¡°Sanchismo o Espa?a¡±: las elecciones no son referendos sobre la idea abstracta del pa¨ªs sino sobre sus problemas concretos
El enfoque de problemas tan serios como el cambio clim¨¢tico no puede reducirse a un simple ¡°sanchismo o Espa?a¡±
El Partido Popular es, en teor¨ªa, poco partidario de los referendos, en l¨ªnea con lo que establece la Constituci¨®n espa?ola, que fija pocos supuestos en los que se pueda preguntar directamente s¨ª o no a los ciudadanos. Sin embargo, su presidente, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, lleva una temporada en la que no para de proponerlos. Las elecciones municipales y auton¨®micas se celebraron, seg¨²n ¨¦l, para decidir entre Pedro ...
El Partido Popular es, en teor¨ªa, poco partidario de los referendos, en l¨ªnea con lo que establece la Constituci¨®n espa?ola, que fija pocos supuestos en los que se pueda preguntar directamente s¨ª o no a los ciudadanos. Sin embargo, su presidente, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, lleva una temporada en la que no para de proponerlos. Las elecciones municipales y auton¨®micas se celebraron, seg¨²n ¨¦l, para decidir entre Pedro S¨¢nchez y Espa?a. Se supone que el PP lo gan¨®, pero no han pasado dos semanas y ya est¨¢ convocando otro con el mismo enunciado para las elecciones generales del 23 de julio: el sanchismo o Espa?a. Esconder al candidato socialista bajo un nombre com¨²n no es algo nuevo: hace 50 a?os, la derecha enfrent¨® el felipismo al guerrismo, y muy poco despu¨¦s de que Pedro S¨¢nchez se lanzase al ruedo de la pol¨ªtica nacional ya hubo quien empez¨® a hablar del ¡°pedrismo¡±. La palabra no sonaba bien y se cambi¨® r¨¢pidamente por sanchismo, m¨¢s afortunada.
Las elecciones generales del 23-J tratar¨¢n de cosas serias, complicadas. La memoria no puede ser tan corta que no saquemos ninguna experiencia respecto a la lucha que ha habido que mantener en los ¨²ltimos a?os contra la corrupci¨®n, el mantenimiento del poder adquisitivo en ¨¦pocas de gran crisis o el cambio clim¨¢tico. Mirar atr¨¢s, reactivar la memoria es imprescindible para obtener experiencia. La experiencia, el conocimiento de la vida adquirido por las circunstancias o situaciones vividas, dice que el populismo de extrema derecha, que se est¨¢ reactivando en Europa, incluida Espa?a, es peligroso y que la derecha tradicional cae muchas veces bajo sus aplastantes consignas.
Cosas serias, sin soluciones sencillas. Por ejemplo, c¨®mo va a afrontar la sociedad espa?ola los retos del cambio clim¨¢tico en los pr¨®ximos cuatro a?os y qu¨¦ piensa que debe hacer su pr¨®ximo Gobierno al respecto. Es notorio que Vox, por ejemplo, no cree que exista ning¨²n riesgo clim¨¢tico y que considera un derroche todo el dinero p¨²blico que se pueda destinar a intentar controlar sus efectos.
Tambi¨¦n es notorio que el PSOE no tiene dudas sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para mitigar sus efectos (la emergencia clim¨¢tica y la transici¨®n ecol¨®gica de la econom¨ªa figuraban como el tercer punto del programa electoral en 2019 y el Gobierno de S¨¢nchez ha tenido una excelente vicepresidenta para la Transici¨®n Ecol¨®gica). Tampoco hay dudas sobre la posici¨®n a la izquierda del PSOE: en el programa de Unidas Podemos, el primer cap¨ªtulo se titulaba ¡°Horizonte verde y nuevo modelo industrial¡±.
Consultar el programa que present¨® el PP en 2019, sin embargo, suscita dudas. Se limitaba a se?alar, en el punto 144, de 200, que pondr¨ªa en marcha un Plan Nacional de Energ¨ªa y Clima 2021-2030 ¡°que fije las medidas para alcanzar los objetivos acordados en la Uni¨®n Europea¡±.
?Va a continuar el PP manteniendo una posici¨®n tan imprecisa o en estos ¨²ltimos cuatro a?os ha hecho suyos los informes cient¨ªficos internacionales sobre la urgencia de introducir cambios radicales en m¨²ltiples facetas de la actividad econ¨®mica? La manera de enfocar un problema tan complejo no puede reducirse a un simple ¡°sanchismo o Espa?a¡±, y un partido responsable, con opciones de gobernar, no puede acudir a las urnas sin aclarar con precisi¨®n su lista de prioridades y qu¨¦ papel ocupa la transici¨®n ecol¨®gica en ella.
?Como va a reaccionar la sociedad ante las noticias que le van llegando sobre el cambio clim¨¢tico o las nuevas tecnolog¨ªas que pueden crear millones de empleos nuevos, pero que destruir¨¢n a¨²n m¨¢s millones de empleos tradicionales, o que, seg¨²n los creadores de la inteligencia artificial, pueden llegar a tener el mismo poder aniquilador que las armas nucleares? ?Cree que la socialdemocracia ser¨¢ capaz de transformar el capitalismo y hacer ese cambio sin dejar atr¨¢s a millones de personas? ?Teme que tanta incertidumbre genere inestabilidad pol¨ªtica y pone por encima de todo la seguridad que le ofrecen los conservadores? ?O simplemente se ha convertido en una sociedad miedosa y desconcertada que no quiere o¨ªr hablar de esos temas y se arrima a quienes plantean otros campos de batalla, m¨¢s simples y brutales: guerras culturales en torno a conceptos muy elementales, a los que es f¨¢cil adherirse? Para combatirlos falta avivar la memoria y recurrir a la experiencia.
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