El invierno de la incertidumbre
La inflaci¨®n casi benigna que nos anunciaban ya no parece tan benigna. Simplemente no se sabe qu¨¦ va a pasar
Volviendo al famoso trabalenguas de Donald Rumsfeld, empezamos a saber cu¨¢ntas cosas no sabemos. Es un avance. Hace alg¨²n tiempo, no mucho, ni siquiera sab¨ªamos todo lo que no sab¨ªamos.
Al principio de la pandemia, a nadie se le ocurri¨® que el desastre sanitario pod¨ªa conllevar un brote de inflaci¨®n. Cuando cre¨ªamos que lo peor de la pandemia hab¨ªa pasado (sobre esto, seg¨²n comprobamos ahora, carecemos todav¨ªa de certezas) y la econom¨ªa empez¨® a desperezarse tras los confinamientos y la par¨¢lisis, asistimos a un repunte de los precios que la mayor¨ªa de los economistas explicaron de forma tranquilizadora: era un fen¨®meno transitorio, provocado por la subida brutal de los combustibles (otra cosa imprevista dos a?os atr¨¢s) y los embotellamientos en la cadena mundial de distribuci¨®n. Todo iba a normalizarse en pocos meses.
Hace cosa de medio a?o, la variante delta de la covid-19 nos permiti¨® verificar una hip¨®tesis: el virus, como supon¨ªan muchos cient¨ªficos, posee una vigorosa capacidad de mutaci¨®n. Ahora, la variante ¨®micron confirma lo ya confirmado. En efecto, el virus es recalcitrante. Lo cual abre nuevas incertidumbres. ?Tendremos que convivir indefinidamente con la enfermedad? ?Volveremos en enero a los d¨ªas m¨¢s oscuros? Hay muchas cosas que ignoramos sobre ¨®micron. Pero al menos sabemos que no las sabemos.
La inflaci¨®n casi benigna que nos anunciaban (un poco de fiebre como efecto secundario del crecimiento) ya no parece tan benigna. En su ¨²ltimo comunicado, la Reserva Federal de Estados Unidos dej¨® de calificar el fen¨®meno como ¡°transitorio¡± o ¡°temporal¡±. Lo cual no significa que sea lo contrario. Significa, simplemente, que no se sabe qu¨¦ va a pasar. De momento, la cosa no es grave. Las econom¨ªas occidentales est¨¢n creciendo (el alza de la producci¨®n casi compensa el alza de los precios) y en Asia apenas se percibe inflaci¨®n.
Alguien dijo que la incertidumbre es una forma de esperanza. Teng¨¢mosla. Porque si la inflaci¨®n persiste, aparece otra cosa que no sabemos: c¨®mo combatirla. Las recetas monetaristas cl¨¢sicas, basadas en la restricci¨®n del dinero circu?lante, resultan dif¨ªcilmente aplicables en un mundo inundado de d¨®lares y euros. Y ning¨²n banquero central quiere enfrentarse a una disyuntiva del tipo ¡°la bolsa o la vida¡±. O sea, la obligaci¨®n de elegir entre frenar de alg¨²n modo la inflaci¨®n, da?ando los m¨¢rgenes de la recuperaci¨®n pospand¨¦mica, o dejar volar los precios y esperar a ver qu¨¦ pasa. En el peor de los casos, podr¨ªa darse de nuevo la desagradable combinaci¨®n de hace medio siglo: inflaci¨®n alta y crecimiento escaso. Lo que llamamos ¡°estanflaci¨®n¡±, la crisis que en los a?os setenta del siglo pasado acab¨® con el consenso socialdem¨®crata forjado en la posguerra y alumbr¨® el neoliberalismo. ?Ocurrir¨¢ algo parecido? No sabemos.
Realmente, no sabemos siquiera con qu¨¦ cara saldremos de las pr¨®ximas fiestas. Inflaci¨®n y ¨®micron (la variante m¨¢s reciente del virus, pero probablemente no la ¨²ltima) proporcionan cantidades enormes de inc¨®gnitas. Tanto la inflaci¨®n como el virus son capaces de mutar y plantear problemas que ahora mismo no imaginamos: cosas que a¨²n no sabemos que no sabemos.
Este es el invierno de la incertidumbre. Mala ¨¦poca para hacer planes.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a la newsletter semanal de Ideas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.