Eduard Aibar, fil¨®sofo de la ciencia: ¡°Hay un movimiento contra la exposici¨®n de los ni?os a los m¨®viles. Las cosas no son tan impepinables¡±

La palabra innovaci¨®n est¨¢ por todas partes, es un fetiche que, seg¨²n quien lo use, ya puede resultar incluso sospechoso o rid¨ªculo. Eduard Aibar (Barcelona, 61 a?os), catedr¨¢tico de Estudios de Ciencia y Tecnolog¨ªa de la Universitat Oberta de Catalunya, ha estudiado esa ideolog¨ªa en El culto a la innovaci¨®n (Ned Ediciones), prologado por la tambi¨¦n fil¨®sofa Marina Garc¨¦s, donde encuentra conexiones con otras ideas de nuestro tiempo, como el neoliberalismo, y con el propio funcionamiento de los ciclos ...

La palabra innovaci¨®n est¨¢ por todas partes, es un fetiche que, seg¨²n quien lo use, ya puede resultar incluso sospechoso o rid¨ªculo. Eduard Aibar (Barcelona, 61 a?os), catedr¨¢tico de Estudios de Ciencia y Tecnolog¨ªa de la Universitat Oberta de Catalunya, ha estudiado esa ideolog¨ªa en El culto a la innovaci¨®n (Ned Ediciones), prologado por la tambi¨¦n fil¨®sofa Marina Garc¨¦s, donde encuentra conexiones con otras ideas de nuestro tiempo, como el neoliberalismo, y con el propio funcionamiento de los ciclos econ¨®micos, esos que nos empujan a una eterna huida hacia delante basada en lo tecnol¨®gico.

Otro de sus campos de inter¨¦s son la interacci¨®n de la tecnolog¨ªa con el urbanismo o la gobernanza, el uso de herramientas como la Wikipedia en el ¨¢mbito de la educaci¨®n o la investigaci¨®n; tambi¨¦n la mercantilizaci¨®n y privatizaci¨®n de la ciencia, donde investiga c¨®mo el paradigma neoliberal produce transformaciones desde mediados del siglo XX. En definitiva, su objetivo es colaborar al entendimiento de las relaciones entre la sociedad y el desarrollo cient¨ªfico-tecnol¨®gico, uno de los principales asuntos que vertebran nuestra ¨¦poca.

PREGUNTA. ?Por qu¨¦ la innovaci¨®n?

RESPUESTA. Mi impresi¨®n inicial era la de un t¨¦rmino que se hab¨ªa puesto de moda. Pero empec¨¦ a ver que hay unos patrones que se repiten en los discursos. Tanto en los discursos m¨¢s elaborados como en los de los gur¨²s de la innovaci¨®n, que dan charlas. Es m¨¢s que una moda: conecta con ciertas ideolog¨ªas y formas de hacer.

P. No habla usted tanto de la innovaci¨®n en s¨ª como de la ideolog¨ªa que la rodea.

R. El culto a la innovaci¨®n propone una idea muy restringida de la tecnolog¨ªa, y trata de que esa sea la ¨²nica forma de verla. Promueve las ideas de determinismo y fatalismo tecnol¨®gico: la tecnolog¨ªa determina a la sociedad y su avance es inexorable, tenemos que adaptarnos a ella, nos viene dada. Y, adem¨¢s, invisibiliza otros aspectos y otras tecnolog¨ªas.

P. Solemos pensar que la tecnolog¨ªa es el ¨²ltimo gadget electr¨®nico. No un cepillo de dientes o un libro.

R. El historiador David Edgerton se fija en el preservativo: no se suele incluir en la historia de la tecnolog¨ªa, pero ha logrado frenar epidemias, controlar la natalidad y potenciar la libertad sexual. Pero lo que aparecen son los aviones y los ordenadores. ?Por qu¨¦? Porque no se considera suficientemente sofisticado.

P. Una de las cosas que usted critica es el modelo lineal de la innovaci¨®n. Grosso modo: de la ciencia b¨¢sica viene la aplicada, de ah¨ª sale la tecnolog¨ªa que se comercializa, etc¨¦tera.

R. No siempre es as¨ª, es mucho m¨¢s complejo y cambiante. Un ejemplo cl¨¢sico es el de la m¨¢quina de vapor, que se cre¨® antes y ayud¨® a fundar la ciencia de la Termodin¨¢mica. Hay tecnolog¨ªas que han motivado a cient¨ªficos a explicar su funcionamiento. La tecnolog¨ªa no siempre es fruto de la ciencia.

P. Se nos dice que el avance tecnol¨®gico es impepinable.

R. Los gur¨²s elogian a empresas como Airbnb, pero luego, cuando provocan problemas urban¨ªsticos, guardan silencio. Lo mismo vimos con los ordenadores y los m¨®viles: hace no tanto era imposible pensar la escuela sin ellos, ahora hay pa¨ªses que los est¨¢n retirando, la educaci¨®n es peor. Los l¨ªderes de Silicon Valley llevan a sus hijos a escuelas sin tecnolog¨ªa. En Catalu?a ha surgido un fuerte movimiento contra la exposici¨®n de los ni?os a los m¨®viles. Las cosas no son tan impepinables.

P. Entonces, ?la innovaci¨®n no es siempre progreso?

R. Cada vez es m¨¢s obvio que no. Vemos que algunos de los problemas m¨¢s grandes que enfrentamos, como el cambio clim¨¢tico, vienen dados por el uso de algunas tecnolog¨ªas, como las de combusti¨®n f¨®sil. Pensar que la tecnolog¨ªa asegura el progreso social es insostenible. Nos dicen que la soluci¨®n tambi¨¦n est¨¢ en la tecnolog¨ªa. Evgeny Morozov llama a esto solucionismo.

P. ?Por ejemplo?

R. Hay quien quiere paliar el cambio clim¨¢tico sin cambiar nuestro modo de vida, mediante la geoingenier¨ªa. Poner paneles gigantes a millones de kil¨®metros de la Tierra para frenar la luz del Sol. Es una barbaridad. Se piensa que la soluci¨®n es siempre m¨¢s tecnolog¨ªa, pero tambi¨¦n puede haber soluciones sociales o pol¨ªticas.

P. ?Por qu¨¦ triunfa este discurso?

R. En parte porque conecta con otras ideolog¨ªas como la neoliberal. Los neoliberales, y no solo ellos, piensan que el crecimiento puede ser infinito. Pero cuando se acaban los recursos, ?c¨®mo seguir? La innovaci¨®n ofrece una pauta: siempre habr¨¢ innovaciones y as¨ª no tendremos que enfrentarnos a los l¨ªmites.

P. Otro mito com¨²n es el del emprendedor.

R. Antes asoci¨¢bamos la tecnolog¨ªa a otra figura m¨ªtica: la del inventor. Ahora son innovadores y emprendedores. No son genios locos rodeados de aparatos, sino gente que quiz¨¢s no tiene ni formaci¨®n t¨¦cnica, solo un MBA. Ha cambiado el sujeto de la innovaci¨®n, est¨¢ m¨¢s vinculado al negocio.

P. Tienen ideas y piden a otros que las realicen, como ciertos artistas con taller.

R. Son lo que se llama visionarios.

P. Adem¨¢s de la deriva neoliberal, en la base del culto a la innovaci¨®n puede estar otra idea m¨¢s pedestre y anterior: lo nuevo es siempre mejor.

R. Yo no asocio el discurso de la innovaci¨®n a uno por la novedad. Es algo m¨¢s espec¨ªfico. Se invisibilizan otras tecnolog¨ªas que no son nuevas, como el tenedor o el libro, que son tan buenas que no necesitan innovaci¨®n.

P. ?Qu¨¦ pinta el gur¨² en todo eso?

R. Se ofrecen para convertir empresas, universidades, etc¨¦tera, en focos de innovaci¨®n. Algunos son muy conocidos. Ferran Adri¨¤, conocido como cocinero innovador, considerado el mejor del mundo. No entiendo por qu¨¦, pero alguien le debi¨® convencer de que ten¨ªa el secreto de la innovaci¨®n y gener¨® una cosa llamada Metodolog¨ªa Sapiens. Explica c¨®mo ser innovador en cualquier ¨¢mbito, incluso en centros de investigaci¨®n cient¨ªfica donde trabajan, por ejemplo, f¨ªsicos fot¨®nicos, a los que les parece todo muy raro. Que seas innovador en un ¨¢mbito no quiere decir que lo seas en otro.

P. ?C¨®mo genera desigualdad la ideolog¨ªa de la innovaci¨®n?

R. Las tecnolog¨ªas que se promueven han sido pensadas en tres o cuatro sitios, entre ellos Silicon Valley, por un mismo tipo de personas, hombres blancos, con grandes sueldos e ideas pol¨ªticas similares. Aunque se orientan al mayor p¨²blico posible, acaban reproduciendo sus sesgos y patrones.

P. ?Qu¨¦ va a pasar?

R. Ahora la innovaci¨®n se aplica en muchos ¨¢mbitos m¨¢s all¨¢ del tecnol¨®gico. Yo lo vivo como profesor. ?Acaso los mejores profesores son los m¨¢s innovadores? Cada vez hay m¨¢s conciencia de que el t¨¦rmino est¨¢ agotado.

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