Cohecho, soborno, alfad¨ªa, mocho...
El cohecho implica el pago a un funcionario, pero el soborno se refiere a cualquier persona, seg¨²n el ¡®Diccionario¡¯
El juez que instruye la causa abierta como consecuencia del pago por el FC Barcelona de m¨¢s de siete millones de euros entre 1994 y 2018 al vicepresidente del comit¨¦ de ¨¢rbitros, Jos¨¦ Mar¨ªa Enr¨ªquez Negreira, ha determinado que este alto cargo federativo es un funcionario, pirueta legal destinada a imputar un delito de cohecho (art¨ªculo 419 del C¨®digo Penal). Este tipo delictivo s¨®lo se aplica si est¨¢ involucrado un servidor p¨²blico, y ...
El juez que instruye la causa abierta como consecuencia del pago por el FC Barcelona de m¨¢s de siete millones de euros entre 1994 y 2018 al vicepresidente del comit¨¦ de ¨¢rbitros, Jos¨¦ Mar¨ªa Enr¨ªquez Negreira, ha determinado que este alto cargo federativo es un funcionario, pirueta legal destinada a imputar un delito de cohecho (art¨ªculo 419 del C¨®digo Penal). Este tipo delictivo s¨®lo se aplica si est¨¢ involucrado un servidor p¨²blico, y prescribe a los 10 a?os. La otra v¨ªa posible (art¨ªculo 286 bis y siguientes, sobre corrupci¨®n entre particulares: por ejemplo, el soborno al directivo de una empresa encargado de adjudicar las subcontratas) implica la prescripci¨®n a los 5 a?os. El cohecho se castiga con una pena de hasta 6 a?os, frente a los 4 a?os de tope en el otro delito.
Pero as¨ª como el pago a un integrante de la Administraci¨®n se denomina ¡°cohecho¡± en el C¨®digo Penal (y ¡°soborno¡± en segundas referencias, como sin¨®nimo parcial del anterior), se observa que el delito de corrupci¨®n entre particulares describe los hechos punibles (entregar beneficio o ventaja no justificados a fin de obtener un favor indebido) sin que el legislador se haya servido ah¨ª de alguno de los abundantes t¨¦rminos que ofrece el espa?ol para se?alar estas conductas; palabras cuyo significado no se ci?e ya a la compra de la voluntad de un funcionario sino que abarcan a cualquier otro empleado, incluidos por tanto los del sector privado... y los ¨¢rbitros.
Por ejemplo, la mencionada ¡°soborno¡±, que se?ala el acto de ¡°dar dinero o regalos a alguien para conseguir algo de forma il¨ªcita¡±. O ¡°mordida¡±, americanismo muy extendido ya en Espa?a desde hace a?os y cuyo uso se intensific¨® con la trama G¨¹rtel (financiaci¨®n ilegal del PP y de los bolsillos de algunos del PP). Desde el Diccionario de 1734 se hab¨ªa relacionado con algo ¡°defalcado de lo que debiera ser¡±. Es decir, detr¨¢s de la palabra se hallaba la imagen de algo entero que sin embargo hab¨ªa sido mordido y por tanto mostraba una merma. La edici¨®n de 1984 inclu¨ªa ya la acepci¨®n relacionada con los cohechos, circunscrita al espa?ol de Am¨¦rica; pero sin que el femenino ¡°mordida¡± se hubiera independizado del participio ¡°mordido¡±. Al otro lado del oc¨¦ano, el sustantivo femenino tom¨® el valor de soborno, y desde all¨ª nos lleg¨® como ¡°Provecho o dinero obtenido de un particular por un funcionario o empleado [es decir, un funcionario pero tambi¨¦n un trabajador cualquiera], con abuso de las atribuciones de su cargo¡±, seg¨²n recogi¨® en 1984 el Diccionario, que lo marcaba como propio de Am¨¦rica.
¡°Mordida¡± convive con su sin¨®nimo ¡°coima¡±, se?alado hoy como propio de Am¨¦rica tambi¨¦n. Este segundo vocablo estaba recogido ya en la edici¨®n de 1817, entonces sin asomo delictivo y sin marca geogr¨¢fica: ¡°El derecho que se pagaba al garitero¡± (el que est¨¢ a cargo de una casa de apuestas) ¡°por el cuidado de prevenir lo necesario para las mesas de juego¡±. En nuevas ediciones se sustituy¨® ¡°derecho¡± por ¡°gaje¡± (¡°remuneraci¨®n adicional¡±). As¨ª que el mismo nombre de la comisi¨®n legal que se llevaba el garitero, o ¡°coime¡±, a quien hoy llamamos ¡°crupier¡±, amparar¨ªa m¨¢s tarde la que se trincan los mangantes. Y ese sentido de ¡°coima¡± lo recoge desde 1992 el Diccionario general: ¡°Cohecho, gratificaci¨®n, d¨¢diva con que se soborna¡±.
Para el lenguaje popular quedar¨¢n otras palabras de ese mismo contenido sem¨¢ntico, usadas aqu¨ª o all¨¢, y generalmente de jerga, como ¡°moche¡±, ¡°alfad¨ªa¡±, ¡°untada¡±, ¡°astilla¡±, ¡°convoluto¡±, ¡°ca?onazo¡± o ¡°juanillo¡±. Una riqueza l¨¦xica que da idea de la larga presencia de casos Negreira en nuestra historia com¨²n.
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