Buena noticia, mala noticia
En la votaci¨®n del jueves en el Parlamento, Alberto N¨²?ez Feij¨®o perdi¨® una gran ocasi¨®n de serenar la vida pol¨ªtica
La votaci¨®n del pasado jueves, en la que el Gobierno logr¨® mayor¨ªa suficiente para convalidar el decreto ley de medidas para hacer frente a las consecuencias econ¨®micas y sociales de la guerra en Ucrania, fue un ¨¦xito para Pedro S¨¢nchez y un alivio para la situaci¨®n econ¨®mica y social del pa¨ªs, porque esas medidas permitir¨¢n atajar la inflaci¨®n y estabilizar el crecimiento. Es una buena noticia que el plan de gobierno se ponga en marcha y, sin embargo, no se puede decir que la votaci¨®n que lo permiti¨® fuese una buena noticia pol¨ªtica para casi nadie en este pa¨ªs.
No lo fue pol¨ªticamente para el presidente, porque, una vez m¨¢s, se comprob¨® la inestabilidad de su Gobierno (ERC vot¨® en contra y hubo dudas hasta el ¨²ltimo d¨ªa) y porque las encuestas demuestran que Pedro S¨¢nchez tiene que pagar siempre un alt¨ªsimo coste pol¨ªtico cuando se percibe que sobrevive con el apoyo de EH Bildu. Y no fue tampoco una buena noticia para el Partido Popular porque qued¨®, tambi¨¦n una vez m¨¢s, asociado a Vox.
El nuevo dirigente popular, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, perdi¨® una gran ocasi¨®n de serenar la vida pol¨ªtica, abandonando la imagen del PP exasperado de Aznar y Casado y recuperando la de un centro moderado, capaz de aceptar el pluralismo y calibrar intereses generales. Es verdad que en esta ocasi¨®n el portavoz de Feij¨®o en el Congreso, Jaime de Olano, tuvo un discurso m¨¢s pausado que el de sus antecesores (y, todo sea dicho, bastante m¨¢s que el del inflamado orador socialista, Pedro Casares), pero lo cierto es que, bien porque no se decidi¨® o porque no recibi¨® ninguna se?al que lo animara a ello, la ocasi¨®n del PP pas¨®.
Una mala noticia, salvo para quienes, desde los sectores m¨¢s radicales de la izquierda y el nacionalismo, creen que la mejor estrategia electoral (sean cuando sean las pr¨®ximas generales) es que Vox y Partido Popular aparezcan como un ¨²nico bloque, pese al enorme riesgo que se corre, precisamente, de que el PP termine por normalizar la agenda de Vox, aproxim¨¢ndola al Gobierno de la naci¨®n. Bastante inquietante es lo ocurrido en Castilla y Le¨®n como para proseguir ese malaventurado camino, que una vez recorrido tendr¨ªa dif¨ªcil vuelta atr¨¢s.
En realidad, el coste pol¨ªtico que, seg¨²n las encuestas, est¨¢ pagando Pedro S¨¢nchez se debe mucho m¨¢s a la imposibilidad de conseguir que Unidas Podemos se mantenga como una opci¨®n seria en su espacio pol¨ªtico (incluso la mejor baza de UP, Yolanda D¨ªaz, intenta encontrar otro marco) que a su propio balance de tres a?os de presidencia. En t¨¦rminos generales, S¨¢nchez podr¨ªa llegar a las pr¨®ximas elecciones explicando que ha hecho todo lo que ten¨ªa que hacer, incluida la reci¨¦n anunciada e important¨ªsima Agencia Estatal de Evaluaci¨®n de Pol¨ªticas P¨²blicas, tanto tiempo deseada.
El mayor problema del presidente es la imagen de fragilidad que proporcionan votaciones como las del jueves y un Gobierno sometido a los continuos tirones de sus socios, tanto de coalici¨®n como de investidura. Todo lo ha tenido que negociar y, para colmo, en escenarios de crisis, totalmente inesperados y muy duros, como la pandemia o la guerra en Ucrania. Por mucho que La Moncloa insista en que los gobiernos de coalici¨®n expresan de forma habitual posiciones distintas, en realidad los gobiernos de coalici¨®n, como los de cualquier tipo, se expresan con una sola voz y cuando se producen disonancias suelen quebrar. Si nada de eso se ha producido, ha sido por la propia habilidad de S¨¢nchez, pero tambi¨¦n gracias al trabajo de su equipo, con especial relevancia de las tres vicepresidentas, Nadia Calvi?o, Teresa Ribera y Yolanda D¨ªaz, que, con diferentes dotes comunicativas y procedencias pol¨ªticas, han sido capaces de poner en marcha acuerdos importantes, dentro y fuera de Espa?a, y de mantener el entramado unido. No parece, sin embargo, que ese trabajo vaya a ser suficiente para equilibrar la imagen de fragilidad que se volvi¨® a apreciar esta semana.
El resultado de las elecciones auton¨®micas andaluzas ayudar¨¢ a comprender mejor la situaci¨®n pol¨ªtica real y el posible calendario nacional, bastante acotado ya por la presidencia espa?ola de la UE, el 1 de julio de 2023. El peor de los resultados posibles en Andaluc¨ªa dejar¨ªa a Vox a las puertas de San Telmo. El compromiso para impedirlo deber¨ªa ser absoluto.
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