Contradicciones democr¨¢ticas

La reforma laboral recientemente apalabrada supone un avance en la regulaci¨®n del mercado de trabajo, tan maltratado. Es la primera que recupera derechos perdidos en el pasado, lo que significa, ante todo, un cambio de tendencia. Adem¨¢s, ...

La reforma laboral recientemente apalabrada supone un avance en la regulaci¨®n del mercado de trabajo, tan maltratado. Es la primera que recupera derechos perdidos en el pasado, lo que significa, ante todo, un cambio de tendencia. Adem¨¢s, se ha logrado mediante el acuerdo del Gobierno, la patronal y los sindicatos, lo que la aproxima a los grandes pactos de la Transici¨®n que reconocieron a los agentes sociales como interlocutores en plano de igualdad.

El acuerdo se ha plasmado en un decreto ley que ha de pasar por el tamiz del Congreso. El mecanismo conlleva algunas contradicciones, al margen de los contenidos, que han de analizarse porque pueden ser adem¨¢s precursores de otros asuntos. Por ejemplo, las diferencias entre lo acordado y el programa de gobierno firmado entre los socialistas y Unidas Podemos en diciembre de 2019, o el papel de los parlamentarios en un pacto que parece cerrado y al que no se le puede a?adir o quitar ¡°ni una coma¡±, seg¨²n Antonio Garamendi, presidente de la patronal.

La derogaci¨®n de la reforma del PP era una promesa fuerte del Gobierno, quiz¨¢ la m¨¢s ic¨®nica del mismo, convertida en campo de batalla dial¨¦ctico de los ministros en numerosas ocasiones. Las promesas fuertes llegan a ser parte de las se?as de identidad de un l¨ªder, un partido o un Gobierno; los votantes no las olvidan f¨¢cilmente y estimar¨¢n siempre su cumplimiento como parte de la credibilidad pol¨ªtica de aqu¨¦llos. Las hemerotecas est¨¢n llenas de declaraciones, mitineras o reflexivas, del propio presidente del Gobierno prometiendo la ¡°derogaci¨®n¡± de una norma aprobada por decreto en 2012 que desequilibr¨® el poder en el seno de la empresa. Nada m¨¢s llegar a La Moncloa, Pedro S¨¢nchez puso las primeras cauciones a tanta rotundidad: ¡°Nosotros sostenemos que es necesaria la derogaci¨®n de la reforma laboral, pero no hay mayor¨ªa parlamentaria para hacerlo¡± (EL PA?S, 24 de junio de 2018). Cuenta Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall en su libro Las promesas pol¨ªticas (Galaxia Gutenberg) que el pol¨ªtico Eugene McCarthy advirti¨® a su competidor en las primarias a las elecciones presidenciales de 1968 en Estados Unidos: ¡°Es peligroso que un candidato nacional diga cosas que la gente pueda recordar¡± (vale tambi¨¦n para el recibo de la luz).

Desde el momento en que se prefiri¨® el pacto social y no el ordeno y mando como metodolog¨ªa para acordar la reforma laboral ¡ªpor convencimiento del Ejecutivo, por recomendaci¨®n de Europa o por ambas circunstancias¡ª se orillaba de hecho el programa com¨²n del PSOE y Unidas Podemos (¡°derogaremos la reforma laboral¡±) para buscar el m¨ªnimo com¨²n denominador de las tres partes, es decir, el m¨²ltiplo m¨¢s peque?o que ten¨ªan en com¨²n. Ello genera un precedente para otras materias; por ejemplo, la reforma fiscal. En aquel programa se dice que en el impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas (IRPF) ¡°se incrementar¨¢n dos puntos los tipos impositivos sobre la base general para los contribuyentes que tengan rentas superiores a los 130.000 euros, y cuatro puntos para la parte que exceda los 300.000. El tipo estatal sobre las rentas de capital se incrementa en cuatro puntos porcentuales para dichas rentas superiores a 140.000 euros¡±. Como se sabe, el Gobierno ha encargado a una comisi¨®n de expertos los contenidos de esa reforma fiscal.

Una vez que el decreto ley con el contenido de lo pactado llega al Parlamento, ha de ser convalidado por los diputados en el periodo de un mes o, m¨¢s all¨¢, convertirlo en un proyecto de ley. Las palabras de Garamendi, discutido en el seno de la CEOE, indican que los empresarios no quieren reabrir de ning¨²n modo lo pactado con los sindicatos. Entonces, el papel de los diputados ?ser¨ªa solo el de avalistas de algo que se ha decidido fuera del Congreso? Los sindicatos y la patronal son muy importantes, pero no m¨¢s que el Parlamento (¡°las Cortes Generales representan al pueblo espa?ol [¡­] Ejercen la potestad legislativa del Estado [¡­]¡±). Unos y otros pueden responder a dos l¨®gicas diferentes, incluso si comparten, m¨¢s o menos, los contenidos.

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