Argentina: cuando gobernar es desertificar la naci¨®n
En alg¨²n momento, el lema del poder argentino fue ¡°gobernar es poblar¡±; ahora parece ser ¡°gobernar es empobrecer¡±
El domingo pasado la ultraderecha arras¨® en las primarias de mi pa¨ªs, Argentina. Un tipo que se llama Javier Milei y propone el libre comercio de ¨®rganos y de beb¨¦s, la abolici¨®n del aborto, la eliminaci¨®n de la educaci¨®n y la salud p¨²blicas y los derechos laborales. Hoy es martes y, mientras escribo, el sol acaricia las paredes de los edificios m¨¢s altos. Estoy en Buenos Aires, el sol viene del r¨ªo que no vemos pero est¨¢. Est¨¢ vivo todav¨ªa, pese a toda la inmundicia que recibe a diario. No es la primera vez que empiezo a escribir este art¨ªculo: la semana pasada, un helic¨®ptero daba vueltas en el cielo como un buitre. Era un buitre. La Polic¨ªa de la Ciudad hab¨ªa matado a un manifestante. Que ten¨ªa problemas de salud, dijeron, que se le par¨® el coraz¨®n. Y s¨ª, la gente se sobresalta cuando la detienen violentamente, le aprietan la cabeza contra el suelo, le complican la respiraci¨®n. Esa misma semana dos muchachos mataron a una nena en el conurbano bonaerense. A los golpes. Para robarle un tel¨¦fono. Y eso, lo dif¨ªcil que es sobrevivir en los barrios ¡°populares¡±, tampoco lo vemos. Lo que s¨ª vimos es c¨®mo ¡°popular¡± deriv¨® alegremente en sin¨®nimo de ¡°pobre¡±. Otros manifestantes, los collas y quechuas y aimaras del Tercer Mal¨®n de la Paz, se encadenaron a las puertas de la Corte Suprema de la Naci¨®n. Nadie los ve, como al r¨ªo, y tambi¨¦n como el r¨ªo, est¨¢n vivos, pese a los 500 a?os de inmundicias tiradas a diario sobre ellos. Vienen de Jujuy, de los salares, de la vida hermosa que mantienen y mantuvieron pese a todo. En los ¨²ltimos tiempos, pese a la feroz represi¨®n desatada por el gobernador de la provincia y excandidato a vicepresidente de la naci¨®n, Gerardo Morales. Y pese a la colonia siempre. Con su forma de estado argentino incluso. Ahora, lo que quieren es litio. Y el ciclo que ya conocemos desde el Cerro Rico de Potos¨ª: extracci¨®n violenta del mineral. Destrucci¨®n y desertificaci¨®n de un territorio, de todo su ecosistema, desde los insectos hasta los seres humanos. Destrucci¨®n de las econom¨ªas locales. Destrucci¨®n de una cultura, expulsi¨®n de sus gentes a los barrios ¡°populares¡±, a la precariedad, la ruptura de lazos sociales, la muerte f¨¢cil. A cambio de casi nada. Casi todos los candidatos a las elecciones parecen competir por el cargo de virreyes. Desertifican y empobrecen prometiendo riqueza. No lleg¨® con la soja ¡ªla tasa de deforestaci¨®n de mi pa¨ªs es r¨¦cord¡ª, no lleg¨® con Vaca Muerta ¡ªvi con mis propios ojos los basureros petroleros abandonados, el atropello a la forma de vida, tierras y r¨ªos mapuches¡ª, no va a llegar con la construcci¨®n de un puerto en el golfo San Mat¨ªas ¡ªuno de los m¨¢s biodiversos del oc¨¦ano Atl¨¢ntico, refugio de la ballena austral¡ª, no va a llegar con la explotaci¨®n petrolera off shore en la costa de la provincia de Buenos Aires ¡ªen el talud continental, ah¨ª donde se alimentan y se reproducen miles de especies, fundamentales para la supervivencia de la vida del mar y para la nuestra tambi¨¦n¡ª, y podr¨ªa seguir dando ejemplos. En alg¨²n momento, el eslogan del poder argentino fue ¡°gobernar es poblar¡±. Se refer¨ªan a llenar el pa¨ªs de blancos y terminar con los marrones. Ahora, parece ser que ¡°gobernar es desertificar y empobrecer hasta l¨ªmites insoportables¡±. Les sale bien. Lo hacen bien. Tienen mucho ¨¦xito. Es realmente insoportable. Entonces la furia popular. Y la ultraderecha.
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