Tragedia m¨¢s tiempo
Al agotamiento pand¨¦mico se une la sensaci¨®n de que nos tratan como a idiotas. Y nos lo?tomamos a risa
Intentemos examinar esta tragedia como un relato. No un relato pol¨ªtico, sino literario. Y consideremos esa frase que a tanta gente se atribuye: la comedia es tragedia m¨¢s tiempo. Tenemos la tragedia y tenemos el tiempo, casi dos a?os ya. Resulta inevitable que de entre tanto desastre emerja la comedia.
?Podemos calificar de otra forma lo de volver a llevar mascarilla por la calle? Los expertos con...
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Intentemos examinar esta tragedia como un relato. No un relato pol¨ªtico, sino literario. Y consideremos esa frase que a tanta gente se atribuye: la comedia es tragedia m¨¢s tiempo. Tenemos la tragedia y tenemos el tiempo, casi dos a?os ya. Resulta inevitable que de entre tanto desastre emerja la comedia.
?Podemos calificar de otra forma lo de volver a llevar mascarilla por la calle? Los expertos consideran que no sirve de nada. Pero los pol¨ªticos le ven dos ventajas: transmite la sensaci¨®n de que se toman medidas y, sobre todo, no cuesta un c¨¦ntimo.
?Cu¨¢nto tardar¨¢n en volver a recomendarnos que saludemos con el codo? ?Nos ponemos ya a lavar la verdura con lej¨ªa? ?De verdad no hemos aprendido nada desde marzo de 2020? Al agotamiento pand¨¦mico se une la sensaci¨®n de que nos tratan como a idiotas. No caben muchas alternativas: o tomamos el Palacio de Invierno o, m¨¢s c¨®modo, nos lo tomamos a risa.
Los pol¨ªticos de aqu¨ª son seguramente tan competentes o incompetentes como los de otros sitios, porque el virus hace estragos por todas partes. Pero los pol¨ªticos de aqu¨ª tienen m¨¢s gracia. Y, en algunos casos, un instinto literario agud¨ªsimo.
Me refiero sobre todo a Isabel D¨ªaz Ayuso. A¨²n hay quien cree, como mi admirado Pedro Garc¨ªa Cuartango, que El asesinato de Roger Ackroyd constituye la cumbre de los relatos detectivescos. ?Qu¨ªtate de ah¨ª, Agatha Christie! Nadie maneja la intriga (en sus diversos significados) como la presidenta de Madrid.
La revelaci¨®n ayusiana de que la culpa de todo esto es de los m¨¦dicos madrile?os nos ha dejado patidifusos. Vaya desenlace. Qui¨¦n iba a sospecharlo, con lo mucho que aplaudimos. Con raz¨®n D¨ªaz Ayuso se apresta a despedir a cientos de ellos. Bien hecho, presidenta. O eliminamos a los m¨¦dicos o, visto lo que sabemos ahora, nos eliminan ellos a nosotros. Y adem¨¢s de eliminarlos conviene investigarlos. ?Por qu¨¦ no responden al tel¨¦fono? ?Qu¨¦ estar¨¢n haciendo? Que se sepa. Porque el colapso de los centros sanitarios ser¨¢ por algo, ?no?
Tambi¨¦n en las otras comunidades aut¨®nomas est¨¢ previsto despedir m¨¦dicos. Se acaban los ¡°fondos covid¡± (ser¨¢ que la pandemia ha terminado) y se acaban, por tanto, los puestos de refuerzo creados cuando el virus hac¨ªa estragos.
Los estragos de ahora deben de ser menos importantes, o menos urgentes, porque el presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, convoc¨® el domingo pasado una reuni¨®n telem¨¢tica urgente de los presidentes auton¨®micos para tres d¨ªas despu¨¦s. O sea, urgencia pero con calma, que estas cumbres requieren un wifi bien afinado, no se vaya a perder nadie la propuesta del presidente vasco: que la Nochebuena termine en casa (un lugar de m¨¢ximo peligro) a las 21.00, y en los restaurantes, donde nunca nadie se ha contagiado, a las 23.30.
Ahora nos pinchar¨¢n otra vez, por lo que habr¨¢ menos vacunas para enviar, por ejemplo, a los pa¨ªses africanos. All¨ª ir¨¢ coci¨¦ndose otra variante chunga que luego se expandir¨¢ por el mundo. Y vuelta a empezar.
Lo dicho: tragedia m¨¢s tiempo es comedia. Tragedia m¨¢s tiempo, m¨¢s tiempo, m¨¢s tiempo, es hast¨ªo.
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