Esequibo o el brutalismo ret¨®rico
El intento del presidente venezolano Maduro de hacerse con un territorio de Guyana es un ejemplo de la brutalizaci¨®n de las relaciones internacionales
El ¡°nuevo mapa de la Rep¨²blica Bolivariana de Venezuela¡± apareci¨® por primera vez ante las c¨¢maras y esa noche muchos se fueron a la cama con la idea de que el pa¨ªs se hab¨ªa expandido como por arte de magia en tan solo unas horas. Eso fue, al menos, lo que asegur¨® Nicol¨¢s Maduro el pasado 5 de diciembre. El presidente exhibi¨® en televisi¨®n un plano del territorio nacional que en su l¨ªmite oriental inclu¨ªa el Esequibo, una regi¨®n selv¨¢tica de 150.000 kil¨®metros cuadrados rica en petr¨®leo y minerales ...
El ¡°nuevo mapa de la Rep¨²blica Bolivariana de Venezuela¡± apareci¨® por primera vez ante las c¨¢maras y esa noche muchos se fueron a la cama con la idea de que el pa¨ªs se hab¨ªa expandido como por arte de magia en tan solo unas horas. Eso fue, al menos, lo que asegur¨® Nicol¨¢s Maduro el pasado 5 de diciembre. El presidente exhibi¨® en televisi¨®n un plano del territorio nacional que en su l¨ªmite oriental inclu¨ªa el Esequibo, una regi¨®n selv¨¢tica de 150.000 kil¨®metros cuadrados rica en petr¨®leo y minerales que pertenece a Guyana y que Caracas ha reclamado, con distinta intensidad, desde el siglo XIX. ¡°Ahora s¨ª vamos a recuperar los derechos de Venezuela, ahora s¨ª vamos a hacer justicia¡±, lanz¨® el sucesor de Hugo Ch¨¢vez.
La raz¨®n de esa s¨²bita expansi¨®n del mapa fue un refer¨¦ndum, celebrado el 3 de diciembre, con el que el chavismo revivi¨® el conflicto territorial con el pa¨ªs vecino y pregunt¨® a los votantes si estar¨ªan de acuerdo con la anexi¨®n del Esequibo, que tiene una extensi¨®n superior a la de Grecia y apenas cuenta con 125.000 habitantes. El resultado de la consulta fue abrumador: seg¨²n las autoridades, un 95% se pronunci¨® a favor y la participaci¨®n alcanz¨® el 50%, pese a las dudas sobre la movilizaci¨®n suscitadas por la oposici¨®n. El contencioso, adem¨¢s de antecedentes hist¨®ricos, tiene una l¨®gica geoestrat¨¦gica. Sin embargo, ese litigio no formaba parte de las demandas mayoritarias de la sociedad venezolana. Hasta que Maduro decidi¨® desempolvarlo en abierto desaf¨ªo a sus vecinos.
Esa decisi¨®n coincide con el regreso del presidente venezolano al tablero internacional. Aislado y cercado por sanciones econ¨®micas durante a?os, el Gobierno bolivariano respira aliviado desde hace meses gracias a la flexibilizaci¨®n de las medidas impuestas por Washington y la reactivaci¨®n de la actividad petrolera. Maduro ha tratado de recobrar protagonismo dentro de la regi¨®n arropado por un clima m¨¢s favorable, pero ha acabado rompiendo una regla del juego diplom¨¢tico que ha hecho saltar todas las alarmas. Tras el refer¨¦ndum, el mandatario dio un plazo de tres meses para que las empresas que explotan recursos en esa regi¨®n sin permiso de Venezuela ¡°se pongan a derecho¡± y nombr¨® a una autoridad provisional del territorio en disputa. Guyana respondi¨® con unas maniobras a¨¦reas conjuntas con Estados Unidos, una pr¨¢ctica que ven¨ªa realizando de manera habitual y que, en este contexto, adquiri¨® un significado preciso frente a la brutalizaci¨®n de las relaciones bilaterales.
Todo el conflicto tiene, en cualquier caso, una importante dimensi¨®n ret¨®rica. En primer lugar, las pretensiones sobre el Esequibo son una entelequia, al menos desde el punto de vista jur¨ªdico. La Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas, el organismo que media entre Venezuela y Guyana, dej¨® claro ya antes de la consulta que nada modificar¨ªa ¡°la situaci¨®n sobre el territorio que administra y controla de facto Guyana¡±. Tanto es as¨ª que a mediados de diciembre el mandatario venezolano se reuni¨® con su hom¨®logo, Irfaan Ali, para dejar negro sobre blanco su compromiso de que la disputa no puede justificar ni amenazas ni el uso de la fuerza. Y en segundo lugar, el contencioso es un pretexto de oro para el chavismo: para movilizar a sus bases en nombre de un renovado sentimiento nacionalista, para descalificar a quienes no comulgan con esa causa y, en ¨²ltima instancia, para elevar la presi¨®n contra la oposici¨®n.
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