Qatar, para¨ªso laboral y otras disforias l¨¦xicas

Lo m¨¢s divertido, pero preocupante, del esc¨¢ndalo Qatargate es el uso disf¨®rico de las palabras, una discordancia entre su apariencia externa y su sentido real, el sentido m¨¢s sentido. Parece que no hab¨ªa que ser un genio para intuir que algo no era normal cuando una vicepresidenta del Europarlamento dec¨ªa que ¡°Qatar est¨¢ a la cabeza en derechos laborales¡±. Es como si hubiera dicho que Groenlandia es el mejor destino de sol y playa. Quiz¨¢ s¨ª dentro de 50 a?os, con el calentamiento del planeta, pero dicho ahora piensas autom¨¢ticamente que esa inexplicable pasi¨®n ¨¢rtica, salvo que se deba a la ingesti¨®n de psicotr¨®picos, solo puede tener una explicaci¨®n. Lo mismo pasa con la ONG de otro de los implicados, que se llama Lucha contra la Impunidad, dedicada a la lucha contra la corrupci¨®n. Maravilloso. Es de esas expresiones que te hace sospechar inmediatamente, como Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, Revoluci¨®n Cultural o Recursos Humanos. Suele ser lo contrario de lo que dicen. Enric Gonz¨¢lez siempre cita, como ejemplos de ox¨ªmoron, m¨²sica militar y El Pensamiento Navarro.

No s¨¦ si conocen la serie Parliament (qu¨¦ ilusi¨®n me hace hablar yo tambi¨¦n de series, me siento m¨¢s al d¨ªa, m¨¢s reinsertado en la sociedad). Es muy graciosa. Transcurre en el Parlamento Europeo, que retrata ¨¢cidamente como el hotel de los l¨ªos o la escopeta internacional, plagado de bur¨®cratas mediocres, trepas sin escr¨²pulos y mucha gente sin oficio ni beneficio. El protagonista, un asistente de un diputado franc¨¦s vagu¨ªsimo, se l¨ªa con una sueca muy maja y al d¨ªa siguiente le dicen que es fascista. Imposible, dice ¨¦l, si es del partido Dem¨®cratas de Suecia. Pobre alma ingenua, ya es todo as¨ª, nada es lo que parece. Recuerdo otro partido que se llamaba los Aut¨¦nticos Finlandeses, que era lo que se imaginan, y yo siempre cre¨ªa que podr¨ªa haber otro de los Finlandeses de Mentira, que en realidad representara a los reales. Todo es lo contrario de todo y el mundo est¨¢ al rev¨¦s. Te pasas el d¨ªa d¨¢ndole la vuelta a los conceptos para ver lo que hay detr¨¢s. Ya manejo el m¨®vil como si fuera kriptonita, porque se invent¨® para hacerte la vida m¨¢s f¨¢cil pero no te deja vivir, te chupa la energ¨ªa.

Ya tenemos una relaci¨®n muy loca con la ficci¨®n. Miren a los futbolistas del Mundial, yo no entiendo c¨®mo simulan una falta sabiendo que dos segundos despu¨¦s, cuando veamos la repetici¨®n, van a quedar como unos farsantes. Los jugadores de hace 20, 30 a?os, y no digo ya los de los a?os cuarenta, se morir¨ªan de verg¨¹enza si supieran que luego les iban a pillar. Hoy da igual, convives con el enga?o como algo asumido. Les habr¨¢ pasado mil veces, ya conoces a alguien antes por su foto que en persona, por la que ponen en sus perfiles p¨²blicos, y 9 de cada 10 veces, cuando por fin lo encuentras, alucinas: siempre es peor que en la foto, con 10 a?os m¨¢s, 10 kilos m¨¢s, 10 declaraciones de la renta m¨¢s. Da una sensaci¨®n infantil de fraude, que ya se asimila como normal, ni se percibe. ?Pero es que creen que nadie se dar¨¢ cuenta? Cuando lo mejor ser¨ªa al rev¨¦s, poner cualquier foto y luego dar la sorpresa de que, bueno, uno no est¨¢ tan mal como parec¨ªa. Te sorprender¨ªa positivamente, y es que hoy es tan raro. Ni les menciono la situaci¨®n pol¨ªtica, c¨®mo est¨¢ el Congreso. Siempre piensas que hay trampa, que cada cosa en realidad es otra. Y vivir as¨ª es agotador.

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