Ayesha Malik: la jueza que descart¨® los test de virginidad llega al Supremo de Pakist¨¢n
El nombramiento de la magistrada irrita a los sectores m¨¢s conservadores y da esperanza a los activistas por la igualdad de derechos
La jueza Ayesha Malik se ha convertido en la primera mujer en sentarse en el Tribunal Supremo de Pakist¨¢n. Malik (Karachi, 55 a?os) jur¨® su cargo el pasado 24 de enero en medio de la controversia. Quienes trabajan por la igualdad de derechos aplaudieron el nombramiento como un paso positivo en un pa¨ªs donde las mujeres rara vez obtienen justicia, sobre todo en casos de agresiones sexuales. Sin embargo, los conservadores del sistema judicial y algunos liberales han cuestionado sus m¨¦ritos, en una alianza...
La jueza Ayesha Malik se ha convertido en la primera mujer en sentarse en el Tribunal Supremo de Pakist¨¢n. Malik (Karachi, 55 a?os) jur¨® su cargo el pasado 24 de enero en medio de la controversia. Quienes trabajan por la igualdad de derechos aplaudieron el nombramiento como un paso positivo en un pa¨ªs donde las mujeres rara vez obtienen justicia, sobre todo en casos de agresiones sexuales. Sin embargo, los conservadores del sistema judicial y algunos liberales han cuestionado sus m¨¦ritos, en una alianza que las activistas atribuyen a la misoginia del sector.
El presidente del Tribunal Supremo, Gulzar Ahmad, a?adi¨® le?a al fuego tras tomar juramento a la nueva jueza. Ahmad manifest¨® que Malik es ¡°lo suficientemente competente¡± para convertirse en magistrada de la m¨¢s alta instancia judicial paquistan¨ª, pero a?adi¨® que fue nombrada ¡°por el hecho de ser mujer¡±.
Malik, que recibi¨® su educaci¨®n b¨¢sica en Par¨ªs, Nueva York, Karachi y Londres, estudi¨® Econom¨ªa y Comercio en la Universidad de Karachi y m¨¢s tarde Derecho en Lahore y Harvard. Antes de entrar en la carrera judicial, trabaj¨® en dos conocidos bufetes de abogados paquistan¨ªes. Desde marzo de 2012, ejerc¨ªa como jueza del Tribunal Supremo de Lahore, en Punjab, la provincia m¨¢s poblada de Pakist¨¢n. En ese puesto desarroll¨® una reputaci¨®n de integridad y disciplina. Adem¨¢s, gan¨® fama de desafiar la visi¨®n patriarcal imperante en la instituci¨®n.
En su haber se cuenta la anulaci¨®n, el a?o pasado, de los llamados ¡°test de virginidad¡± a las v¨ªctimas de violaci¨®n, consistentes en introducir dos dedos en la vagina para determinar su nivel de experiencia sexual. Las controvertidas pruebas, descalificadas m¨¦dicamente, fueron impugnadas por un grupo de defensores de derechos, feministas, acad¨¦micos y periodistas en 2020. La jueza Malik, a quien le correspondi¨® el caso, argument¨®, en una documentada exposici¨®n de 30 p¨¢ginas, que esos ex¨¢menes ofenden la dignidad de la v¨ªctima, carecen de valor forense y discriminan a las mujeres.
Fue una medida muy celebrada por activistas y grupos de derechos humanos, en un pa¨ªs donde las autoridades y la sociedad a menudo dudan de las mujeres v¨ªctimas y apenas un 3% de las violaciones acaban en condena. Ahora esperan que su presencia en el Supremo, junto a 16 miembros varones, ayude a hacer el sistema judicial m¨¢s justo y equitativo para las paquistan¨ªes.
La Comisi¨®n de Derechos Humanos de Pakist¨¢n (CDHP), un organismo independiente, valora su nombramiento como ¡°un paso importante hacia la mejora de la diversidad sexual en la judicatura¡±. Saroop Ijaz, uno de sus miembros, recuerda que la jueza Malik tiene una larga trayectoria de romper estereotipos en la profesi¨®n. ¡°Frente a la extendida idea de que las abogadas deben ocuparse de asuntos de familia, como divorcios o custodia de hijos, ella ha trabajado como abogada corporativa y en derecho constitucional¡±, subraya.
Las feministas paquistan¨ªes no consideran que Malik sea una agitadora ni utilice su profesi¨®n para ampliar los derechos de las mujeres. ¡°Aplica la ley de forma neutral. Su mayor contribuci¨®n es su presencia; es un modelo para las nuevas generaciones de abogadas¡±, se?ala Aneesha Agha, una de las fundadoras de Women in Law, una asociaci¨®n de mujeres juristas.
El Gobierno ha querido apuntarse el tanto. El ministro de Informaci¨®n, Fawad Hussain, tuite¨® una fotograf¨ªa de la toma de posesi¨®n de Malik con el comentario, en ingl¨¦s, de que simbolizaba ¡°el empoderamiento de las mujeres de Pakist¨¢n¡±. Pero el camino que a¨²n les queda por recorrer se hizo evidente en las objeciones a su designaci¨®n, con el pretexto de que no era la m¨¢s veterana de los candidatos.
Los activistas lo atribuyen a la misoginia imperante en la judicatura paquistan¨ª y coinciden en que el sector ten¨ªa una deuda con las mujeres en los puestos de liderazgo. La CDHP denuncia que las disparidades son estructurales. Seg¨²n sus datos, las mujeres suponen un 17% de todos los jueces y un 4,4% en los tribunales superiores. Pakist¨¢n, un pa¨ªs isl¨¢mico y muy conservador de 220 millones de habitantes, era el ¨²nico del sur de Asia que nunca hab¨ªa tenido una jueza en el Supremo.
En este tiempo, la jueza ha mantenido un discreto silencio y continuado con su trabajo sin hacer ruido. Casada con Humayun Ihsan, un profesor de Derecho con el que tiene tres hijos, apenas se conocen datos de su vida privada. Ninguno de los dos tiene perfil en redes sociales. Seg¨²n su biograf¨ªa en la web del Supremo, Malik asesora pro bono a varias ONG que luchan contra la pobreza, y ha publicado libros y art¨ªculos sobre temas legales.
Tambi¨¦n ha impartido clases de Derecho Bancario y Mercantil en diferentes universidades paquistan¨ªes. Su pr¨¢ctica legal se extiende a todos los niveles judiciales. En varias ocasiones fue convocada en el Reino Unido y Australia como testigo experto en casos de derecho de familia relacionados con cuestiones de custodia de hijos, protecci¨®n constitucional y derechos de la mujer en Pakist¨¢n.
Quienes la respaldan conf¨ªan en que su nombramiento abra el camino al Supremo para otras juezas. De momento, su entrada en el pin¨¢culo judicial le da la posibilidad de convertirse en la primera mujer que presida el Alto Tribunal, ya que para 2030 ser¨¢ su magistrado de mayor antig¨¹edad.
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