Diez a?os de Occupy Wall Street
Aquel movimiento fue un parteaguas en las denuncias contra las desigualdades.
Estos d¨ªas se cumplen 10 a?os de que un peque?o grupo de activistas ocupase Zuccotti Park, una peque?a parcela de tierra pavimentada rodeada de edificios altos en el Bajo Manhattan (Nueva York), muy cerca de Wall Street, el centro financiero del mundo. Hab¨ªa nacido Occupy Wall Street. Coincidi¨® aquel movimiento, que poco a poco se fue desparramando por distintas ciudades estadounidenses, con numerosas protestas en muchas partes del mundo. ?ste sal¨ªa entonces de los peores momentos de la Gran Recesi¨®n. El mensaje principal de casi todas las revueltas fue el siguiente: la creciente concentraci¨®n de ingresos y patrimonio en el seno de las sociedades representa un grave peligro para la democracia. La redistribuci¨®n a la inversa que supuso la crisis financiera ¡ªlos ricos, cada vez m¨¢s ricos; los pobres, cada vez m¨¢s pobres¡ª, y su sensaci¨®n de estafa, fue el m¨ªnimo com¨²n denominador de las concentraciones.
El economista Jeffrey D. Sachs concluy¨® entonces que OWS era una sin¨¦cdoque: no s¨®lo se refer¨ªa a lo de Nueva York, sino que inclu¨ªa una oleada de protestas sociales, tanto en los pa¨ªses desarrollados como en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo; aunque en cada pa¨ªs los agravios pol¨ªticos y econ¨®micos eran diferentes, hab¨ªa importantes similitudes, por lo que ser¨ªa razonable denominar lo que estaba sucediendo como Occupy Global Capitalism. Entonces, y durante esta d¨¦cada, se ha criticado a OWS de ser una especie de protesta nihilista, sin m¨®viles concretos: su causa ser¨ªa, en general, la reforma de la econom¨ªa pol¨ªtica del capitalismo.
Sin embargo, OWS fue un parteaguas en la denuncia de la desigualdad. Las movilizaciones en Manhattan no se deb¨ªan tanto a la dureza absoluta de las circunstancias econ¨®micas de los m¨¢s desfavorecidos como a la forma desigual en que se vieron afectados segmentos concretos de la sociedad tras la crisis financiera de 2008. De all¨ª surgi¨® el afortunado lema de ¡°?Somos el 99%!¡±, atribuido al antrop¨®logo anarquista David Graeber, ya fallecido. Las tensiones entre el 99% y el 1% de ultrarricos devinieron entonces en la aut¨¦ntica lucha de clases.
Se trataba de que la mayor¨ªa dejase de centrarse en los que se hallaban por debajo de ellos (el ¨²ltimo contra el pen¨²ltimo) y prestase atenci¨®n a los que estaban por encima. Ello no significa que en el seno de ese 99% no hubiera todo tipo de divisiones y desconfianzas de clase, g¨¦nero, raciales y culturales. El economista Nouriel Roubini, uno de los que acertaron a pronosticar la Gran Recesi¨®n, escribi¨® que el concepto de un oprimido y abatido 99% y de un pr¨®spero 1% en el extremo superior de la poblaci¨®n quiz¨¢ fuese una simplificaci¨®n de una situaci¨®n muy compleja, y sin embargo reson¨® a partir de entonces como una verdad muy profunda: los mercados libres y carentes de l¨ªmites, la continua desregulaci¨®n y la globalizaci¨®n realmente existente no beneficiaron a todos, y algunas de sus perniciosas consecuencias estuvieron vinculadas a las p¨¦rdidas masivas de empleo, al mediocre incremento de los salarios y, sobre todo, al aumento de las desigualdades.
De las principales tesis de OWS ¡ªque se han infiltrado en la pol¨ªtica institucional, a veces de la mano de personajes como el senador Bernie Sanders, participante en las manifestaciones; a veces en el cambio de paradigma econ¨®mico anunciado por Joe Biden¡ª, algunas han resultado obsoletas con el paso del tiempo: entonces, el 1% m¨¢s rico estaba formado sobre todo por personajes provenientes del mundo financiero que con el paso de los a?os han sido desplazados en las listas de multimillonarios por los representantes del sector tecnol¨®gico: Silicon Valley por Wall Street. Entonces se sal¨ªa de la Gran Recesi¨®n y hoy el mundo lo est¨¢ haciendo, a velocidad desigual, del Gran Confinamiento. Tanto en un caso como en otro, la ira de una parte de la poblaci¨®n tiene una sola causa: una forma de progreso econ¨®mico que, orientado a la creaci¨®n de riqueza privada, es indiferente a las ideas de bienestar colectivo, justicia social y protecci¨®n ambiental. Ese es el principal mensaje que ha quedado de OWS.
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