Fuego graneado contra el cuartel
El FMI protagoniza un giro progresista al que algunos pretenden dar la vuelta
Que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado un giro estrat¨¦gico en los ¨²ltimos tiempos deviniendo una instituci¨®n multilateral cuasiprogresista y olvid¨¢ndose de su siniestro pasado es un hecho bastante reconocido. Ello se debe en buena parte a la labor de su actual directora gerente, la europea Kristalina Georgieva, contra la que se han iniciado maniobras orquestales en la oscuridad para hacerla dimitir o, al menos, debilitarla.
Georgieva es la misma funcionaria cuya excelente r...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado un giro estrat¨¦gico en los ¨²ltimos tiempos deviniendo una instituci¨®n multilateral cuasiprogresista y olvid¨¢ndose de su siniestro pasado es un hecho bastante reconocido. Ello se debe en buena parte a la labor de su actual directora gerente, la europea Kristalina Georgieva, contra la que se han iniciado maniobras orquestales en la oscuridad para hacerla dimitir o, al menos, debilitarla.
Georgieva es la misma funcionaria cuya excelente respuesta a la pandemia, muy r¨¢pida, otorg¨® fondos para mantener a los pa¨ªses a flote y abordar la crisis sanitaria; la misma que defendi¨® con ¨¦xito una emisi¨®n de 650.000 millones de d¨®lares de ¡°dinero¡± del FMI (DEG: Derechos Especiales de Giro), tan esenciales para los pa¨ªses de bajos y medianos ingresos; e id¨¦ntica persona es la que ha situado al FMI en un papel de liderazgo global en respuesta a la crisis existencial del cambio clim¨¢tico. El principal abogado defensor intelectual de Georgieva es el premio Nobel de Econom¨ªa Joseph Stiglitz (Un intento de golpe en el FMI, Project Syndicate) ante quienes est¨¢n descontentos con el nuevo papel del Fondo bajo la direcci¨®n de la b¨²lgara: unos piensan que deber¨ªa aferrarse a su tarea principal y olvidarse del cambio clim¨¢tico; a otros no les gusta el citado giro progresista que hace menos ¨¦nfasis en la austeridad y m¨¢s en la pobreza o el desarrollo y una mayor conciencia en los l¨ªmites de los mercados. Por ¨²ltimo, hay otros cuantos disgustados por el hecho de que el FMI no est¨¦ actuando tan en¨¦rgicamente como un cobrador del frac, por ejemplo, en Argentina.
El pretexto para cuestionar a Georgieva es, sin embargo, otro. Siendo presidenta del Banco Mundial habr¨ªa facilitado la subida artificial de China en la clasificaci¨®n de pa¨ªses donde se pueden hacer negocios (informe Doing Business) a cambio de una mayor participaci¨®n del pa¨ªs asi¨¢tico en una ampliaci¨®n del capital del banco. Esto es lo que se investiga. Si fuese cierto habr¨ªa violado su neutralidad funcionaria y deber¨ªa dimitir. Otros piensan que se ha visto envuelta en la mara?a cada vez m¨¢s retorcida de la guerra geopol¨ªtica y comercial entre EE UU y China. Recu¨¦rdese la posici¨®n p¨²blica del presidente Biden en este asunto: ¡°China tiene un objetivo general y no se lo critico, pero tiene el objetivo de convertirse en el pa¨ªs l¨ªder en el mundo, en el pa¨ªs m¨¢s rico del mundo y en el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo. Eso no va a ocurrir durante mi mandato porque EE UU va a continuar creciendo y expandi¨¦ndose¡±. Mientras se termina la investigaci¨®n, el Doing Business (que, seg¨²n Stiglitz, antiguo economista jefe del Banco Mundial, es ¡°un p¨¦simo producto¡±) ha dejado de publicarse tras apreciarse irregularidades ¡°¨¦ticas¡±.
No es la primera vez que el FMI se ve envuelto en asuntos como este. En realidad, casi todos los ¨²ltimos mandatarios (Rodrigo Rato, Strauss-Kahn, Christine Lagarde) han sido engullidos por la m¨¢quina de picar carne. Hace ahora 10 a?os se hizo p¨²blico un informe sobre el papel de la organizaci¨®n en el momento de haber previsto la Gran Recesi¨®n, en el que los auditores afirmaban que las deficiencias anal¨ªticas, los obst¨¢culos administrativos, los problemas de gobierno interno y las limitaciones pol¨ªticas ¡ªtodos ellos, mezclados¡ª ayudaron a enterrar las voces cr¨ªticas que emerg¨ªan del seno de la instituci¨®n y fomentaron una lectura ¡°complaciente¡± de lo que acab¨® en una brutal crisis financiera. Funcionarios consultados comentaban que los incentivos estaban orientados a generar consenso con las opiniones predominantes, que expresar fuertes puntos de vista en contra pod¨ªa ¡°arruinar¡± sus carreras, o que les preocupaban las consecuencias de manifestar posiciones contrarias a las de los supervisores, la gerencia y las autoridades de los pa¨ªses, etc¨¦tera.
Stiglitz, como Jeffrey Sachs, se ha pronunciado a favor de la directora gerente (¡°ahora, m¨¢s que nunca, el mundo necesita de la mano firme de Georgieva en el FMI¡±). El semanario The Economist se postula en contra. Ser¨¢ determinante la posici¨®n que adopte la todopoderosa secretaria de Estado de Joe Biden, Janet Yellen.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a la newsletter semanal de Ideas.