
La fil¨®sofa y profesora em¨¦rita de la Harvard Business School puso nombre a un fen¨®meno que gobierna el mundo: el capitalismo de vigilancia. Cree que es posible frenar a Facebook, Google y Amazon
Shoshana Zuboff (Nueva Inglaterra, Estados Unidos, 1951) ha logrado el sue?o de cualquier ensayista con su libr La era del capitalismo de la vigilancia (Paid¨®s): reconocer, diseccionar y ponerle nombre a una tendencia econ¨®mica que llevaba 20 a?os en marcha. La fil¨®sofa y...
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Shoshana Zuboff (Nueva Inglaterra, Estados Unidos, 1951) ha logrado el sue?o de cualquier ensayista con su libr La era del capitalismo de la vigilancia (Paid¨®s): reconocer, diseccionar y ponerle nombre a una tendencia econ¨®mica que llevaba 20 a?os en marcha. La fil¨®sofa y profesora em¨¦rita de la Harvard Business School dice que siempre ha sido ¡°una activista en min¨²sculas¡±, pero que la publicaci¨®n de este libro la ha convertido en una activista en may¨²sculas; el objetivo es demasiado importante. Zuboff es tambi¨¦n una de las protagonistas de El dilema de las redes, el documental de Netflix que cuenta la variedad de efectos nocivos de las redes sociales que tanto ruido est¨¢ haciendo. Zuboff contesta desde su casa en Maine (noreste de EE UU). Resulta cercana, muy estadounidense: te llama por tu nombre y de vez en cuando ayuda a hacerse entender usando palabras en espa?ol.
Pregunta. En Estados Unidos ahora mismo est¨¢n ustedes inmersos en una campa?a pol¨ªtica extremadamente polarizada. En las anteriores elecciones hubo disrupciones muy importantes que usaron Facebook para influir en el electorado. ?Se est¨¢ repitiendo lo vivido?
Respuesta. Sabemos que los rusos siguen activos y no se han extinguido. Por otro lado quienes elaboran la campa?a de Trump se han especializado en microtargeting psicol¨®gico [destinar una informaci¨®n personalizada a un usuario concreto] que incre¨ªblemente y por desgracia sigue siendo legal. Desde hace una semana sabemos que el equipo de Trump logr¨® persuadir a votantes negros de que no fueran a votar. Y ahora est¨¢n usando las mismas din¨¢micas para persuadir a los indecisos. Esto es el d¨ªa a d¨ªa del capitalismo de la vigilancia.
P. Usted se ha sumado a una iniciativa, The Real Facebook Oversight. ?Cu¨¢l es su objetivo?
R. Es una acci¨®n de emergencia para llamar la atenci¨®n de la gente sobre los fallos de estas corporaciones, para tomar decisiones urgentes y decisivas que les resten fuerza e imposibiliten el uso de Facebook como un arma para enviar mensajes violentos, de agitaci¨®n civil y democr¨¢ticamente peligrosos. Tenemos grupos extremos que han sido inspirados y animados por un presidente, Trump. Hablan el lenguaje de los golpes de estado, de la negaci¨®n de la democracia, de la negaci¨®n de unas elecciones justas. Y Facebook le ha hecho el megacasting. Zuckerberg puede y debe tomar acciones para aminorar y en algunos casos eliminar estas amenazas. Es consciente de que esto ha sucedido en Estados Unidos, en Myanmar, Filipinas y otros 30 pa¨ªses. As¨ª que estamos se?al¨¢ndole y diciendo: ¡°?haz algo!¡±.
P. Seg¨²n revela el informe interno de una ingeniera de Facebook que se hizo p¨²blico, esta plataforma no act¨²a en los pa¨ªses peque?os porque no le interesa hacerlo.
R. El informe de la exempleada de Facebook Sophie Zhang fue important¨ªsimo. Demuestra que a Facebook solo le preocupan sus intereses. No seamos rom¨¢nticos con las redes sociales. Entendamos su l¨®gica econ¨®mica y as¨ª entenderemos c¨®mo funcionan. Y ah¨ª es donde tenemos que incidir, en sus incentivos financieros. El inter¨¦s de Facebook por monitorizar los contenidos es cero. Lo ¨²nico que puede provocar que lo hagan es que alg¨²n Estado emita quejas. Sin esa amenaza, sencillamente no har¨¢n nada.
P. La ley antimonopolio que se est¨¢ evaluando en Estados Unidos para ponerle freno a las big tech, ?qu¨¦ puede suponer? La investigaci¨®n de la C¨¢mara de Representantes sobre Amazon, Apple, Facebook y Google hecha p¨²blica esta semana es muy descriptiva del poder que han alcanzado.
R. Puede ser un primer paso. Cuando empezamos a intentar ponerle freno a estas empresas tiramos de leyes heredadas del siglo XX. Pero estas leyes no lo pueden todo. Cuando las usamos para ponerles freno a las big tech no necesariamente interrumpimos sus incentivos financieros. En el caso de Facebook, que tambi¨¦n tiene Instagram y WhatsApp, lo que estar¨ªamos provocando ser¨ªa aumentar la motivaci¨®n competitiva entre las tres ramas para seguir vendiendo predicciones sobre comportamientos futuros. Las leyes del siglo pasado necesitan ser reformadas y no hemos hecho esa labor todav¨ªa.
P. ?Y hay alg¨²n sitio donde se haya logrado poner alg¨²n tipo de freno?
R. Hay que reconocer que la UE est¨¢ en la vanguardia. El Reglamento General de Protecci¨®n de Datos ha creado oportunidades para cambiar ciertas cosas. Supuso una base esencial desde la que trabajar. Los l¨ªderes de la Comisi¨®n Europea est¨¢n muy bien informados sobre este asunto y tienen un fuerte compromiso para lograr que la econom¨ªa de vigilancia que domina a las empresas tecnol¨®gicas y las aspiraciones democr¨¢ticas europeas no entren en colisi¨®n. Tengo muchas esperanzas en que de la UE salgan las primeras l¨ªneas del cambio. Porque del otro lado tenemos el caso chino, un pa¨ªs autoritario, donde desde al menos 2010 el Partido Comunista est¨¢ dise?ando su modelo digital futuro de forma que refleja su forma autoritaria de gobernar. Y lo han hecho con mucho ¨¦xito. Exportan tecnolog¨ªa de vigilancia por lo menos a 36 pa¨ªses. El mundo necesita desesperadamente que los pa¨ªses occidentales asuman su responsabilidad ya, durante esta d¨¦cada.
P. ?Pero llegaremos a tiempo? Sus macrocifras econ¨®micas invitan a pensar que no.
R. El capitalismo de vigilancia solo lleva 20 a?os en funcionamiento. Hasta ahora ha hecho lo que le ha dado la gana sin un solo freno legal. Hasta que Espa?a aprueba la ley del derecho al olvido no se pone el primer obst¨¢culo. Acabamos de empezar. Desde el punto de vista de EE UU, de donde proceden estas empresas, no hemos hecho absolutamente nada para frenarlas. Que ahora se est¨¦ empezando a pensar en c¨®mo hacerlo es muy importante. No veo motivos para no lograrlo si tenemos la motivaci¨®n para ello.
P. El ensayista bielorruso experto en tecnolog¨ªa Evgeny Morozov, que es cr¨ªtico con su libro, afirma que solo podremos reducir el tama?o de las big tech cuando intentemos limitar el poder de Wall Street y aceptemos que Estados Unidos deber¨ªa desempe?ar un papel modesto en el orden global.
R. Creo que hace bien criticando y despreciando las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas de dominio econ¨®mico estadounidense. Ha sido un azote para nuestras democracias y nuestras econom¨ªas, porque nos ha tra¨ªdo la polarizaci¨®n y otros problemas. Yo desear¨ªa algo a¨²n quiz¨¢ m¨¢s ambicioso de lo que propone Morozov, que es un cambio de paradigma. No s¨¦ si podemos decir que hemos llegado al punto de inflexi¨®n, pero s¨ª creo que estamos cerca: en los c¨ªrculos inversores s¨ª hay un reconocimiento del fracaso del paradigma financiero de las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas, de que ha da?ado las democracias, ha acabado provocando un aumento de los monopolios y ni siquiera les est¨¢ siendo de la utilidad que hubieran deseado. Nuestra ambici¨®n no solo deber¨ªa ser tener m¨¢s diversidad de paradigmas econ¨®micos, sino buscar un nuevo consenso, pues el neoliberalismo lo ha destrozado todo. Debemos empezar de cero y reescribir las reglas del juego. Hayek [el exponente de la escuela austriaca] ha visto cumplirse su deseo desde la tumba y ha llegado el momento de seguir adelante con decisi¨®n, no solo con nuestras palabras, con nuestras instituciones. M¨¢s que limitar el poder de Wall Street, lo que yo creo es que hay que darle la vuelta.